La verdad sobre el caso Harry Quebert de Joël Dicker
Un buen libro, Marcus, no se mide sólo por las últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras anteriores. Medio segundo después de haber acabado tu libro, después de leer la última palabra, el lector tiene que sentir que le invade una emoción intensa, durante un instante no tiene que pensar en nada más que en lo que acaba de leer, tiene que mirar la cubierta i sonreír con un punto de tristeza porque echará de menos todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que te sabe mal que termine. |