Otra vida por vivir

"La conclusión es muy simple.
Cuando sabes lo que quieres decir, puedes decirlo en todas las lenguas que conoces.
También puedes guardar silencio en todas las lenguas que conoces.
Pero cuando no tienes nada que decir, lo dices mejor en tu lengua materna." (Pág.154).

"La conclusión es que las personas envejecemos y que es mejor envejecer trabajando. Y sin embargo yo, en vez de seguir escribiendo contra viento y marea, ya no podía ni quería escribir.
A mis veinticinco años, cuando me pregunté cómo viviría mi vida, la respuesta fue . A los setenta y siete la pregunta volvió. ¿Cómo viviría la vida que me quedaba? Y la respuesta era, cada vez con más frecuencia, ." (Pág.79).

A mis veinticinco años, cuando me pregunté cómo viviría mi vida, la respuesta fue "yéndome". A los sesenta y siete la pregunta volvió. ¿Cómo viviría la vida que me quedaba?. Y la respuesta era, cada vez con más frecuencia, "volviendo".

Esa era la hora de la poesía. El alba. El amanecer. El resto del día era para los prosistas. 

Quien pueda dejar de escribir, debe hacerlo

"Yo quería que todo siguiera siendo como antes. Ese es uno de los dramas del expatriado. Sueña con volver a lo que dejó. Pero eso ya no existe más que en su empañada memoria.
---No se puede volver." (Pág.116).

"A veces tengo la impresión de que la vejez tiene un sentido: que alcancemos s arrepentirnos de lo que hicimos y no hicimos en la juventud." (Pág.86).

La emigración no me había hecho escritor. Yo no era el resultado de determinadas circunstancias, sino de la confrontación de ciertas circunstancias.

Yo quería que todo siguiera siendo como antes. Ese es uno de los dramas del expatriado. Sueña con volver a lo que dejó. Pero eso ya no existe más que en su empañada memoria (…). No se puede volver