Mi dulce niña

Claustrofobia, dolor, miedo, impotencia, dudas, frustración... Estos fueron algunos de los sentimientos que esta novela me ha provocado.

Llegué a esta lectura completamente a ciegas, me la recomendó una amiga lectora y me lancé de lleno, sin saber de qué iba la historia. Creo que acerté porque fue una sorpresa y no podía imaginar lo que me encontré entre estas páginas.

Se lee en un abrir y cerrar de ojos, porque engancha, no puedes parar, yo diría que es adictiva.

Tres protagonistas, en primera persona, nos van relatando la situación desde el punto de vista de cada uno de ellos, y a través de sus experiencias iremos atando cabos para conocer verdaderamente la historia, la real, sin edulcorar, en toda su crudeza.

Me ha sorprendido la capacidad que la autora tiene para que seamos capaces de ponernos en la piel de todos los personajes, bueno de unos más que de otros, y de entender las razones que los llevan a actuar de la forma en que lo hacen.

Me gustaría que si decidís leer esta novela llegaseis a ciegas, igual que lo hice yo, por eso no sé hasta donde puedo o debo contar. 

Solamente me gustaría hacer una reflexión. ¿Cómo padres conocemos bien a nuestros hijos? ¿Somos realistas respecto a ellos o nos ciega el amor? 

Y otra cosa... si nunca has probado el chocolate ¿crees que lo echarías de menos? ¿Se puede añorar algo que no se conoce? 

Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. Seguiré reflexionando y espero que si os animáis lo disfrutéis tanto como yo.

Lena Beck lleva desaparecida 14 años. Después de un accidente, una mujer y su hija Hannah son llevadas al hospital, pero lo más desconcertante es que todo parece estar relacionado con la desaparición de Lena.

Hannah confiesa a la enfermera que lleva toda su vida viviendo junto a sus padres y su hermano en una cabaña aislada en medio del bosque, sin contacto con el exterior. Su padre siempre le ha mantenido a raya sin poder salir de esa cabaña. ¿Pero quién es realmente esa mujer y qué relación tiene con Lena?

Mi Dulce Niña es un libro que empieza de lo más perturbador. Una búsqueda desesperante por parte de unos padres que han perdido la esperanza después de 14 años. Es un thriller cargado de tensión, Hannah es una niña muy inteligente pero a la vez con ese punto de misterio del que no sabes por donde va a salir.

He sentido momentos de fobia pensando en esa madre y sus hijos encerrados tanto tiempo en la cabaña. A medida que vas avanzando todo se vuelve un rompecabezas, he de decir, que a mitad se me hizo algo lento y repetitivo, pero vuelve a coger ritmo y giros al final.

Pensar que este tema es tan real, pues a día de hoy siguen miles de niños y personas desaparecidas sin saber de su paradero, es realmente terrorífico.

Me ha gustado una barbaridad. Giros por doquier, siniestro y perturbador, engancha desde las primeras páginas y refleja hasta que puntos enfermizos puede llegar un ser humano. Quizás se queda corto en la evolución de los personajes, pero aún así es recomendable.

Una mujer es brutalmente atropellada cerca de un bosque. Junto a ella, su hija de 13 años. Cuando las trasladan al hospital, la policía piensa que puede tratarse de Lena Beck, desaparecida 14 años atrás...

Así comienza este thriller psicológico que es el debut de su autora, Romy Hausmann. Un libro que te mantiene en vilo prácticamente desde el principio y te hace creer que la peor pesadilla puede ser posible.

Una familia rota por la desaparición de su única hija. Una niña tratando de volver a casa y un concepto de familia que raya lo enfermizo y lo cruel. ¿Logrará, finalmente, resolverse el caso?

Muy complicado reseñar esta historia sin desvelar ninguno de los secretos que esconde, pero la he disfrutado mucho y está bastante bien hilada. Si te gusta el thriller, ¡no dejes de leerla!

Un gran descubrimiento dentro del género, un libro cargado de suspense tenebroso, de ese que te crea escalofríos, angustia y ansiedad con algunos capítulos. Te atrapa por su triste historia, una historia que aunque de ficción hubiera podido ser real, la locura humana no tiene límites.

Es una novela dónde la trama va relacionada con los personajes más que con la propia investigación de un suceso horrible. Considero que son personajes fantásticos, cada uno con un perfil y con una intensidad muy bien construida. Ocurren cosas en cada capítulo, te mantiene en vilo y atenta a cada palabra. Hannah es única, pero muy perturbadora, ella es la parte más impactante de la historia para mí. En el libro salen niños, lo que agrega una carga emocional extra al libro. Mathias...uffff... un personaje que he odiado en muchos momentos, pese a comprender su dolor no entendía sus actos. Un thriller psicológico de los buenos, de los de verdad. Quizá si lo leéis os recuerdo a casos que hemos visto en las noticias hace años, por eso te cala esta novela más, porque sabes que podría haber sido perfectamente una biografía en vez de una novela de ficción.

No es sanguinaria ni tiene escenas gore, pero lo que trasmiten sus personajes supera todo eso y más. El final puede ser para gustos, pero conmigo ha acertado, aunque una cosita me sobraba.

Si queréis leer una buena historia de suspense psicológico no lo dudéis, este es vuestro libro. Muy recomendado.

4825 días son los días que los Beck esperan noticias de su hija Lena, una universitaria de 23 años que lleva desaparecida desde que la vieran por última vez en una fiesta. 14 años de incertidumbre ¿estará viva o muerta? Hasta que una noche reciben una llamada aunque no será del todo la que esperaban....

Una chica que encaja con la descripción de Lena Beck ha sido atropellada cerca de la frontera checa. Se encuentra en el hospital gravemente herida e iba acompañada de una niña quien dice ser su hija. Con esperanzas renovadas el matrimonio Beck se presentan en el hospital pero al identificar a la paciente, sus esperanzas se hunden de nuevo. Esa chica no es su hija. ¿Quién es la mujer que ha aparecido en el hospital? ¿Dónde está Lena?

Pese a que el 2021 fue un año bastante flojito para mí en cuanto lecturas, tengo la sensación de que, entre los poquitos libros que leí me topé con verdaderas joyas e incluso leí más del género thriller y terror de lo que quizá estoy más acostumbrada. Qué ya veis, por mí genial porque son dos de los géneros con los que más disfruto pero también dos géneros con los que tengo más expectativas y con los que más me cuesta quizá encontrar una trama más original. Por eso, haciendo balance de las lecturas del año, me ha sorprendido encontrarme que ha sido el año de las sorpresas, como por ejemplo, este libro.

Estamos ante una historia en la que, cuánto más leemos más perdidos estamos... Nadie es lo que parece, todos tienen algo que ocultar y somos nosotros como lectores los que vamos yendo de un lado para el otro como perro sin cabeza intentando averiguar quién miente o de quién nos podemos fiar para lograr comprender qué es lo que verdaderamente está pasando.

Una narración a tres voces:

Por un lado tenemos el punto de vista del padre de Lena a través del cual veremos cómo la vida de esos padres da un giro de 180 grados a partir del momento en que un hijo desaparece sin dejar rastro. La incertidumbre por no saber realmente qué le ha pasado, donde estará... manteniendo la esperanza hasta en los momentos en que se intuye que ya es demasiado tarde para las buenas noticias.

También contamos con el punto de vista de Lena, a través de ella iremos descubriendo qué sucedió mientras estuvo secuestrada, que sucedió entre esas paredes herméticas de la cabaña así como el proceso por el que tiene que pasar después de ser encontrada y devuelta a recuperar su vida intentando dejar atrás todo el trauma de lo acontecido.

Y finalmente nos encontramos con las partes narradas por la pequeña Hannah quien solo ha conocido la vida encerrada entre las paredes de la cabaña y con las estrictas reglas del padre por lo que hay que tener bien en cuenta estos datos para entender su comportamiento. Quizá es el punto de vista que más interesante me ha resultado y el que más me ha mantenido con la cabeza dándole vueltas a todo intentando separar las partes reales de las formadas por ella en su cabecita.

Todo esto hacen en conjunto un thriller psicológico en el que el suspense brilla con todo su resplandor. Un trabajo impoluto el de Romy Hausman tanto en la creación de unos personajes fantásticos y complejos, cada uno dotado de su personalidad con sus miedos, inseguridades, esperanzas,... como hilando todo un conjunto de tramas que van alternando entre el presente y el pasado, y entre las que aprovecha para introducir algunas críticas sociales como el comportamiento de la prensa en un caso como el descrito en el que parece que todo vale con tal de ser los primeros en dar la noticia aunque para ello tengan que pasar por encima de incluso la moralidad de las personas; el maltrato tanto físico como psicológico; la personalidad psicópata; el trastorno de estrés postraumático o el proceso de incertidumbre de una familia hasta dar con el paradero de un ser querido.
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Increíble lo que engancha este libro. Una atmósfera opresiva y un misterio cada vez más retorcido no dan tregua, tenía que seguir leyendo un capítulo tras otro.
He leído que la autora se inspiró en el caso de Natascha Kampusch para esta novela. Más que nada por la duración del secuestro. Leer sobre la "normalidad" de la vida de unos niños encerrados ha sido impactante.
Una lectura realmente adictiva. La historia es bastante original, aunque recuerda algo al libro La habitación de Emma Donoghue.

Una mujer llega herida al hospital acompañada de una niña de trece años. La policía cree que se trata de Lena Beck, una estudiante alemana que lleva desaparecida cuatro mil ochocientos veinticinco días. Ilusionada, al recibir la noticia, la familia Beck acude a su encuentro pero se enfrentan a una terrible decepción: la mujer en el hospital no es Lena sino Jasmin Grass pero su acompañante, Hanna —la niña de trece años—, si es hija de Lena. Después de tomar el testimonio de la afectada, la policía de Cham y Munich comienza una intensa búsqueda que culmina con el hallazgo de una cabaña sin ventanas en medio del bosque, ahí una historia horrible comienza a tomar forma: Lena fue secuestrada y obligada a vivir en cautiverio mientras daba a luz a dos niñas y un niño. Mientras Jasmin, la mujer traumatizada, y los dos niños luchan por adaptarse a la vida fuera de la cabaña, Matthias jura averiguar qué pasó con su hija ¿Qué es lo que descubrirá? ¿Por qué sólo se encontró a dos niños? ¿Quién está detrás de estos aterradores crímenes?
En esta emocionante y estremecedora novela, de la escritora alemana Romy Hausmann, la heroína es nueva pero la situación no lo es: las mujeres intentan escapar de un mundo cerrado y anclado bajo el dominio del varón que las asfixia. Con este debut literario Hausmann entiende las reglas del thriller —ritmo rápido, destreza del autor a la hora de construir sus personajes, realismo, héroes ingeniosos — como muy pocos escritores de su generación y se atreve a poner sobre la mesa contundentes críticas a cuestiones políticas, sociales e incluso históricas. Los lectores que decidan ponerse en sus manos pronto exigirán una segunda novela publicada por esta joven escritora.

Un thriller psicológico con tintes de terror, porque la historia se las trae. ¿A qué mente enferma se le puede ocurrir todo esto?

Supongo que empezó por el deseo de tener/retener a tu lado a alguien que ya no quiere estar contigo, que con el paso del tiempo y los "nuevos acontecimientos" la situación degeneró aún más, que para una mente inocente que no ha vivido otra cosa se pueda considerar algo "medio normal", pero hasta el punto de pedir otra!!. Uff. Se me ponen los pelos de punta.

La autora juega con las voces de varios narradores para contarnos parte de lo que ocurrió en su día, conocer los sentimientos y reacciones de las víctimas, incluir algún sospechoso y descubrir al "malo".

Me ha mantenido enganchada al libro, pero tal vez por meterme dentro de la historia y su dureza, no me ha hecho vibrar. Algunos puntos se han quedado un poco en el aire, me ha faltado algo más sobre el futuro de esas víctimas, aunque no es lo que se dice una historia con final abierto.

Es un libro duro no apto para cualquiera.

Me quedo con el epílogo escrito por Lena. ¡Precioso!

Valoración: 7/10
Lectura: agosto 2021

Thriller narrado a fuego lento y a tres voces que, en según qué momentos, se me ha hecho un poco pesado, pero lo inesperado de sus últimas páginas lo han compensado todo porque JAMÁS imaginarías quién ha estado detrás de todo y por qué. Es de esos thrillers donde barajas varias posibilidades y, al final, no has dado ni una.

No quiero contar mucho más para no desvelar nada. Pero nada parece lo que es, algo de lo que te das cuenta desde las primeras páginas, en un hospital. A medio camino se ralentiza para ganar fuerza cuando tienes las respuestas y así encajarlo todo. Los personajes están muy bien construidos, las diferentes voces en primera persona se distinguen muy bien, algo necesario cuando son tres personajes tan distintos, aunque con similares experiencias vitales donde el dolor y el miedo lo ha dominado todo desde que Lena desapareció.