Un buen libro es un libro que uno se arrepiente de terminar
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Un buen libro es un libro que uno se arrepiente de terminar
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Huyas donde huyas, tus problemas se meten en tu maleta y te siguen a cualquier parte.
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Por si no se ha dado cuenta todavía, la vida, en términos generales, no tiene sentido. Salvo si se esfuerza usted en dárselo y lucha cada día.
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La verdad no cambia nada de lo que puede uno sentir por otro. Es el gran drama de los sentimientos.
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“Querida mía: Ésta es mi última carta. Son mis últimas palabras. Le escribo para decirle adiós. A partir de hoy, ya no habrá un «nosotros». Los enamorados se separan y no se vuelven a encontrar, y así terminan las historias de amor. Querida mía, la echaré de menos. La echaré tanto de menos. Mis ojos lloran. Todo arde dentro de mí. No volveremos a vernos más; la echaré tanto de menos. Espero que sea feliz. Intento convencerme de que lo nuestro no era más que un sueño, y que ahora debemos despertar. La echaré de menos toda la vida. Adiós. La amo como nunca volveré a amar.
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“Anhele el amor, Marcus. Haga de él su más hermosa conquista, su única ambición. Después de los hombres, habrá otros hombres. Después de los libros, hay otros libros. Después de la gloria, hay otras glorias. Después del dinero, hay más dinero. Pero después del amor, Marcus, después del amor, no queda más que la sal de las lágrimas”
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Y yo pensé que una estrella fugaz era una estrella muy bonita que tenía miedo de brillar, y huía lo más lejos posible. Un poco como yo.
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Lección número dos: además de ser efímera, la gloria se paga.
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Un buen libro, Marcus, no se mide sólo por las últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras anteriores. Medio segundo después de haber acabado tu libro, después de leer la última palabra, el lector tiene que sentir que le invade una emoción intensa, durante un instante no tiene que pensar en nada más que en lo que acaba de leer, tiene que mirar la cubierta i sonreír con un punto de tristeza porque echará de menos todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que te sabe mal que termine. |
Así es cómo tendría que ser tu segundo capítulo: un golpe directo a la mandíbula del lector.
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10 negritos