Nuncanoche

Soy consciente que esa pose de princesa listilla con lengua afilada es sólo que han entrado en acción tus técnicas naturales de autodefensa.

No retrocedas. No tengas miedo. No olvides...

Tú y yo recorremos el camino de la sombra. Y si danzas en él como es debido, nadie sabrá jamás tu nombre... Serás un rumor. Un susurro.

Los libros que amamos nos aman a nosotros. Igual que nosotros dejamos nuestra señal en sus páginas, esas página dejan su señal en nosotros. Lo veo en ti, igual que lo veo en mí mismo. Eres hija de las palabras. Una chica con una historia que contar.

—Pero —añadió el anciano, mirándola de arriba abajo— tú tienes pinta de no ser ajena a la letra escrita. Se te nota. Tienes palabras en el alma.
—¿Palabras en el alma? —Mia dio un bufido—. ¿«Quémese después de leer»?

A veces la debilidad es un arma, si eres lo bastante lista como para usarla.

—El toque suave. La mirada que permanece. Los susurros de nada que lo significan todo. Esas son las armas que voy a entregarte.

—No todo lo muerto muere de verdad.

(...) cuanto más brillante es la luz, más profundas son las sombras…

para dominar la oscuridad de fuera, antes debes afrontar la oscuridad de tu interior