La verdad sobre el caso Harry Quebert

El Cucumis Sativus, más conocido como pepino, es un fruto de diversos tamaños y usos.

En el caso que nos ocupa es un condimento que da mucho juego y espero que los fans de este libro sepan digerir diplomáticamente.

¿Podemos catalogar de pepino la novela de Dicker? Sí, y en más de una acepción.

El libro ha vendido muchísimo, luego ha sido un buen pepino, o pepinazo tanto para la editorial como para el pensador.

En las ensaladas(mira tu por donde) me encanta el pepino, su sabor su textura...debo reconocer que el primer tercio del libro me gustó y me enganchó, pero igual que me ocurre con la ingesta del cucumis, el libro se repite, y se repite, y se vuelve a repetir y al final me da la sensación de que el autor tiene poca fe en la capacidad del lector.

Y además, ¡queda hablar de por donde amargan los pepinos!
Esta obra es un auténtico desorden, triples saltos temporales, parones innecesarios en la trama, chistes con muy poca gracia, giros hasta el vómito, pues como todo, el exceso es perjudicial y una prosa...en ocasiones infantil.

La narración de la relación entre Harry y Nola es parvularia, insufrible, infumable ¡ohhh Harry soy fea! ¡Oh Harry mi amado Harry!
Unas 200 veces, a tal punto de convencerme de que el asesino fui yo.
Ganas no me faltaron.

Pese a la originalidad del sistema de capítulos, descendentes y secuenciados con un decálogo de como escribir una obra maestra, los pasos y consejos son un despropósito y para más inri, el autor no predica con el ejemplo.
Además, como colofón las citas del mejor libro de la historia "El origen del mal", son peor que todo lo demás.

Para mí, una obra es el conjunto global de un todo, y aunque los giros(excesivos) te mantienen en vilo, el libro lo perdió todo, por su desorden (parece la habitación del pánico donde juegan mis hijas), la prosa utilizada en la historia de amor y las continuas repeticiones forman parte del texto y lo hacen mediocre.
Mucho.

Esto es palpable, se ve, no es interpretación personal, es lo que hay.

Respetando la opinión y gustos de los demás, tan válidas o más que las mías, para mí la trama no es suficiente y la novela es un desastre.

Por último, señor Dicker: habla usted sin dar nombre, de cierto escritor que utiliza "negros' literarios, apoyándose en la idea de que publican 4 libros al año.
Desde mi modestísima interpretación el escritor de esto, y de la desaparición de Stephanie Mailer no parecen el mismo, no vaya a ser que el ladrón crea, que todos son de su condición.

En “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, tenemos a Marcus Goldman, un escritor que tras la publicación de su primera, ha conseguido una fama abismal como escritor. Este inmerso en la escritura de la que debería ser su segunda novela, sufrirá lo que todos conocen como “el bloqueo del escritor”; Marcus es incapaz de escribir absolutamente nada más. Mientras tanto, su editor irá metiéndole más y más presión porque van terminando los plazos firmados para la siguiente entrega, lo que llevaría a la ruina total a nuestro escritor.
En un arranque de desesperación, Marcus llamará al que habrá sido su amigo y maestro Harry Quebert, asentado desde hace muchos años en Aurora. Poco después, Marcus recibirá una llamada en la que le informarán que su querido profesor ha asido arrestado por la aparición de el cadáver de una chica que lleva más de 30 años desaparecida: Nola Kellegran.
El libro está narrado en varios tiempos muy bien solapados entre ellos que no te hacen perder el hilo principal. La historia me parece bastante interesante y muy bien creada.
Como es costumbre, Joel nos proporciona varios giros argumentales para dejar al lector completamente descompuesto e impresionado.
Joel, sabe como atraparte, sabe como hacerte sospechar de todos y cada uno de los personajes pero a la vez, ser capaz de no sospechar de ninguno de ellos.
El final en mi opinión completamente insperado.
Creo que la forma de escribir de Joel es de esas que o amas u odias con todo tu corazón. Para mi, entra dentro del catálogo de esas novelas que amas.
Libro completamente recomendado si quieres ser totalmente sorprendido.

Marcus Goldman es un escritor que ha triunfado con su primera novela, pero que se encuentra vacío de inspiración para un segundo libro, por el que su editor presiona y da un ultimátum.
Anhelando ayuda e inspiración, Marcus va a la casa de su amigo y maestro Harry Quebert, y aquí será donde de manera inesperada, encuentre la historia que necesitaba. Tendrá que investigar, que confiar y desconfiar, romper con algunos de sus mitos, escribir y reescribir... hasta conseguir sacar a la luz toda la verdad sobre el caso de su amigo.
Con un manejo de los saltos en el tiempo magistral y con gran capacidad para enganchar, crear suspense y dar giros donde no pensaba que pudiera darse tal posibilidad.
Como apunte negativo, no me ha gustado nada el lenguaje utilizado en los diálogos entre los protagonistas de la historia de amor de la trama. Demasiado infantil y anacrónico.
Pese a ello, es un libro muy recomendable.

Leída dentro de la iniciativa del #agostonegro

Me ha parecido un librazo, una novela en la que hay que descubrir quién mató a una niña de 15 años, un hecho que sucedió hace 30 años y lo hace en dos hilos temporales, el presente y el pasado, a través de los personajes que vivieron con ella en el momento en que se produjeron los hechos,

La novela no solo trata esta investigación por parte de un escritor, sino también trata de cómo ser un escritor de una manera ética o no, con consejos que se dan al inicio de cada capítulo y que estos se cuentan al revés, va del final al 1. También trata un tema muy espinoso del que no todos los lectores se ponen de acuerdo, la relación de un hombre adulto con una menor de edad, hasta que punto es reprobable estos hechos y la edad del consentimiento.

De la misma manera que se critica esta relación, se debería también criticar a un grupo de personajes que aparecen en la historia por el mismo motivo, crítica que no veo por ningún lado.

No se lleva las 5 estrellas a pesar de haberme tenido pegadas a sus páginas porque hay dos finales, uno que afecta a los dos escritores y otro el de la resolución del caso, aquí es donde la personalidad oculta de un personaje, que no se desvela hasta el final, desenreda parte de esta historia. Me parece una salida fácil para un libro y otro motivo es su extensión, llega un momento que la investigación no avanza y ahí sigues tú leyendo páginas y páginas...

Aún así, lo recomiendo mucho.

Mi primera cita con Dicker no pudo salir mejor. Lo nuestro fue amor a primera vista o mejor dicho amor a primera página porque La verdad sobre el caso Harry Quebert me cautivó. Más adelante volví a quedar varias veces más con él y me sigue pareciendo maravilloso, pero la magia de este flechazo inicial no se me olvidará jamás. No le doy seis estrellas porque no se puede.

Seré breve: Me lo he fumado.
Las 660 páginas de nada que tiene me han durado un par de días —literalmente—porque estaba totalmente enganchada. Con cada capítulo la trama se enreda un poco más. Tú desconfías de todo quisqui. Y no puedes soltar el libro.
Os diré que, de entrada, Marcus Goldman no me ha caído especialmente bien, pero al muchacho lo han hecho bueno el resto de personajes. Y es que vaya percal, señores. He aborrecido a una cantidad indecente de gente.

Una trama sobresaliente llena de impostores, mentiras, secretos, traiciones, lealtad, amistad, amor —bueno, malo y enfermizo—remordimiento, miserias y, sobre todo, miserables.

«Un buen libro es aquel que uno se arrepiente de terminar»

Marcus Goldman, uno de los protagonistas de esta novela, escrito de éxito, se encuentra en una crisis creativa y decide visitar a quién fue su mentor, Harry Quebert, el cual vive en Aurora, ya retirado. (2008). Estando allí se descubre que Harry tuvo una relación hace 33 años con Nola, una joven de quince años (1975.) Ese mismo año Nola desapareció y nunca se supo nada de ella... Poco después aparece su cuerpo en el mismo jardín de Harry y es acusado de asesinato.
A partir de aqui, la novela se va a ir desarrollando en tres tiempos temporales, 1975, 1998 y 2008 este último año va a servir de hilo conductor para la trama. Algo que no suele ser normal, pero de esta forma conoceremos a los dos personajes principales en los primeros años, como se conocen, vamos a ir siguiendo poco a poco la muerte de Nola.
Esta novela policiaca, tiene de "especial" que el peso de la investigación lo lleva un escritor, aun habiendo varios policías como personajes, algo que le de una manera diferente de ver la trama. Esa crítica que existe al sector de las editoriales me ha parecido muy buena.
Los capítulos son cortitos lo que hace que sea muy rapido y de forma agil y algo que me ha parecido muy curioso es que cada comienzo de capitulo hay un "consejo" de Harry a Marcus sobre como escribir un libro.
Aun siendo un libro largo, en general tiene un ritmo bastante ágil , no tiene capitulos densos, quitando quiza el final que se me hizo algo largo. Una novela donde encontraras momentos divertidos, (esos momentos de la madre de Marcus) momentos mas reflexivos ( como son las conversaciones entre Harry y Marcus) y momento de intriga que son los propios de la investigación.

Destaco sin duda la cantidad de personajes que hay en la novela, y como cada uno tiene su secreto, como el autor hace que vayas dudando de todos. Sin duda los dos protagonistas de la historia Harry y Marcus, para mi con una evolución y una complejidad muy buena, y destaco varios secundarios com Luther, un personaje con mucho misterio pero que me encantó, o incluso el sargento Gahalowood, que ayuda desde el principio a Marcus.

¿Cuál es la gran critica de este libro? muchos lectores critican este libro por la relación existente entre Nola y Harry y esa diferencia de edad, pero creo que según vas leyendo y vas conociendo la historia de Nola te vas dando cuenta de como es este personaje, y que quizá su edad es lo de menos. Aunque también tengo que decir que es el personaje que menos me ha gustado, habia cosas que no me cuadraban mucho.

Para mi ha sido una relectura, y tengo que decir que no recordaba mucho y me ha mantenido super enganchada de principio a fin, quizá me ha fallado el final y alguna escena que me sobraba, pero la pluma de Joel es magnifica y un thriller tan largo y que te matenga asi durante toda la historia ya merece la pena. Tengo ganas de empezar su nuevo libro y que mantenga el mismo nivel.

El libro empieza con una llamada a la policía en 1975 que nos pone en situación. A continuación viajamos a 2008 donde el protagonista, Marcus Goldman, busca esa inspiración pérdida para poder escribir su próxima novela. Esa búsqueda de inspiración le hace visitar a su antiguo profesor de universidad Harry Quebert, quien, por cosas del destino, será detenido por asesinato al hallarse el cadáver de una adolescente desaparecida en 1975 enterrado en su jardín.

A lo largo del libro vemos como el autor va jugando con varios saltos temporales para mostrarnos la historia de lo sucedido en 1975, la época de estudiante de Marcus y como forjó su relación "paterno-filial" con su profesor Harry Quebert y como va investigando para demostrar la inocencia de este.


La composición del libro es bastante curiosa ya que no está realizada en ascendente y la apertura de cada una de ellos la realiza con una conversación entre Harry y Marcus en la que Quebert le aconseja para escribir esa gran obra que tanto desea.

A pesar de que mi valoración le pongo la nota máxima si he de decir que le pongo un "pero": la forma que tienen de hablarse Harry y Nola, sobre todo la de Nola en la que la veo muy forzada y demasiado empalagosa para una niña de 15 años. Ha habido momentos en los que me ha resultado extremadamente rebuscada.

Una novela adictiva en la que vas descubriendo giros inesperados, donde todos te parecen culpables en algún momento de la historia y con una temática de fondo de amor y amistad.

Fue la primera novela que leí de este autor y aunque he leído algo más de él, esta ha sido la que más me ha gustado. Me gustó el ritmo, la trama y los personajes. Cuando comencé a leerlo lo terminé en un suspiro, dado que, por un lado, el lenguaje sencillo hace que la lectura se haga muy amena, y el hilo argumental está desarrollado de una forma que te va revelando aspectos íntimos de la trama de una forma adictiva.

Viajamos a Aurora para conocer a nuestro protagonista Marcus Goldman, famoso escritor presionado por su editor sufre el síndrome de la página en blanco. Por ello, buscará ayuda en su amigo y antiguo profesión Harry Quebert. Todo se complica cuando en el jardín de Quebert se encuentra el cadáver de Nola, una joven desaparecida hace treinta años.
Sin asomo de duda, es una de las mejores lecturas de este año. Me ha atrapado completamente está historia como van sucediendo los acontecimientos, el mensaje que transmite y los giros que acompañan hasta sus últimas páginas.
Había leído maravillas de esta obra y no me ha decepcionado en absoluto. El autor crea la necesidad de seguir leyendo sin descanso con unos personajes a los que terminas cogiendo cariño y de los que cuesta despedirse. Los últimos capítulos me han tenido con el corazón en un puño con ganas de saber la verdad y a su vez pena por terminarlo.