La exposición

Estamos ante un libro de autoficción, un cruce entre un relato real de la vida de la autora y una experiencia ficticia. 

La autora está impaciente ante la inminente entrada en la exposición, deseando ver las fotos de la Condesa (Pierson le hizo alrededor de 700 retratos), quizás temerosa de una decepción, o de romper la imagen que de ella se ha forjado. 

Nos cuenta sobre los retratos de otras mujeres famosas, y de lo que estos nos transmiten. 

Es un elogio a lo instantáneo de la fotografía, del poder de las imágenes, de los recuerdos que evocan. 

El título del libro hace referencia a lo que la Castiglione hacía con su cuerpo: exponerlo. le gustaba mirar como la miraban mirarse. 

Era carismática, artificiosa, voluptuosa y enigmática. En cada sesión fotográfica la Condesa reinterpretaba su leyenda, siempre en un perpetuo e incansable trabajo para embellecerse. 

Un ser al alcance de todos pero oculto y misterioso, etéreo e inaccesible. 

Me encantan este tipo de libros que juegan con la prosa, que la hacen poesía, y que a fuerza de enmarañar las palabras te hacen disfrutar. 

Hay muchas referencias a personajes de la época, y a fotógrafos contemporáneos, también a escritores ilustres. Entiendo que la autora con ello ha querido dejar su impronta de influencias, de nexo de unión entre su bagaje emocional, y la exposición que nos quiere hacer de la vida de la Condesa. 

Os invito a leerlo ya que la prosa de esta escritora es muy original y atrayente.