Y yo le creí porque siempre le creía, incluso cuando sabía que estaba mintiendo como ahora. Esas veces, también le creía.
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Y yo le creí porque siempre le creía, incluso cuando sabía que estaba mintiendo como ahora. Esas veces, también le creía.
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Lo invisible, lo que está bajo tierra, es tan importante como lo que asoma.
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Tu pierdes, yo gano
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Las personas son como las estaciones, mi querida Gloria. Parece que se quedarán con nosotros para siempre pero al final siempre se van. Y presiento que este invierno interminable que has vivido está apunto de dejar paso a la primavera
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No puedo evitar ser como soy, pero sí puedo evitar hacer las cosas que hacía antes. Igual que vosotras, yo tengo mis propios demonios intentando salir y atrasarlo todo.
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—¿Sabías que hay mujeres escritoras? —le pregunté con una peligrosa chispa de esperanza—. Algunas tienen que usar un pseudónimo o el nombre de sus maridos para poder publicar, pero la gente lee sus historias igualmente. Ganan dinero escribiendo. |
Algún día, cuando tú desobedezcas, cuando no tengas otra opción que desobedecer, también te odiarán a ti.
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Al diablo los que intentan aplastarnos para que seamos como ellos ansían.
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Las penas son como las estaciones, mi querida Gloria. Parece que se quedarán con nosotros para siempre pero al final siempre se van.
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Nuestra madre tenía también el pelo rojo: rojo como la sangre, rojo como el vino que produce esta tierra. Mamá era una endemoniada, igual que nosotras. Eso es al menos lo que todos cuentan de ella y puede que tengan razón, porque la noche de 1848 en la que ella nació, la comarca entera tembló abriéndose aquí y allá. Casi como si nuestra madre hubiera salido de las mismas entrañas de la tierra.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?