El mejor humor inglés

El mejor humor inglés es un libro que reúne a un amplio elenco de escritores británicos. Busca el humor, la carcajada del lector, y en mi caso siento decir que no la ha conseguido.

En este compendio de textos se reúnen fragmentos de obras de Evelyn Waugh —del que he leído ¡Noticia bomba!—, Tom Sharpe —del que he leído Reunión tumultuosa y he estado tentado de leer su famosísima Wilt—, Roald Dahl —del que leí en el colegio Las brujas, un libro espléndido—, Alan Bennett —del que he leído Enterrado en vida—, Julian Barnes —del que he leído El sentido de un final y La única historia—, Martin Amis, Nick Hornby, Wodehouse y el gran Ian McEwan —del que he leído Expiación y Cáscara de nuez—.

Es bien conocido por todos el amplio catálogo de libros que tiene la editorial Anagrama sobre humor anglófono, ya sea de autores británicos o estadounidenses. Precisamente al humor estadounidense pertenece la que es quizás mi novela favorita, La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, que supera con creces a todos los británicos que aquí se exponen como desopilantes e hilarantes, lo siento.

De hecho, hay un fragmento de El loro de Flaubert, de Julian Barnes, que no sé qué humor se ve en ella. Es un fragmento interesantísimo, claro que sí, filosófico incluso, que invita a la introspección y a la reflexión. Pero yo ahí humor no veo por ninguna parte. Y cuando lo veo en el resto de fragmentos, apenas consiguen despertarme un par de tímidas risitas.

Al final del libro, Herralde se despide de nosotros previendo una sonora carcajada en los lectores —en mí apenas consiguió una sonrisa—, y se toma la licencia de hablar sobre sus gustos de autores británicos y sus obras humorísticas. Se nota su especial predilección por Wodehouse, el primer escritor que aparece en esta compilación. Y también admira a otros como Tom Sharpe, que es, en mi opinión, el mejor de todos los que Herralde reúne en este libro, que es interesante, pero que risa provoca poca, al menos a mí.

Lo diré cuantas veces haga falta, pero La conjura de los necios seguirá estando, en mi opinión, por encima de todos estos autores por su humor. Este libro, por su parte, está bien para entretenerse o para hacer un Intenta no reírte challenge —para aquellos/as que puedan reírse con estos textos; yo, desde luego, no—.