Si me pidieran que resumiera «Adiós, señor Chips», de James Hilton, en dos palabras, diría “agradable paseo”. Esta es una historia agradable por definición, tierna, llevadera, de esas que se leen de una manera fácil y cómoda y que te dejan una sensación de paz y bienestar increíble cuando las terminas. El autor nos lleva por el viaje vital de este carismático profesor inglés a través de generaciones y generaciones de alumnos, el sufrimiento y sinsentido de una guerra, nos hablará de amor y de pérdida… y nos analizará de la forma más sutil y elegante cómo la sociedad va cambiando y la relación entre los alumnos y el profesorado evoluciona a la par. Un personaje entrañable de esos a los que se quiere desde que se empieza a leer, que te regala un ratito agradable y relajado y te transmite la total vocación de este ser, su entrega y el amor tan puro que siente por la enseñanza y por la institución de la que forma parte, la cual queda retratada en la historia como si se tratara de un personaje más. Una oda a todos esos docentes que se implican y se dejan la piel, que viven su profesión con pasión y entrega, y que dejan dentro de cada uno de sus alumnos un poso de respeto, cariño y sabiduría que es imposible borrar aunque pasen muchos años. Estoy segura de que a todos se nos viene a la cabeza nuestro particular señor Chipping conforme leemos la historia, y es que es maravilloso cuando esto ocurre. En definitiva, un tierno bocadito que se lee en un suspiro y que te deja el cuerpo y el corazón blandito, y es que hay veces que se necesitan lecturas así para ayudarte a reconectar con lo que es verdaderamente importante, con la sencillez y la humildad, con la entrega y la pasión. Gracias @trotalibros por este delicioso chute de energía y buen rollo. Preparaos una bebida caliente, arrellanaos en vuestro mejor sillón, arropaos con una mantita y dejaos llevar por la paz y la armonía que transmite este curioso señor Chips. ¡A disfrutar! Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |