William Golding nació en en 1911 en Gran Bretaña, fue incentivado familiarmente a ser científico, pero a los dos años de sus estudios en la universidad se cambió de carrera y estudió literatura inglesa en Oxford. Su sueño era convertirse en poeta, y su primer libro publicado es un poemario. En 1940, en pleno contexto de Segunda Guerra Mundial, inicia su servicio militar en la Royal Navy y es testigo y partícipe de momentos muy oscuros que atravesamos como humanidad. al finalizar la guerra, vuelve a dar clases de literatura y en 1952 inicia la escritura de la novela que hoy conocemos como “
El señor de las moscas” (Lord of the flies), su obra más emblemática y conocida. En 1983 es galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Un grupo de niños se encuentra varado en una isla desierta y paradisíaca tras un accidente de avión y se enfrentan a la realidad de estar sin supervisión ni ayuda adulta para sobrevivir. Sus miedos se hacen presentes y a partir de ahí se desenvuelven los conflictos. El contexto es importante, resignifica y completa la novela. “
El señor de las moscas” es un clásico de la literatura inglesa de postguerra, una novela con muchos niveles de interpretación. No es únicamente un relato de aventuras, lleno de inventiva, sino que en realidad, es una obra llena de simbolismos que constituye una alegoría sobre la humanidad y su moral. Abre puertas a la reflexión.
¿Qué sucede cuando emergen las oscuridades humanas, la envidia, el deseo de poder, el deseo de reconocimiento, el miedo, la agresividad, la violencia? ¿La maldad es inherentemente humana? El relato es sumamente interesante por la evolución de sus personajes, la lucha entre distintos tipos de sociedades y el debate que despierta sobre la dualidad civilización vs. barbarie. Un libro que te deja pensando y reflexionando. En definitiva, ¿qué constituye nuestra humanidad?
*Un lindo detalle para saber: El “Señor de las Moscas” es una traducción u otra forma de llamar al Belcebú o Beelzebuba, el señor de las tinieblas, el mismísimo demonio. La palabra que compone este nombre suena en hebreo “tsebal”, morada, en el sentido de la Gran Morada, los infiernos, y en boca del pueblo se confundió con “tsebub”, mosca. Y esto transformó el imponente nombre de “Señor de la Gran Morada” a “Señor de las Moscas”, que es la traducción que suele darse en los textos bíblicos.