Nosotros en la luna

Esta es de las lecturas que te da pena que se acaben, ya antes de que saliera tenía mi preorder echa para no perder el día de lanzamiento. Y los días anteriores no había empezado con ningún libro, esperando concentrada para dedicarle mi tiempo a la pluma de Alice y no hubo decepción, ya en las primeras páginas sabía que iba a ser toda una experiencia y un amasijo de recuerdos, los míos, leer esta novela.

Alice Kellen es una de las escritoras por las que me vicie con ganas a la novela romántica y con este libro ha demostrado una vez más que cuando se trata de vivir con lo bueno y lo malo, que eso supone, ahí está ella para hacérnoslo sentir con sus letras.

La historia es la de dos personajes, de ese “nosotros” y de esa luna.

De Ginger, a la que el novio con el que lleva desde siempre la acaba de dejar, aturdida con su mochila, compra un billete de avión de ida y vuelta al primer destino que se tercia, en este caso París. 24h que van a cambiar su vida por completo.

Ella, la chica ordenada, que tenia casi toda su vida atada, de repente se encuentra en una estación de metro de París aturdida, porque había llegado hasta ahí pero no había pensado en lo que haría después.

Es cuando el destino la cruza con nuestro protagonista masculino Rhys, un tío que parece muy seguro de sí mismo en un principio, pero que a lo largo de la historia veremos como estará sumergido entre la euphoria, el desespero y la inmadurez.

24h en París y un email tatuado a bolígrafo en el brazo de Rhys, serán los protagonistas de esta historia sobre todo de una amistad profunda entre dos personas, que acabarán por conocerse y cuidarse en la distancia.

Todo enlazado como Alice sabe hacerlo, a través de la historia del principito, uno de esos cuentos sabios de niños y de no tan niños que forman parte de la librería de la vida.

Lo dicho una historia preciosa que sucede a lo largo de mucho tiempo, por lo que te permite crecer con ellos, que te hace viajar, enamorarte de los personajes, para mí personalmente como he comentado antes me ha traído muchos recuerdos de juventud, por eso la he sentido tan cercana a veces hasta identificada, pero aun así es sin duda una de esas novelas que no puedes dejar de leer, porque si eres amante de la novela romántica te va a encantar.
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Ginger y Rhys se conocen de manera casual en París y a partir de ese momento sus vidas van a estar conectadas.
A través de los años mantienen el contacto por medio de emails, y de esta manera los vamos conociendo al mismo tiempo que ellos se conocen.
Se convierten en amigos indispensables el uno para el otro, en esa persona a la que te apetece contarle lo bueno y lo malo que va ocurriendo en tu vida.
Durante todos esos años apenas se ven en contadas ocasiones y no siempre con un final agradable para alguno de los dos, pero van consiguiendo superar todos esos altibajos en su amistad.

Ha sido un libro que en algunos momentos me ha resultado lento. Capítulos y capítulos de emails en los que no ocurría nada destacable, partes en las que los personajes no evolucionaban ni aportaban emoción a la trama, pero no quería abandonarlo porque esperaba algún giro que me reconciliarse con la historia y le pusiese emoción...cosa que no ha ocurrido.

La autora tiene un estilo delicado, suele gustarme su manera de escribir, pero esta vez me ha faltado algo y el libro ha sido una pequeña decepción.

Este fue el primer libro que leí de Alice, qué mejor momento que en una cuarentena donde debo reconocer que devoré el libro en 2 días. Soy muy fan de las historias de amor pero esta es diferente a todas las que he leído y creo que por eso se convirtió en mi libro favorito. Mientras lo leía me he sentido como Ginger en muchas ocasiones, intentando tener todo el futuro planeado pero también me ponía en la piel de Rhys en momentos donde estaba totalmente perdido. Nunca me había emocionado tanto leyendo pero con esta historia no podía parar de llorar, fue como vivirla en primera persona. Cuando un libro te enseña algo, te sientes completa y yo con este libro me he sentido así. La forma de escribir de Alice es como un imán, te atrae y no puedes escapar de él.
Ojalá no deje de escribir historias tan maravillosas como esta.
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Ha terminado siendo una buena lectura a pesar de todos los sentimientos encontrados que he tenido. al principio amé el libro, a la mitad me dieron ganas de dejarlo, y luego volví a engancharme totalmente, y valoro mucho que un libro te produzca tantos sentimientos. ⠀
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Los capítulos son muy ligeros y fáciles de leer, ya que son cortitos y hay varios tipos de narración y personajes que lo hacen.⠀⠀
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Desde mi punto de vista este libro tiene un fallo grande, ya que los emails que se envían los protagonistas no tienen fecha ni hora, y he estado desde el principio hasta el final muy perdida con el tiempo que va pasando.⠀⠀
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Lo mejor para mí, sin duda, han sido las referencias a mi libro preferido, "El Principito", porque creo que solo los que amamos este libro podemos llegar a comprender lo acertadas que son determinadas citas en las situaciones que hay en la historia. Creo que aquí la autora ha hecho un trabajo muy bueno y me ha ganado un poquito más por ello. Además, he notado una pluma más sensible y profunda con respecto a otros de sus libros, y ha sido una grata sorpresa. ⠀⠀
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Ginger no es de hacer locuras, de hecho es una chica formal que intenta seguir el rumbo que todo el mundo espera que siga. Pero cuando su novio de toda la vida le deja, decide volverse loca, comprar un billete a París e intentar olvidar, por unos días, lo que le espera en Londres.
Pero el destino, la falta de habilidad de Ginger con el francés y una máquina para comprar billetes de metro muy complicada, hace que conozca a Rhys, quien va dando tumbos de un lado para otro sin tener muy claro lo que quiere, sin responsabilidades, sin un objetivo fijo. Todo lo contrario a ella.
Ahí surge una amistad que ambos intentan mantener por correo electrónico, pero la distancia y una pantalla no siempre es el mejor aliado para comunicarse, para expresarse, para darse cuenta de que lo que se forja entre las líneas de sus emails es algo más que amistad.
Esta nueva novela de Alice Kellen mezcla la narrativa con la epístola (en el que la historia se cuenta por medio de cartas, correos, notas…). Si bien en un principio no conseguía conectar con la historia, poco a poco te va enganchando.
Cuando comencé a leer, fue chocante que, casi desde la primera página, ya se viese la increíble conexión que se crea entre ambos protagonistas. En otras palabras, algo que en las novelas ocurre hacia la mitad del libro, aquí viene de golpe y porrazo nada más abrirlo. También me chocaba mucho lo de los correos. Escribir la historia así no da pie a diálogos dinámicos, a esa sensación de que podría ser algo que ocurre en cualquier conversación.
Sin embargo, conforme vas leyendo la historia comienza a hilarse, comienzas a querer saber qué pasará ahora y cómo será la reacción de los protagonistas ante los detallados emails que se envían.
Y es que tanto Ginger como Rhys son enrevesados, cada uno a su manera. Ginger es muy metódica, siempre queriendo hacer lo que se espera de ella que haga. No llegué a identificarme con ella por completo, pues a lo largo de la trama continúa tropezando siempre con la misma pared: Rhys. Es un chico al que le gusta tanto la vida y su independencia que lo antepone a cualquier otro aspecto, incluida Ginger. Y aunque en la historia descubrimos que ha pasado por momentos familiares que no le han sido fáciles, es un personaje bastante inmaduro y algo autodestructivo. de hecho, se hace repetidas alusiones al cuento de Peter Pan, un niño que no quería crecer. Cuando cualquiera hubiese cortado esa “amistad”, Ginger sigue adelante, perdonando ciertos comentarios y en cierto modo esperando siempre más de él.
Sin embargo, como os digo, la historia en sí es bonita, se cuece a fuego lento hasta que al final estalla. Es una novela emotiva, fácil de leer, y con maravillosas reflexiones, tal y como la autora nos tiene acostumbrados.
Se ve que a pesar de todos los obstáculos, Rhys y Ginger se hacer volar hasta la luna mutuamente.
¿Y tú? ¿Quieres volar a la luna?
Pues ya sabes lo que hay que hacer para saber cómo.

Es de eses libros que no sueltas, te atrapa en el de una forma, que sientes cada una de las emociones que sienten Rhys y Ginger, porque si, las vas a sentir y sin querer. Es de eses que sabes que vas a recurrir a él más de una vez, no sólo por las maravillosas reacciones que te hace sentir. Si no porque te marca. Si si señor@s marca. Si queréis una historia tal cual os acabo de describir, este es vuestro libro.

Para empezar os diré que tengo sentimientos encontrados con este libro.
La escena inicial me gusto muchísimo; y poco a poco iba enganchándome el libro y adentrándome en la historia; pero a medida que iba leyendo, me iba creando expectativas de qué quería que ocurriera y no era así. Pequeñas decepciones.

Los personajes son muy diferentes entre si. Rhys es espontáneo, libre y vive la vida al día. Ginger es aplicada y correcta, preocupándose por su futuro. Su manera de comunicarse, a través de correos electrónicos, a momentos se me hacía pesada, pues había ocasiones en las que no se decía nada importante.

Es un libro que me ha hecho soñar mucho.
A medida que iba leyendo el libro, me imaginaba en una playa, por la noche, nadando y paseando. Y el final... no ocurrió como lo esperaba. Una pequeña decepción. Eso sí, me falto el sentimiento que sentía cuando leía la trilogía Volver a ti.

Hay novelas que en cuanto las acabas sabes que jamás podrás olvidarlas porque han dejado en ti una huella imborrable. Novelas que, aunque estemos a principio de año y aún quedan muchas buenas historias por leer, sabes que van a ocupar el podium de tus mejores lecturas del año, del lustro, de la década... Nosotros en la luna de @alicekellen_ me ha hecho suspirar, casi llorar, reír de alegría, ilusionarme y temer.

Si os soy sincera, empecé este libro con mucho miedo. Ya había leído antes a la autora con dos libros bastantes diferentes entre sí en cuanto a trama. Uno de ellos me gustó un montón y el otro todo lo contrario, así que este libro iba a ser el definitivo para seguir animándome a leer a la autora o dejar de intentarlo. Ahora mismo, no tengo muy claro si seguir leyéndola. El libro me ha gustado, sí. También es bastante entretenido, pero ha habido algunas cosas que no me han gustado especialmente.

Ginger es una joven de veintitrés años que tiene la vida calculada al milímetro y no le gusta demasiado salirse de los planes, pero un día su novio le deja después de cinco años saliendo con ella sin absolutamente ninguna explicación excepto la de que necesita vivir un poco nuevas experiencias. Ante esto, ella decide coger un vuelo a París desde Londres para pasar un día. Está intentando sacar un billete de metro cuando aparece un misterioso chico, Rhys, que además de simpático, le invita a pasar la noche junto a él en la ciudad de luces. A la mañana siguiente, cuando se despiden, en un acto de locura Ginger le escribe en el brazo su correo electrónico y a partir de entonces empezarán una relación de amistad a través de e-mails.

Una de las cosas que más me sorprendió es que una gran parte de la narración está contada a través de correos electrónicos. Me ha gustado mucho porque llegas a conocer muy bien a los dos personajes a través de las cosas que se cuentan y está muy bien diferenciado cuando envía correo uno u otro. Aunque no he notado mucha diferencia en las escenas narradas por un personaje u otro. Cada uno vive su vida, pero creo que la forma de contar algunas cosas era bastante similar. Eso no quita que haya disfrutado del libro porque es bastante adictivo y las partes de los correos electrónicos consigue que sea más ligero de leer.
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Rhys y Ginger se conocen en la ciudad de la luz París y no se imaginan que sus vidas se unirán para siempre a pesar de la distancia y su diferencia de caracteres.

Ella vive en Londres pero se siente muy perdida sin tener claro sus metas y sueños, después de dejarlo con su novio decide cometer una locura y cojer el primer vuelo a cualquier destino. Él es un culo inquieto y no para de viajar de un lugar a otro sin rumbo.
Después de pasar menos de 24h juntos en París, su amistad va creciendo cada noche mediante e-mails llenos de confidencias y reflexiones profundas entre ellas hacen mención a El Principito.

Es una historia preciosa, emotiva de crecimiento personal entre dos personas que surgió la chispa nada más que se encontraron. En ésta novela viajaremos por París, Londres, Australia, Los Ángeles e Ibiza a lo largo de sus 7 años de amistad, amor, desamor, dudas...
He sufrido cuando se toca un problema grave de uno de los personajes en la novela y en otros le hubiera dado una colleja a Rhys por no ver que "lo esencial es invisible a los ojos"
Ginger es toda dulzura, comprensiva, leal y va madurando poco a poco con los años y volviéndose más fuerte.