La mano izquierda de la oscuridad

me pregunté, no por vez primera, qué es el patriotismo, en qué consiste realmente el amor a un país, cómo nace esa anhelosa lealtad que le había sofocado la voz a mi amigo, y cómo un amor tan verdadero puede convertirse, demasiado a menudo, en un fanatismo tan vil e insensato.

Pero le tengo miedo, Enviado, tengo miedo de quienes lo enviaron aquí. Tengo miedo de los mentirosos, de los tramposos, y sobre todo le tengo miedo a la amarga verdad. Y de este modo gobierno bien a mi pueblo. Pues solo el miedo gobierna a los hombres. Ninguna otra cosa resulta. Ninguna otra cosa dura bastante.

Los copos blancos revoloteaban alrededor mientras ellos se miraban a los ojos, las manos juntas, descalzos en el barro helado. Primavera en invierno.

Al final de los tiempos, el sol se devorará a sí mismo y la sombra devorará la luz, y entonces no quedará nada si no hielo y oscuridad.

«Un hombre desea que se tenga en cuenta su virilidad, una mujer desea que se aprecie su femineidad, por más indirectos y sutiles que sean este tener en cuenta y estas apreciaciones. En Invierno no existen. Uno es respetado y juzgado sólo como ser humano. La experiencia es asombrosa.»

«Una voz que dice la verdad es más poderosa que las flotas y los ejércitos, si se le da tiempo, mucho tiempo; y tiempo es lo que les sobra a los ecúmenos...»

La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz; las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes.

Le tomé la cabeza en mis brazos y le hablé, pero nunca me respondió. Contestó a mi amor por él de otro modo, gritando.

Las diferencias de Ai con nosotros son profundas, y no se ven fácilmente. Hay que conocerlo para saber que es un extraño

Un guedeniano me parecía entonces primero un hombre, y luego una mujer, y les asignaba así categorías del todo irrelevantes para ellos, y para mi fundamentales