Tú y yo, invencibles

Tener delante a un desconocido era como mirar un lienzo lleno de colores y trazos e intentar descubrir qué significaba cada línea, las salpicaduras y las sinuosas formas.

Y la admiración, como descubrí con el paso del tiempo, es el abono del que se nutre una buena relación.

Creo que adopté de ella la costumbre de ser un ave migratoria: alguien me dijo una vez que a pesar de volar lejos siempre vuelven al nido.

Puedes joderme una vez, pero no voy a dejar que me jodas una segunda.

, le pregunté al salir de la última consulta mientras me acompañaba a la parada del autobús. Y Lucas me contestó:.

“Sé que soy un paréntesis- ¿Qué quieres decir? - Justo eso, que aparezco en medio del texto, pero no soy determinante, tan solo una interrupción abrupta y momentánea”

Las malas personas nunca sospechan que lo son, ahí reside precisamente su peligro

Yo no es que fuera un gurú de las relaciones, pero siempre he tenido claro que ocultar, engañar o incluso traicionar a uno mismo no suele ser grandes aliados

Niños pequeños, pequeños problemas, hombres grandes, grandes problemas

Solo los niños son puros. Solo ellos desconocen la diferencia entre el bien y el mal, ajenos a envidias, tensiones y odio.