Todos huimos de algo.
|
Todos huimos de algo.
|
Los demonios de verdad, los que de verdad te roban el sueño y la vida, nunca se molestan en esconderse. Pasean a plena luz del día y bajo el sol más brillante.
|
El dolor necesita su tiempo para despedirse de nosotros y marcharse.
|
El dolor se cuela hasta por las rendijas más pequeñas y se instala ahí. Anida en las grietas oscuras. Crece, crece y crece como un animal hambriento que se alimenta de todo lo demás, devorándolo. Hasta que solo queda él; el dolor.
|
El destino es un camino de ida y vuelta, eso es lo que nadie te explica nunca.
|
—¿Qué es lo último de mamá que recuerdas? —quise saber de repente—. Yo recuerdo cuánto amaba sus libros y diarios.
|
—Últimamente pienso a menudo en esa historia acerca de tu escritorio de caoba que me contaste el día que entré en la cooperativa de vinos. ¿Sientes ya el nudo alrededor de tu cuello?
|
El dolor lo ocupa todo.
|
Los demonios de verdad, los que de verdad te roban el sueño y la vida, nunca se molestan en esconderse.
|
Por las rendijas del dolor algunas veces también se cuelan cosas buenas.
|
¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?