Expiación

Hace muchos años vi la versión cinematográfica de “Expiación” y recuerdo que el final me impactó muchísimo, por el sufrimiento y la pena tan grande de los protagonistas, Cecilia y Robbie.

También recuerdo lo mucho que me desagradó el personaje de Briony, a quien detesté, y de alguna forma, su personaje hizo que, si bien me gustara la película, no la considerara de las mejores.

La adaptación al cine resultó muy fiel al libro en relación con la trama. Y con ello, confirmé que Briony es probablemente uno de los personajes mas detestables de la literatura.

Así de simple.

Por ello, siento que tampoco disfruté la lectura, porque simplemente odié a esta niña intrigante y mentirosa.

Sé que la premisa de la novela es justo esa -como ciertas actitudes o decisiones de la infancia o adolescencia pueden marcar la vida de muchos y se convierten en errores que se cargan por siempre- pero este es un tema que no termina de convencerme. No me gustan los niños o adolescentes que mienten sin medir el impacto de sus acciones, y que causan una tragedia a sus seres queridos. Una cosa es mentir sobre quién se comió el pastel, y otra, acusar a una persona de un crimen. Por ahí se dice que los niños no siempre son conscientes de sus acciones, pero… yo tengo mis reservas.

Como obra literaria, siento que la primera parte es muy lenta, y estar en la mente de Briony me pareció molesto. McEwan presenta la historia como una serie de fotografías en donde estamos con Cecilia, Robbie y Briony en distintos momentos de un solo día y en donde se fraguan las circunstancias que llevarán a las acusaciones y la separación. Por momentos me pareció un poco tedioso (y es que, aunque Brioney es la peor, los otros dos son también son, en ocasiones, algo arrogantes), pero la novela toma ritmo en la segunda mitad, volviéndose un poco más emotiva y brutal tanto por la separación de Cecilia y Robbie y la guerra.

En resumen, entre la narración y la odiada Brioney, no disfruté tanto este libro.

"Expiación" es una novela del inglés Ian McEwan (considerado uno de los mejores 50 escritores británicos de los últimos años), publicada en 2001. Una historia sobre lo que percibimos y cómo lo hacemos, sobre el peso de nuestras decisiones y la moral.

Se encuentra dividida en 4 partes. En la primera, que transcurre en el período de entreguerras -puntualmente en 1935-, nos encontramos en la casa de la familia Tallis; las hermanas Briony y Cecilia esperan la llegada de su hermano Leon con un amigo, Paul Marshall, un chocolatero, que no ve la hora que estalle la guerra para proveer de sus productos al ejército; mientras tanto, Briony, desde su ventana, presencia a su hermana Cecilia saliendo casi desnuda de una fuente, en presencia de Robbie Turner, el jardinero e hijo de la criada, lo que desencadenará un melodrama de consecuencias inimaginables.
En este primer segmento, nos topamos con un inicio lento, descripciones eternas, los mismo sucesos son relatados una y otra vez según la óptica de distintos personajes para ir revelándonos de a poco el meollo de la historia; hay una utilización excesiva de circunloquios y una escritura por momentos rebuscada.
Lo fundamental, es entender que Briony, se encuentra en un proceso de transición entre los juegos propios de la niñez y los ámbitos adultos, pasando de uno a otro en forma imprevisible y según su conveniencia; su marcada imaginación, su ansias por escribir historias (de otros, porque aún no ha vivido las propias), se presta para malos entendidos y confusiones, sobre todo signados por la moral de la época y el desconocimiento sobre ciertos temas. Pasar estas 222 páginas es difícil, cuesta adentrarse a la historia y recién, casi al finalizar esta primera parte, atrapa por completo.

Pero, rápidamente, el autor nos transporta al año 1940, en Dunkerque, en plena Segunda Guerra Mundial. Robbie tratará de llenar los huecos de esos 5 años, a la par de relatar el conflicto bélico, se pregunta si es posible la redención, utiliza sus sentimientos por Cecilia para intentar sobrevivir, y vivir la historia de amor que se vio truncada intempestivamente; y a pesar de un trasfondo devastador, la esperanza parece una luz al final del camino. O eso creemos... En este caso, las descripciones del autor, son más que acertadas, generan una atmósfera pesarosa, los detalles del viaje de Robbie hasta llegar a las playas de Dunkerque, la desolación en el camino y los sentimientos de un ejército que sentía que estaba perdiendo la guerra, se transmiten magistralmente.

En la tercera parte, volvemos a Briony, quien relata sus experiencias como enfermera en los años 40, quien busca, de diversas maneras, expiar todo el mal causado en su infancia y remendar sus errores.

La última parte, transcurre en 1999, y, nuevamente, Briony, una escritora prestigiosa, nos cuenta lo que hizo de pequeña, las consecuencias de su accionar y lo que pasó en realidad.

En cuanto al final, a través de interrogantes, el autor juega con el lector, para que sea él quien decida qué parte de la historia escrita y relatada por Briony es real y cuál parte de su gran imaginación; por último, retomamos la obra de teatro escrita por una joven Briony, la que da inicio al libro, cerrando perfectamente el círculo.

"EXPIAR: Borrar las culpas, purificarse de ellas por medio de algún sacrificio.”

Expiación es uno de mis grandes descubrimientos de este año. Catalogada como novela bélica con trasfondo romántico, para mí, es de todo menos esto. En el Londres de los años previos a la Segunda Guerra Mundial, una apacible tarde de verano, la familia Tallis se dispone a celebrar un agradable encuentro familiar que terminará en tragedia. Pero no sólo hablamos de la tragedia física, si no de la tragedia espiritual. Expiación es una novela de sentimientos, acerca de la culpa, el remordimiento y la necesidad de expiar los propios errores y sus consecuencias. El autor juega con el lector y lo involucra, haciéndole participar de su juicio de valor. ¿Perdonaríamos y expiaríamos nosotros a Briony?

Dividida en tres partes muy diferenciadas, en las cuales conocemos tanto la tragedia, como el punto de vista y evolución de cada uno de los personajes que participan en ella, culmina llegando a un epílogo, a un clímax final, que desbarajusta toda la novela y le da sentido, la hace redonda. Me ha maravillado, las dos últimas páginas son sublimes. La escritura del autor es sosegada, tranquila, poética y bella por momentos, pero también descarnada y dura, dejándonos ver sin tapujos, toda la crueldad y horrores de lo que significa una guerra, el sinsentido de la violencia.

Una novela maravillosa que os recomiendo fervientemente, al igual que la adaptación cinematográfica de 2007 de Joe Wright que no se le queda atrás para nada. Una delicia que os tocará el corazoncito y os hará pensar en el verdadero valor de cada uno de vuestros actos.

"Como policías en una batida, nos ponemos a gatas y nos arrastramos hacia la verdad."

Reafirmo mi creencia en que esta prodigiosa novela es una cumbre de la literatura. Una construcción retorcida, postmoderna en la que confluyen las mejores tradiciones narrativas en un todo globalizador, con un homenaje explícito y patente a Las (vivificantes) Olas y a las crónicas bélicas de Dunkerque y el Blitz.

La narración caleidoscópica de un día en una mansión en el campo en plena ola de calor nos ocupa la primera mitad, con la eclosión de un romance, el agónico abandono de la infancia y después... el mazazo, la culpa.

En todo momento el autor juega con nuestras agradecidas mentes, pincelando capas y más capas de impresiones (¿o son hechos?), mostrándonos cómo podemos, con nuestro anhelo, viajar al futuro que nos aguarda o retroceder con ánimo reparador: Expiación. El todopoderoso arte del escritor. Amén.


"No era sólo la maldad y las intrigas las que hacían infeliz a la gente, sino la confusión y la incomprensión; ante todo, era la incapacidad de comprender la sencilla verdad de que las demás personas son tan reales como uno. Y sólo en un relato se podía penetrar en esas mentes distintas y mostrar que valían lo mismo. Era la única enseñanza que debía haber en una historia."

"Susurró el nombre de él con la parsimonia de un niño que ensaya sonidos distintos. Cuando él respondió pronunciando el nombre de ella, sonó como una palabra nueva: las sílabas eran las mismas, pero el sentido era diferente. Por último, él dijo las dos sencillas palabras que ni el arte malo ni la mala fe pueden abaratar del todo. Ellas las repitió, con exactamente el mismo leve énfasis en la primera palabra, como si ella fuese la primera en decirlas."

Estamos en 1935 y la casa de campo de la familia Tallis está llena de expectación, pues el hijo mayor del matrimonio regresa a casa desde la universidad junto a su buen amigo Marshall. Emily, su madre, con sus terribles achaques, la pequeña e imaginativa Brionny, y Cecilia, la hermana mediana, están deseosas de reencontrarse con Leon. Robbie, el hijo de la limpiadora o los deprimidos primos de los Tallis serán otros personajes que se sumarán a esta reunión. Lo que empieza como una inocente y dulce pasión, provocará un desastre que afectará a la vida de todos los presentes.

"Expiación" tiene un algo que engancha desde las primeras hojas, esa sensación de que algo va a ocurrir, de que algo está a punto de desatarse, crea la adicción propia de un una novela de suspense. La ambientación es uno de sus puntos fuertes, esa casa de campo que se describe como poco atractiva, pero que constantemente es protagonista de la historia, ayuda a crear ese aura tensa, donde estás constantemente esperando que ocurra el "incidente" que la narración promete. Me flipan esos libros donde parece que no pasa mucho, pero pasa de todo.

Una cosa que me ha pasado con esta novela es que los personajes van evolucionando continuamente en cuanto a lo que me inspiraban. Los ejemplos más claros son Robbie y Cecilia, que pasan de resultarme interesantes pero sin más, a hacerme empatizar de una forma increíble hasta el punto de emocionarme, o Brionny, personaje al que amé mucho en la primera parte y que acabé no soportando. Hablaría mucho más del personaje de Brionny, porque es digno de analizar en profundidad porque sus acciones son dignas de ello, pero entraría en el spoiler con facilidad, y mejor no destripar nada y que todo el mundo se acerque a ciegas a la historia.

Quizás lo que más pesado se me ha hecho es esa segunda parte que rompe totalmente con la primera, y pasa a trasladarnos a un campo de batalla bélico, que no me esperaba en absoluto y se me hizo algo cansino y repetitivo. Por lo demás es una obra impecable, narrada de una manera absorbente y con muchas reflexiones sobre la condición humana que me han cautivado por completo. El final es simplemente magistral. Ian McEwan, ha sido un placer conocerte. La pregunta ahora es ¿con qué obra del autor continúo?