Las cosas buenas no esperan hasta que estás preparado. A veces llegan antes, cuando casi estás listo.
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Las cosas buenas no esperan hasta que estás preparado. A veces llegan antes, cuando casi estás listo.
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Es duro amar después de que te rompan el corazón. Es doloroso y te obliga a ser honesta contigo misma sobre quién eres. Tienes que esforzarte mucho para encontrar las palabras que describan tus sentimientos porque no encajan en ningún estándar prefabricado. Pero merece la pena. Porque mira lo que consigues. Grandes amores. Amores que significan algo. Amores de verdad. Los amores de tu vida. |
—Tú y yo no vamos a pasar la vida juntos —continúa (…)—. Pero por fin entiendo que eso no disminuye ni un ápice la belleza de que una vez fuimos hechos el uno para el otro.
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—El amor verdadero a veces no dura para siempre. No tiene por qué ser de por vida. —Cierto. Y eso no significa que no fuera amor verdadero —dice él. Fue real. Y ahora se acabó. Y no pasa nada. |
Solo porque algo no esté destinado a durar toda la vida no significa que no tuviera que pasar.
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Es duro amar después de que te rompan el corazón. Es doloroso y te obliga a ser honesta contigo misma sobre quién eres. Tienes que esforzarte mucho para encontrar las palabras que describan tus sentimientos, porque no encajan en ningún estándar prefabricado. Pero merece la pena. |
Es el tipo de sonrisa que puede transformarse en lágrimas en cualquier momento.
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Espero que cambies de opinión y te des cuenta de que me quieres y que tenemos que estar juntos el resto de nuestras vidas, pero… no voy a hacer ninguna audición para conseguir el papel.
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—Te he echado de menos, Emma. A nosotros juntos. He añorado esos ridículos ojos que tienes y tus labios horribles. Y esa cosa tan molesta que haces cuando me miras como si fuera la única persona que te importa en el mundo. He echado de menos esas pecas tuyas tan poco adorables.
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Es difícil ser sincera, estar tan expuesta, tan vulnerable. Pero me doy cuenta de que al final termina siendo liberador. Siento un pequeño cambio entre mi hermana y yo, algo casi imperceptible, pero no por ello menos real. Estamos más unidas ahora que hace tres minutos.
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¿Cuántos años tiene Evelyn cuando se casa por primera vez?