Lluvia fina

Anoche terminé de leer este libro de Luis Landero, el primero que leo del autor pese a tener en casa desde hace años "Juegos de la edad tardía" y "El mágico aprendiz", y tengo la sensación de que en lugar de una lluvia fina lo que me ha caído encima es una tromba de agua y además bien fría. La novela trata de los resentimientos, rencores y rencillas entre tres hermanos y su madre. Todos se reprochan cosas, todos a su vez parecen víctimas y verdugos según quién cuente la película. O eso es lo que parece al principio…

Lo que empieza con una narración casi insustancial, lo que parecen unas simples y típicas conversaciones familiares van ganando poco a poco en intensidad hasta llegar a una parte final que me ha dejado con un tremendo mal cuerpo y con un nudo en la garganta.

Alguno pensará que no es para tanto, que por ejemplo en las novelas negras actuales abundan las cosas sórdidas y truculentas y uno se lo pasa la mar de bien leyendo esos libros. Pero ahí está precisamente la diferencia, ahí es donde radican el mérito y las virtudes como novelista de Luis Landero, en que aquí están tan bien narradas las cosas, tan provistas de credibilidad y realismo, que se sienten amargas y demoledoras de verdad; y los personajes son tan de carne y hueso, tan desprovistos de clichés, que uno los puede sentir como reconocibles en personas de nuestro propio entorno (bueno, no todos, afortunadamente…).

Y todo esto lo cuenta Landero con una forma de narrar impresionante, donde resulta evidente, sin necesidad de ser un experto en Literatura, que este hombre tiene un dominio del lenguaje y del arte de escribir como quizá pocos escritores españoles tengan en la actualidad. No me ha sorprendido nada después de leer este libro entender que fuera elegido por unanimidad como la mejor novela española de 2019.

La forma en que está contada la historia a través de ese intenso puzzle de diálogos entrecruzados entre los distintos miembros de la familia tiene un mérito extraordinario, porque es muy complejo escribir toda una novela manteniendo siempre esa misma línea y conseguir que el lector no se pierda, no se aburra y no se líe entre conversaciones.

No sé si recomendaría esta novela a todo el mundo, ese poso tan incómodo que se me ha quedado al final de la lectura me lo impide. Por ese mismo motivo no volvería a leer este libro, pero lo que sí me ha dejado Luis Landero es con muchísimas ganas de seguir leyendo su obra.

No conocía a este autor, sí lo se, es bastante conocido, pero quedaba fuera de mi círculo de confort. Como me iba bien para un reto elegí esta obra como podía haber elegido otra de él, aunque quizás lo que me llamó la atención es que iba sobre una familia y esa temática siempre es un plus para mí.

Reconozco que no le he llegado a coger el punto, es una historia extraña que te deja un sabor metálico en la boca. La historia de Horacio me ha parecido de lo más surrealista, según llegaba al final de la historia se me iba levantando la ceja en un gesto de escepticismo y así se quedó al llegar al desenlace.

Es una narración intimista escrita con un lenguaje rico y fluido con algunas florituras. Toda la obra se estructura como en conversaciones en las que los personajes le desvelan a Aurora la cuñada como “la madre” ha influido en la vida de sus 3 hijos para ser como son. Vidas imperfectas, trágicas e incluso vacías.

Un libro que desafortunadamente pasará por mi vida lectora sin pena ni gloria.

Es un libro que me ha resultado algo extraño y agotador de leer, porque no tenemos una historia que seguir si no fragmentos de relatos que resultan que se contradicen entre si dependiendo de quien los cuente. Siendo importante que el hilo unificador de todo es que todas estas versiones son contadas una y otra vez a la pobre de Aurora,  de verdad que me da lástima.
Tenemos a esta familia que no posee una historia en común si no que versiones contrapuestas de los hechos relevantes de su pasado, parece que en lo único que relativamente se han puesto de acuerdo es que el padre y la madre eran personas diametralmente opuestas, donde el padre creaba un mundo de fantasía para sus hijos, por otra parte tenemos a esta madre tiranica y despótica que de cierto modo me recordó a Bernarda Alba por el modo de controlar la vida y el destino de sus hijos, en especial el de Sonia. Que a mi parecer junto a Aurora son las mayores víctimas de esta historia.
Por otra parte creo que el libro queda en deuda respecto de Gabriel, nunca leímos su versión de alguna de las historias de su familia, solo logramos acercarnos a él a través de lo que cuentan sus hermanas y de los pensamientos de Aurora, pero por lo que se deduce esta conocía bien poco a su marido, a causa principalmente de que este muestra una careta frente a los demás.

En Lluvia finaLuis Landero no ha construido una historia al uso. La novela es la reconstrucción de un pasado a partir de las dispares e incoherentes versiones telefónicas de varios personajes marcados por la decepción o la idealización de una vida que pudo ser y no fue. Tres hermanos, con unas heridas emocionales imposibles de curar, buscan desde su particular recuperación del pretérito una justificación a sus vidas. En algún momento de la novela, se apunta que las palabras que construyen el pasado son más ciertas que la realidad en sí. Andrea, la hermana mediana, llega a afirmar, ante alguna incongruencia en sus versiones, que entonces “la realidad era mentira”. Cada uno se ha creado su propia versión del pasado a través de una narración repetida año tras año, y esa es para ellos la verdadera realidad. Así, episodios como el abandono de la madre, el suicidio o la muerte del gato, son hechos aceptados ya como verdaderos. El poder de la palabra y la narración son los que dan consistencia a los hechos, más allá de cómo estos ocurrieron.
Y aunque las palabras corresponden a los hermanos, la imagen de la madre es la que lo puebla todo. Acertadamente Landero no le concede apenas voz, pero su presencia es tan marcada, que llena toda la escena. Con su moño alto y sus labios apretados, representa una imagen actualizada de la Bernarda Alba de Lorca. Es dura, fría, calculadora… o eso nos hacen creer, pues nunca la vemos directamente con los ojos de un narrador externo. Ella marca la vida de los hijos y sus relaciones como hermanos, que han acabado enquistándose a lo largo de los años.
El foco de tensión de la novela es el cumpleaños de la madre. al inicio se anuncia la intención de celebrar una fiesta por su 80º aniversario. Ahí comienza a removerse un aire fétido que hasta entonces permanecía en cierto reposo. Según se aproxima la fecha va aumentando la tensión, que se mantiene hasta el final.
Lo más curioso es que, como lectores, no somos invitados directamente a esta fiesta por parte de un narrador objetivo, sino a través de la visión poliédrica y condicionada de los personajes participantes. Si acaso, podemos decir que la cámara nos coloca detrás de un personaje aparentemente secundario: Aurora, la cuñada, la hija política, la no contaminada por el pasado familiar.
Aurora, por su curiosa dote para escuchar, recibe el torrente de voces de los demás, convirtiéndose, a su pesar, en testigo de los hechos removidos del pasado. Como receptora de los distintos discursos, dispone poco a poco de todas las claves para interpretar la historia. Según avanza la novela, el torrente de confesiones y secretos desvelados va en aumento, así como los descubrimientos de personalidades ocultas. Poco a poco, Aurora va adquiriendo importancia, y hasta voz, una voz interior que la hace juzgar y no solo aceptar con tono conciliador las reyertas de los demás. Aurora, que lleva su propia carga (la hija) y sobre la que los demás van echando sin consideraciones todo el peso del pasado, se va convirtiendo en protagonista.
Y el mundo asfixiante, cerrado, en torno a este contaminado núcleo familiar, se abre hacia un final sorprendente, magistral. Son los efectos de un lluvia fina pero persistente.
La obra de Landero es también un retrato de la España de los años 70 y 80, una época marcada por la impronta de un pasado franquista y decadente junto al incipiente despertar juvenil ligado a la música rock. Aunque los sueños de infancia de los hermanos con ese futuro alentador nunca llegan a cuajar, lastrados por las cargas del pasado.

Sin duda, todo un ejemplo de sólida construcción argumental, asentada sobre unas vivas conversaciones telefónicas plagadas de giros coloquiales.
Muy recomendable, como toda la obra de Landero.

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Luis Landero nos trae una novela narrada por varias voces, a través de llamadas telefónicas, donde el punto de conexión es Aurora. Donde cada miembro de la familia, se desahoga contando su versión. Porque todos esconden secretos.
Porque, ¿quién no ha tenido un encontronazo con alguien de su familia? la novela se lee de un tirón, es amena, puesto que quieres saber la versión de cada miembro de la familia, descubrir los secretos que esconden, sus motivos, donde versa la culpa y la traición... pero el final de la historia es totalmente inesperado. Y eso, me ha trastocado.

Lluvia Fina es un puro crudo drama en toda regla. Recomiendo leer la novela, por supuesto, a los seguidores del autor, pero, sólo a ciertos lectores curtidos en sentimientos.
Enlace: https://namartaielsllibres.b..

Historia sobre desencuentros familiares, sencilla, cotidiana, dura. Va de menos a más, pero la calidad narrativa habitual de Luis Landero hace que la trama no pierda interés en ningún momento.
Nada es lo que parece en esta lluvia fina, que cae poco a poco hasta que llega a la parte final y se convierte en diluvio.

La que debería ser nuestra protagonista se llama Aurora, pero Aurora sabe escuchar (una capacidad que no muchos ejercitan hoy en día), y la han convertido en la eterna confidente, reduciéndola a alteridad. Son los demás personajes los que se adueñan de la historia, silenciando la voz de ella a través de relatos e historias del pasado, que son lluvia fina, que van calando (y calándola).

Landero narra a través de historias familiares una realidad que me es demasiado conocida como para resultarme soportable. Escribe muy bien, lo que viene a significar que me ha dejado con cierta sensación pegajosa al leerlo, de desagrado, de cansancio abismal, de desconfianza y hastío hacia las personas. Es un libro que se lee muy rápido, pero que agota.
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"Aurora no tiene ganas de volver a casa, de tener que contar, sonreír, explicar, escuchar, y luego leer y oír todos los mensajes, y contestar y devolver todas las llamadas, y escuchar una vez más las confidencias de cada uno (....) además de tener que comentar, comprender, moderar, orientar, consolar, condolerse, alegrarse...."

Me ha gustado mucho la manera de escribir de Luis Landero, es un maestro, pero me ha gustado mucho más su capacidad para señalar la trastienda del alma humana, que puede llegar a ser tan siniestra como pudiera serlo la trastienda de una tienda de juguetes.

"Lluvia fina" podría ser un manual sobre cómo destruir las ilusiones, los sueños y la buena fe. Se destruyen así, como moja la lluvia fina. Poquito a poco. Y los efectos son irreversibles.

Circula una frase por las redes que dice que hay que tener cuidado con los niños, porque contienen sueños. Pues eso, mucho cuidado. Tal y como dice Landero, las palabras no son inocentes y no se las lleva el viento.

Segundo libro que leo de este autor, y segundo libro que me ha encantado. Otra vez Luis Landero me ha sorprendido con una novela que podría ser la historia de cualquiera de nosotros, de nuestra familia.

Una historia en la que puedes sentirte uno más de los protagonistas, ya que aparecen unos personajes totalmente cotidianos que se pueden encontrar en cualquier familia común.

Todo comienza cuando Gabriel decide preparar una fiesta y unir a su familia para celebrar el ochenta cumpleaños de su madre. A raíz de aquí, vamos conociendo poco a poco a las diferentes personas que componen la familia, usando como punto de unión a Aurora, la mujer de Gabriel, a la que acuden todos como persona de confianza para contarles sus frustraciones y rencillas que existen entre ellos.

Con las declaraciones de cada uno de ellos y usando multitud de diálogos, vamos poco a poco conociendo a cada uno de los personajes, entrelazándose las historias de unos con las de otros.

Me sentí bastante identificado con la novela ya que pienso que en todas las familias existen secretos, envidias, y choques entre unos y otros, siendo silenciadas a veces las pequeñas rencillas que existen.

En resumen, una lectura bastante amena y ágil que va generando intriga al ir uniendo poco a poco las piezas del puzzle que nos propone el autor, usando la versión de la historia de cada personaje.
Enlace: https://www.mrwonderbook.com..

Lluvia fina es ese tipo de libros que te atrapan y sin proponérselo te llevan de la mano recorriendo un sendero cuyo hilo conductor es la psicología de cada uno de sus personajes
Creo que es casi imposible mientras uno lo va leyendo no recordar alguna historia de familias que ha conocido o que le han contado
Miguel Landero tiene una pluma sensible , de exquisita prolijidad literaria
Para quien le interesa adentrase en la emocionalidad de los personajes de este libro , lo super recomiendo