Un tributo a la tierra

Por aquel entonces no había funciones femeninas y masculinas, porque siempre podias acabar en mitad del monte tú solo. Y, si no sabías cocinar o [...] coser o [...] hacer las tareas. en teoría femeninas, lo tenías crudo.
Nadie te dice: 'Haz esto, haz lo otro'. Tienes que, saber lo que toca.
Tienes que saber llegar a un campamento y echar un vistazo.
Alguien está montando la tienda.
Alguien va a preparar el té.
MIRAS QUÉ HAY QUE HACER Y LO HACES.
Y así descubres que formas parte del círculo.
Encajas en el círculo de esa comunidad.