Timandra

"Me llamo Timandra. Mi nombre significa la que honra al hombre. Soy hetera". Hetera era el nombre que se daba en la antigua Grecia a una clase distinguida de mujeres libres, que ejercían funciones de artista, prostituta y acompañante. Podían llegar a alcanzar una elevada posición social.

Desde un inicio tiene claro su destino, seguir los pasos de su madre, la bella Teodoti que la inicia desde muy joven en el arte de la seducción además de ser instruida por su maestro Midas. Muy pronto conocerá a Alcibíades, con quien mantendrá una relación abierta basada en el deseo y atracción entre ambos.

Alcibíades era una persona carismática, impetuosa y muy popular. Con un físico imponente y habilidad para ganarse adeptos y algún enemigo que otro, amado y deseado tanto por hombres como por mujeres, no tardo en escalar posiciones hasta llegar a encabezar al ejército ateniense en sus disputas bélicas, especialmente en la guerra del Peloponeso contra Esparta. Posteriormente traiciona a su gente para unirse a los espartanos y finalmente a estos para apoyar a los persas. Lo más sorprendente es que finalmente se cierra el círculo y regresa a Atenas, donde es perdonado y vuelve a encabezar su ejército.

En el libro se hace un retrato de las costumbres, rivalidades políticas y relaciones personales de la Atenas del 450 a. C. donde aparecen entre otros Pericles, Sócrates y Platón, todo ello narrado en primera persona por Timandra, aderezado por sus propias reflexiones y enriquecido con alguna que otra cita de las principales figuras de ese tiempo.

Me ha gustado la mezcla entre recreación histórica y desfile de personajes de la época desde la mirada de Timandra aunque la parte de la cabaña de Frigia no acabó de convencerme.

¿Que pasó en la cabaña de Frigia?... Para descifrar ese misterio será necesario leer el libro 😉

Un día más, nos encontramos con una gran e intensa obra de un importante escritor. Como el título nos indica, así es como la mujer, que en primera persona narrará la historia, es Timandra, un personaje real e histórico, que vivió en el siglo V a. C., aunque evidentemente, permanezca en el olvido.

Sin embargo, en esta gran novela, ella tendrá todo el protagonismo y la vamos a encontrar narrando la vida de la Atenas de su época y su tiempo, cuando florecían las artes, la filosofía o la retórica, donde brillaban las voces de Sócrates, Euripides y Platón así como los discursos de Pericles.
Aunque también, los enfrentamientos entre atenienses y espartanos y sus batallas, pues es la etapa de la guerra del Peloponeso.

Y sobre todo, iremos conociendo su vida y sus orígenes, su madre, Teodoti, una gran mujer, amiga de Sócrates, era una hetera o hetaira, o como se explica en la obra, una vendedora de placer, y ella, Timandra, también lo será, aunque educada y muy bien instruida, tuvo como maestro a Midas para ser, además, libre.

Nos narra sus vivencias en un ambiente de poder, conocimientos y grandeza, en una gran etapa de la historia griega y donde ella puede, a pesar de ser mujer, demostrar sus pensamientos, convivir y ser escuchada, es inteligente y además posee belleza.

Y, sin embargo, junto a todo ello, nos irá desvelando lo más importante, nos habla sobre su gran amor, el amor que sintió y tuvo por el gran héroe y gran guerrero, también inteligente y bello, Alcibíades. El amor y el deseo que durante mucho tiempo supo dar y mantener siendo amada en total libertad.

También asistiremos a las grandes reflexiones que a través de Timandra, siempre estarán presentes, se preguntará sobre las diferencias sociales, sobre la situación de las mujeres, sobre la fugacidad de la vida, sobre las pasiones humanas y sobre todo, sobre qué es y cómo se vive el amor, cómo reconocer las diferencias entre lo que es el erotismo, la pasión y el amor.

¿Lo tenemos claro? Yo creo que son invitaciones continuas para la reflexión, que acompañarán nuestros pensamientos en el intento de llegar a comprender todas las cuestiones provocadas y trasladarnos al mundo de Timandra.
Un mundo lejano en el tiempo pero muy cercano a nuestra realidad actual.

Y todo ello escrito con una excelente prosa que nos invita a seguir leyendo, a la vez que vamos asistiendo y admirando, los grandes conocimientos sobre la historia, sobre el arte, sobre la filosofía y los mitos, que acaparan también nuestra atención. Encontramos el miedo, el tiempo y la muerte. Nos adentramos en la caverna de Platón para salir de nuevo con muchos más descubrimientos.

Y, claro, no puedo dejar de decir el gran acierto y el reto que supone escribir desde el punto de vista y la situación de una mujer, siendo un hombre. Creo que esto lo comentó el propio autor en alguna entrevista.

Una cometa sube hacia el cielo porque el viento la impulsa y allá arriba las corrientes cambiantes del viento, desplegarán su danza, creando una coreografía de libertad, inteligencia y belleza, de innata elegancia.

Los de abajo, los pegados a la tierra, tendrán que alzar la cabeza para que sus ojos puedan ver como baila la alegría de la pasión.
Y seducidos ya como están sus oídos, serán capaces, ahora, de escuchar una música que no suena, una música ululante que también a ellos los va a reclamar para la dicha de la vida, del amor y de la dulce y armoniosa sabiduría.

Esa cometa, que en el cielo danza, es para mí, después de la lectura que me cuenta Theodor Kallifatides, la representación más plausible de Timandra.

Una maravillosa lectura.

En una de las épocas más hermosas de la Grecia Clásica,Atenas 450a.c. conoceremos a Timandra,hetera,algo similar a las gheisas japonesas,mujer de compañía,que es iniciada en el oficio por su madre una mujer bella ,pero más bella es su hija, que recibirá una gran cultura de su maestro Midas.Se convertirá en una mujer culta ,muy hermosa,muy sensualidad.Se codeara con la flor y nata de Atenas,con los filósofos Pericles,Socrates,y Platón. Conocerá al apuesto y codiciado Alcibiades,del que se enamorará perdidamente con el que mantendrá una relación abierta, una relación que perdurará en el tiempo.
Viviremos las Guerras del Peloponeso entre Atenas y Esparta y posteriormente entre Atenas y Persia,donde Alcibiades ,el apuesto general,querido por todos,supo mostrar sus dotes de líder,en cada momento de las guerras,llegando incluso a cambiar de bandos en libre albedrío, como una hoja a merced del viento.
Todo estas vicisitudes al lado de El siempre la figura amorosa y complaciente de Timandra.
Es una novela muy intimista,con una prosa culta y hermosa,porque al fin y al cabo,es una gran novela de amor narrada por la voz pooetica de la misma Timandra,la voz de una mujer enamorada hasta el fin de los tiempos.

En el siglo V a.C., Grecia vivía una de sus épocas más convulsas: la guerra del Peloponeso que dividió el país entre atenienses y espartanos y los seguidores de unos y otros. En paralelo, Atenas era la ciudad más importante donde florecían el comercio, las artes, la filosofía… Una ciudad que contaba con teatros, palacios, escuelas, etc. y en la que podías pasearte por sus calles y encontrarte personajes tan ilustres como Protágoras, Platón, Eurípides, Pericles, Sócrates… o Timandra.

Timandra dice de sí misma, “yo era un elemento decorativo en el mundo de los hombres”, y es que Timandra era ‘hetera' (“hetaira” o compañera), mujeres de compañía cultas e instruidas cuya compañía era requerida por los altos cargos y personalidades de la antigua Grecia. Fue de su madre, Teodoti, de quien hereda la condición de hetera y de la que, desde su infancia, aprende todo lo necesario para alcanzar el prestigio que otorgaba esta posición. Y precisamente sería en su infancia cuando conoció al hombre al que dedicaría su vida: Alcibíades, político y militar ateniense de la época.

Varias décadas después, cuando la guerra del Peloponeso puso fin a la prosperidad y brillo de Atenas, Timandra y Alcibíades se refugian en una cabaña de Frigia ante lo que parece una muerte segura. Fuera del pequeño refugio acechan los enemigos de Alcibíades y mientras éste duerme durante la noche, Timandra nos sumerge en sus pensamientos y las decisiones que durante su vida la han llevado a ese preciso momento.

Así, #Kallifatides le da voz a #Timandra, quien en primera persona y a través de un estilo elegante y fluido hace un repaso de su vida en el que, desde mi punto de vista, todo gira en torno al personaje de Alcibíades. Según avanzaba en su historia, y tras su lectura, no puedo evitar pensar que la voz de Timandra es tan solo un instrumento y que, como ella misma sentenció de forma certera, “La Historia se olvidará de mí, pero a él lo recordará”.
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"Timandra" de Theodor Kallifatides
Nos encontramos en plena guerra del Peloponeso. Atenas y Esparta comienzan una guerra que se alargará durante casi treinta años. La bella Timandra, hija de Teodoti, también hetera, comienza su narración desde una pequeña cabaña de Frigia, donde vivió su niñez. Y así, aprende de su madre y pronto, conoce al bello Alcibíades, de quien llega a enamorarse aunque siga complaciendo a otros hombres y alguna mujer y disfrutando de su compañía y de sus cuerpos. Con Timandra seguimos el curso de la guerra interminable y la historia de su amor.
*Se puede decir, sin ninguna duda, que esta novela es uno de los más hermosos y originales tratados filosóficos sobre el amor. Timandra conoce a artistas y guerreros; y también a algunos de los grandes filósofos griegos. Aquí se nos revela una parte de la historia de Grecia (la guerra), en sus nombres más sobresalientes (reyes, guerreros, filósofos), pero todo ello es una excusa, una formidable y sorprendente excusa, para hablar del amor.