- ¿Por qué me miras de ese modo? - Qué belleza. - Si, es muy bello - respondió Chieko, deteniéndose para mirar hacia abajo el río Kiyotaki -. Pensé que el verde sería más vívido, pero es fresco, ¿verdad?. - Yo... - Masako trató de ahogar una sonrisa - . Chieko, me refería a ti. Chieko no respondió. - ¿Por qué ha nacido una muchacha tan bella? - Oh, basta ya. |