Increíble lo que engancha este libro. Una atmósfera opresiva y un misterio cada vez más retorcido no dan tregua, tenía que seguir leyendo un capítulo tras otro. He leído que la autora se inspiró en el caso de Natascha Kampusch para esta novela. Más que nada por la duración del secuestro. Leer sobre la "normalidad" de la vida de unos niños encerrados ha sido impactante. Una lectura realmente adictiva. La historia es bastante original, aunque recuerda algo al libro La habitación de Emma Donoghue. |