Inocencia interrumpida

En 1964, Susanna Kaysen de 18 años, es internada en un hospital psiquiátrico, donde pasaría dos años. ‘Inocencia interrumpida' son las memorias de la autora narrando sus experiencias durante ese tiempo.
 
Veinticinco años después de su salida del centro, Kaysen se siente al fin preparada para sentarse y escribir sobre un momento que un punto de inflexión en su vida. En las páginas de este libro, encontraremos si, el día a día en sus años interna pero también, qué la llevó allí y qué viene después. La vida no es como una peli de Disney dónde una vez superada la adversidad todos son felices. ¿Qué pasa luego?
 
La narración en primera persona que es intrínseca a unas memorias funciona en este caso como el canal perfecto para despertar tu empatía. Ves la vida desde los ojos de alguien que está sufriendo un trastorno de salud mental: la angustia, el miedo, las dudas, los pensamientos recurrentes de alguien que cree estarse volviendo loco (en palabras de la autora).
 
Es brutal como consigue con una narración sencilla, cercana y nada exigente, una imagen tan vívida de lo que vivió y, sobre todo, de lo que sintió. Además, los capítulos se ven complementados con diferentes informes médicos reales que nos permiten ver cómo se la veía desde fuera desde el punto de vista de enfermeras, médicos y psiquiatras. Vivimos en una realidad donde los tabúes sobre salud mental están desapareciendo poco a poco (¡ya era hora!) y esta novela me ha parecido magnifica para romper prejuicios y para ver desde dentro cómo alguien vivió una experiencia así.
 
El texto no busca dramatizar, ni por el contrario endulzar una situación, si no mostrar tal cual, cómo ella vivió un momento de su vida, así como las reflexiones que le han surgido con el paso del tiempo. Es genial ir viendo en diferentes capítulos, que no siguen un orden cronológico, como ciertos momentos son vistos e interpretados de forma diferente por Susanna cuando los vivió y cuando los recuerdas y los ve con la perspectiva de no encontrarse inmersa en una crisis de trastorno de salud mental.
 
Además de a la protagonista, en las narraciones de los días en el hospital, conoceremos a un grupo de internas de esos de los que te gustaría leer un libro de cada una. ¿Estarán bien? ¿Cómo fue el resto de sus vidas? ¿Cómo sería su relato de aquellos días? Con estas mujeres se explora un amplio espectro de situaciones vitales y también trastornos que permiten conocer de cerca realidades muy diversas.
 
Aunque hay partes muy duras y descriptivas, no se recrea en escenas que te hacen querer cerrar el libro. Aun así, cada uno tiene su sensibilidad y bagaje, por ello, prefiero avisar que trata temas como el suicid*o. 
 
Es extraño decir que se ha disfrutado una novela donde alguien cuenta momentos duros de su vida, pero ya sabéis a lo que me refiero. Merece mucho la pena leerlo.

INOCENCIA INTERRUMPIDA
Susanna fue ingresada en un centro de salud mental, en aquel entonces un manicomio, con tan solo 18 años.
Eran los años casi 70, y por ese mismo psiquiátrico pasarían personalidades como Sylvia Plath o Ray Charles.
Ella misma nos cuenta su historia, ya que 25 años después de aquello era una escritora, que a veces sigue luchando consigo misma por discernir entre la cordura y la locura.
Su historia dentro del psiquiátrico, y sus relaciones con las otras internas con diferentes patologías ocupan gran parte del libro. Aunque se pueda pensar que es de extrema dureza no lo he percibido así. Es decir, evidentemente el tema es duro, pero creo que Susanna podría haber sido más “morbosa” y recrearse en situaciones más extremas que seguramente vivió. Tal vez pretende que se nos llegue incluso a olvidar (me ha pasado en algún momento) que son un grupo de chicas internadas en un psiquiátrico.
A partir de la historia en sí, Susanna reflexiona sobre la delgada línea de la cordura y la locura, la relatividad de los conceptos en función de quién, cómo y cuándo se analicen.
En sus estudios sobre su diagnóstico cuando recibe el alta, por ejemplo, reflexiona sobre la siguiente aseveración que encuentra:

Me he dado cuenta que sin pretenderlo tengo en los próximos meses lecturas previstas sobre salud mental, además de esta tengo en la mesita de noche La campana de cristal de Syvia Plath y El papel pintado amarillo de Charlotte Perkins. Cuando los lea triangularé las historias y valoraré cuál me ha gustado/llegado/impactado más.

✍ Susanna Kaysen
📖 Leído en ebook, 151 páginas
📚@bigsureditorial

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¡Qué enganche!
Este es un libro que está escrito magistralmente y que te hace sentir protagonista o en todo caso padecer por ella.
Te hace dudar en todo momento sobre la cordura de ésta. ¿Es un error que esté allí? ¿Ha perdido la cabeza por estar allí o está allí por haber perdido la cabeza? Esa cuestión la repites una y otra vez durante la lectura.
Por otro lado, te añade informes médicos entre capítulos que yo no he podido disfrutar por el hándicap de no defenderme con el inglés pero que una persona ducha en la lectura en ese idioma seguro que va a disfrutar porque contradicen lo que ella cuenta.
Todo el tiempo lees su versión y aunque ella te cuenta qué piensan los médicos y enfermeras, no es lo mismo que leerlo de primera mano, seguro. de todas formas, ha sido una maravilla de lectura. de esas que se quedan y dan vueltas por tu mente volviendo una y otra vez a la superficie para quedarse rezagadas otro tiempo a la espera de que bajes la guardia y volver a hacer runrún.
Pero como en muchas lecturaa ha habido un pero. Ese pero ha sido el final. No es mal final pero tampoco es un gran final. Es un final, simplemente. Supongo que por lo genial del planteamiento y del cuerpo de la novela, esperaba un desenlace más intenso y por eso me ha quedado diríamos, corto. Pero vaya, haciendo valoración total del libro, no lo desmerece en absoluto.
Si te atraenas enfermedades mentales, es tu libro.
No pienses que por no leer biografías y autobiografías no te va a gustar, yo tampoco las leo. Tampoco lo parece. Quiero decir, es un historia que por el punto de humor que le pone la autora perfectamente podría ser una novela de ficción.
Muy buena lectura y muy interesante. No dejes pasar la oportunidad de vivir en una clínica psiquiátrica privada.

Han tenido que pasar 30 años para que traduzcan este libro, esta maravilla al Español. ¿De verdad hacía falta tanto?

Susana Kaysen nos relata su experiencia ingresada en el hospital McLean después de un intento de suicidio, donde le diagnostican "borderline personality", hoy conocido como Trastorno Límite de la personalidad.

Nos muestra sus sentimientos y pensamientos a través de los diarios que escribe en su ingreso. Reflexiona sobre las terapias que recibe, y lo que supuestamente es el trastorno, desde la perspectiva médica pero también desde la suya propia como paciente. Llega a reflexiones muy profundas y avanzadas en su tiempo, teniendo en cuenta que su ingreso fue en 1968, las cuales coinciden con las opiniones que hoy día alzan la voz los colectivos activistas de personas psiquiatrizadas, que hoy día nos parecen tan novedosas y rompedoras, pero no, Susana ya se las planteaba hace más de 50 años, planteándose su propio diagnóstico, como muchas nos lo planteamos día a día.

Todo ello lo intercala con sus vivencias con sus compañeras de ingreso y la relación con médicos y enfermeros con un ironismo inteligente.

También nos desvela su vulnerabilidad, sus fragilidades en sus pensamientos tan volubles, el sin sentido que siente por la vida, los rasgos ansiosos y obsesivos que le llevan a sufrir crisis de despersonalización las cuales relata en primera persona con sumo detalle.

El libro difiere en muchas cosas con la película, la cual es víctima del marketing cambiando la historia a su antojo para añadir maldad sobre algunos personajes como Lisa. En el libro aparecen más personajes, más experiencias cuestionandose siempre el sistema penitenciario, digo el sistema psiquiatrico, nótese mi sarcasmo, en las alas de psiquiatría.

Es un libro con el que es imposible no empatizar si sufres un trastorno como Susana, y más si has pasado la experiencia de un ingreso, haciendi que tu mente viaje para recordar tus propias vivencias de nuevo. Los diarios y la vida de Susana te colman de comprensión y compañía, fascinandote con su inteligencia y el planteamiento de la vida hasta el punto de desear conocerla.

Deli Delicious

Este libro abre puertas a nuevas dimensiones. A nuevas realidades que solemos ignorar, condenar y estigmatizar.

Por eso es tan importante saber de ellas, en este caso leerlas, de la mano de un libro que se lee de manera fluida y que Susanna relata en primera persona lo que ocurre de puertas para adentro en un hospital psiquiátrico cuando estás internada en él. Es tan autobiográfico que hasta aparecen sus propios informes psiquiátricos.

Susanna estuvo internada desde los 18 a los 20 años en el Hospital McLean (por el que pasó Sylvia Plath, por cierto) diagnosticada del Trastorno Límite de la personalidad. de ahí su título “inocencia interrumpida” porque parte de su juventud le fue arrebatada.

Creo que lo mejor de este libro es la narración no cronológica y tan natural de distintos sucesos que ocurren dentro de un psiquiátrico donde el ritmo y la vida van por otros cauces. También podemos leer a cerca de las compañeras y amigas de Susanna: Lisa, Georgina, Polly, Daisy, Torrey o Allce. Digamos que cada una convive con su enfermedad, de tal manera que puedes encontrarte ante un mosaico de distintos diagnósticos psiquiátricos. Saber cómo se percibe el mundo a través de ellas.

Creo que lo que más me ha gustado es el tono de tú a tú del libro. Sus tintes sarcásticos y, sobre todo, críticos en cuanto a los diagnósticos y sus procedimientos.