Lágrimas de oro

Una novela que gira en torno al robo de un collar de oro y esmeraldas, de origen inca, que ha sido sustraído de una pequeña iglesia cerca de Trujillo.
A través del collar, nexo entre las historias, el autor combina a la perfección dos momentos históricos, que son narrados a través tres historias. Dos de ellas durante el descubrimiento y conquista del Perú. Por un lado, se cuentan las vicisitudes de Pizarro y sus hombres en Perú y, por otro lado, de manera paralela, se relata la historia de Huayna Cápac, Sapa Inca, y el deterioro del imperio inca.
La tercera historia se desarrolla en el año 2019 y se van siguiendo los pasos de la investigación y recuperación del collar, que cuenta con la participación de la teniente Rebeca Parma, perteneciente al Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.
Muy bien hilada toda la historia que va intercalando pasado, con un buen trabajo de documentación, y presente. Mezcla de historia y ficción con un resultado muy acertado.
Capítulos cortos y bien estructurados, que crean la necesidad de seguir leyendo, por lo que la lectura resulta muy fluida.
Por poner algún pero, me hubiera gustado conocer un poquito más los personajes de Rebeca Parma y Julio Adelman, creo que tienen mucho que contar.
Aunque, sin duda, una lectura muy recomendada, tanto desde el punto de vista histórico, como por la parte más actual, de ladrones, colecciones de arte y el mundo que lo rodea, que me ha parecido muy interesante.

«Lágrimas de oro» utiliza el recurso temporal para ofrecernos dos subtramas con distinto género cada una. Así, por un lado tenemos la parte histórica, cómo recrea el autor lo que pudo suceder en dos lugares diferentes relacionados con los incas. Por otro, una trama policiaca en la que descubrir al ladrón de una reliquia. Así las cosas, nos ofrece una novela que nos lleva por diferentes momentos y tramas para conocer un hecho histórico y además, darle un mayor interés al libro.

En Lágrimas de oro no podemos quedarnos solo en la novela histórica, pero tampoco en la policiaca, y es que como dije al inicio cuenta con ambas tramas, intercalándolas. Además, como puedes leer en la sinopsis nos trasladamos al año 1524 en dos escenarios diferentes: la guerra que se da en el imperio inca y a su vez, la incursión de Pizarro y su compañía en busca de nuevos territorios más allá de los mares. Y por otro lado, al presente a la investigación policial.

Como parte de novela histórica que es el final ya lo conocemos, y aunque no te lo voy a contar, lo más interesante aquí es el viaje: cómo se llega a ese punto en el que confluyen ambas líneas de acción. Y además, te mantiene expectante por resolver la trama policial para ver qué relación mantienen las líneas temporales.

José Luis Gil Soto consigue crear una historia que se disfruta en sus diferentes vertientes, con más ritmo cuando nos movemos al presente, más detallada y posterior acción en las guerras incas y girando hacia la aventura cuando seguimos a Pizarro. Quizá en cierto momento del desarrollo de la trama de los incas puede adolecer de ser algo lenta pero esto será así en función de lo que te esté atrapando la obra. Personalmente mis sensaciones en este sentido han sido bastante buenas aunque es cierto que me apetecía más la trama policíaca y de la conquista que cuando nos trasladaba al Cusco. Simple subjetividad.

Historia al servicio de la ficción
Lágrimas de oro es una lectura que me ha dado a conocer algunos hechos históricos y al personaje, Pizarro, con sus andanzas y lo que rodeaba a la época en la que la conquista de nuevos territorios eran el pan de cada día. Como no podemos olvidar que estamos ante una novela, junto con la gran labor de documentación que realiza el autor juega a imaginar cómo pudieron desarrollarse los diferentes hechos y situaciones. Desde mi total desconocimiento de la época, me ha resultado de lo más realista y que bien pudo suceder de forma similar. Pero como nunca lo sabremos, le permitimos ciertas licencias y disfrutamos de la obra.

Por otro lado, el incluir la trama actual policiaca nos da a conocer otro ámbito de los cuerpos de seguridad que se centra en el patrimonio y los robos relacionados con el arte. Ha sido curioso adentrarse en esta parte, con una protagonista que podría dar aún mucho más (seria genial seguir conociéndola en otras tramas) y que le viene bien a la obra. al principio me descolocó un poco la existencia de estos tres frentes en la novela, pero con el paso de los capítulos lo agradecí. Dan el contrapunto, y aunque a priori pienses que te saca de la historia, consigue generar otro foco de interés.
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Cada vez se lee menos y la Historia se reescribe más, por eso estos libros que se aprecia detrás la documentación, el rigor y el intento por ser lo más veraz posible en diálogos y escenas fabuladas, donde aprendes según van cayendo las hojas, son tan recomendables. Esta novela se aleja de la leyenda rosa y la oscura sobre la relación de Pizarro y Atahualpa. 
Cuando una lectura se impone, no se disfruta, y creo que eso nos sucedió a todos con la Historia, pero cuando coges obras como esta, aprender resulta tan sencillo. Las cifras no engañan, leí hace poco en un artículo que decía, la novela histórica es el género que más se lee en España. Se mira con recelo por intelectuales, porque según ellos la fabulación altera la realidad, yo no lo creo, se aprende, por ejemplo, leyendo Lágrimas de oro, se coge una idea del odio sanguinario entre dos hermanos, Atahualpa, que ansiaba gobernar Quito, y Huáscar, que se encontraba en Cusco, heredó todo el reino Inca del padre, y no quería repartir con un medio hermano. ¿Es cierta esta relación? Así lo cuentan las crónicas, fabulada, se recuerda mejor.





                Y quizá sea cierto que me gustan estas lecturas por ciertas fruslerías que descubro, por ejemplo, Inca Huayna Cápac, Hijo del Sol, tuvo quinientos hijos, yo que con dos confundo a uno y otro en los nombres, con esa cantidad, madre del amor hermoso. Gil Soto sorprende en este sentido con la capacidad de crear personajes y recrear la forma de vida de la época, personajes reales e imaginados se mezclan dentro de la historia encontrando el equilibrio perfecto y haciendo dudar al lector, cuál es de ficción.
Lo que más me gusta de la obra es que el ambiente es tan verosímil que parece una crónica de la época. Y he recordado cuando estudiaba a Francisco Pizarro en el colegio, pero ojalá me lo hubiesen contado con la pasión de Gil Soto, sus orígenes y sus hermanos, sus compañeros de viajes y aventuras, sus socios y amigos, las traiciones, las envidias, los miedos y las penurias.





Y los que os adentréis en su lectura también tenéis un collar robado, una joya inca, la Guardia Civil habré una investigación de dimensiones internacionales. Nos presenta la realidad del mercado negro de obras de arte. Aunque por una vez, raro en mí, el misterio y la búsqueda de esta joya, no centra mi foco de atención, fue la aventura de la conquista del imperio incaico por Pizarro y sus hombres, y una mujer, Inés.   
                La novela histórica es una novela para reflexionar. En un momento de la novela, se señala, lo importante que era para Pizarro que, tanto él como sus hombres, aprendieran el idioma nativo, no solo que los nativos aprendieran el castellano, la figura de Martín, conocido como Martinillo. Y ya para terminar, en la página 546, la ruina de toda riqueza, la perdida del sentido común, la riqueza y sus efectos adversos, «Mire vuestra merced que hace una semana se la hubiese vendido por dos pesos, pero hace una semana no llevabais en la faltriquera más de tres o cuatro y hoy, estoy seguro, lleváis mil». Y añadí Pizarro, «Tenemos muchos maravedíes, pero no valdrán nada de nada si una capa vale cien pesos, ¿comprender?». «No soy hombre de mucho pensar». Y así nos sigue yendo.
 

Poco más de un mes ha transcurrido desde que os contaba que a mí las historias relacionadas de cualquier modo con el descubrimiento y la conquista de América no me resultan atractivas y es que el Nuevo Mundo me da una pereza máxima. Pero siempre hay buenos motivos para saltarse las reglas que cada uno se autoimpone y en esta ocasión la novela venía firmada por un autor que hace justo tres años me conquistó con otra lectura que, en principio, nada tenía que ver con mis gustos habituales. Ese autor es José Luis Gil Soto y esa novela fue Madera de savia azul y hoy estoy encantada de hablaros de Lágrimas de oro.
2019. El robo de un collar de origen inca en una iglesia de Conquista de la Sierra, un pequeño pueblo de Extremadura cercano a Trujillo, pone a trabajar a la teniente Rebeca Parma, del Grupo de Patrimonio histórico de la Guardia Civil, y su equipo para encontrar al responsable. Por otro lado, otra línea argumental que se extiende desde 1524 hasta 1533 nos acerca a la conquista del Imperio Inca alternando capítulos en los que conoceremos tanto el punto de vista español como el inca.
Una acertada combinación de géneros permite que el robo de un collar, en este caso ficticio, se convierta en el hilo conductor que nos permitirá viajar desde el siglo XXI hasta el XVI, haciendo que tres líneas argumentales totalmente independientes en un principio vayan convergiendo capítulo tras capítulo hasta fundirse en una sola. Siempre que con una lectura viajo entre pasado y presente hay una parte que se convierte en mi favorita y en esta ocasión, a pesar de mis reticencias sobre el Nuevo Mundo, no puedo negaros que ha sido el controvertido episodio de la conquista la que me ha cautivado de principio a fin.
Las penurias de Pizarro y todos aquellos que lo acompañaron, solo soportadas por su tesón y la ilusión de encontrar grandes riquezas; la terrible guerra civil que enfrentaba en aquellos momentos a Atahualpa y Huáscar; y el acercamiento al pensamiento y sentir del pueblo inca, especialmente a través de Quispe Sisa y Cuxirimay, dos grandes e inolvidables personajes femeninos, encierran entre las páginas de Lágrimas de oro la que sin duda alguna ha debido ser una ardua y larga labor de documentación que queda perfectamente integrada en la narración. No necesita Gil Soto darnos lecciones de Historia para regalarnos una novela cautivadoramente didáctica sin perder un ápice de la diversión y el entretenimiento que al menos yo busco siempre en mis lecturas.
Me ha gustado especialmente cómo de la forma más aséptica posible el autor intenta, y consigue, trasladar al lector los sentimientos de ambos pueblos en un episodio histórico tan polémico como el que aborda y es que es fácil en ocasiones, cuando echamos la vista atrás y miramos nuestra historia, caer en revisionismos absurdos si no nos ponemos, o al menos lo intentamos, en la situación y en la mentalidad de cinco siglos atrás. No cabe duda de que el autor consigue llevarnos hasta aquel momento y hasta aquel lugar y de ese modo el lector se pone en la piel de aquellos que, además de ansias de poder y riquezas, eso es innegable, tenían también el absoluto convencimiento de estar llevando la palabra del verdadero Dios.
Poco os cuento como veis de la búsqueda del collar robado y es que, aun siendo una línea argumental interesante, para mí eran capítulos que quería que pasaran lo más rápido posible y así poder volver al pasado y a la conquista. Y rápido pasan y no solo porque ocupen menos espacio, sino porque se trata de una parte que si bien en su inicio navega con velocidad de crucero poco a poco va adquiriendo más ritmo hasta alcanzar el ritmo de un thriller con una tensión creciente mientras nos adentramos en el turbio mundo del mercado negro de obras de arte.
En definitiva, Lágrimas de oro es una fantástica novela que manejando distinto hilos temporales y espaciales combina con acierto el género histórico y el policíaco. La conquista del Imperio Inca es, en manos de José Luis Gil Soto, un apasionante relato que enseña tanto como entretiene. Termino la reseña pensando en con qué volverá a sorprenderme un autor que parece empeñado en conquistarme con libros que yo creo que no son para mí.

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Tal y como habréis visto en la sinopsis tenemos tres tramas, dos del pasado y una del presente. La más actual nos lleva a una iglesia de un pequeño pueblo en el que han robado el collar de la virgen. Es un collar muy valioso tanto por el valor material como por el mucho valor histórico que iremos descubriendo durante la novela. El robo de arte en las iglesias es mucho más común de lo que creemos, y mientras escribo estas líneas una virgen ha sido saqueada una vez más. Para estos menesteres existe el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, y la teniente Rebeca Parma será la encargada de llevar el caso, tras los primeros pasos de la investigación acabará en París tras las huellas del collar y de un manuscrito de Francisco de Herrera sobre la llegada de Pizarro al Perú del que ella en principio no tiene conocimiento, pero que tiene más de un pretendiente en el mundo de las piezas de arte antiguo. El que posea collar y manuscrito será todo un afortunado y así que los coleccionistas harán todo lo posible para que lleguen a sus manos.
Por otro lado, tenemos Francisco Pizarro, un hombre adusto y de ideas claras que tiene un objetivo muy claro, llegar allí donde aún no ha pisado ningún europeo, encontrar un tesoro del que ha oído hablar y conseguir conquistar las tierras del Perú para su rey don Carlos ampliando aún más su imperio. No teme por su vida y junto con sus dos socios se dedicará a la complicada tarea de reunir dinero y hombres para la conquista. Con ellos llevarán caballos y perros que los ayuden en la tarea. Francisco es un hijo bastardo de un capitán de renombre y hará todo lo posible por hacerse digno portador del apellido familiar. En la conquista habrá de todo, momentos muy duros en los que temerá por su vida, otros llenos de dicha al encontrar ese país lleno de tesoros del que había oído hablar, su ingenio y su templanza harán que la conquista de un país sea posible aun teniendo frente a sí unos ejércitos muy superiores en número.
En el Cusco hay también toda una odisea, Huayna Cápac, Sapa Inca, Único Señor está sometiendo a los pueblos del norte que le han salido algo alborotadores, en una de las batallas son heridos él y el que hubiera sido su heredero natural, cuando esto ocurra se producirá una terrible guerra fratricida entre Huáscar y Atahualpa. Cada uno de ellos cree que tiene la razón para asumir el poder. de repente un imperio que tanto ha costado unificar va a saltar por los aires en toda una serie de luchas por el poder en las que la manera de obtener el respeto es la muerte. No hay disidencias, la oposición se paga con la muerte y habrá tremendas matanzas por parte de cada uno de los dos caudillos. La llegada de Pizarro, anunciada por profecías hará que la balanza se desequilibre y con la inteligente jugada de Pizarro se logrará algo que no es espóiler, la conquista de Perú.
Sorprendida me ha dejado la cultura inca, los extrañísimos lazos familiares que los unen en los que por perpetuar una sangre de dioses se casan entre hermanos haciendo unos árboles familiares de lo más sicodélicos. El tema de la vestimenta del Inca también me ha resultado curioso; por otro lado, me ha revuelto las entrañas la forma de actuar contra los vencidos, su crueldad y falta de empatía, resulta hasta ridículo utilizar esta palabra en medio de aquellas carnicerías.
En resumen, un libro de historia, aventuras e investigación policiaca en dos tiempos que nos sumerge en el pasado, nos lleva de aventura, nos llena de angustia y zozobra por todo lo que ocurre, y a la vez nos muestra un mundo en el que la palabra dada, la amistad y el amor. Una muestra además de un submundo dedicado a las antigüedades y lo que se puede llegar a hacer por conseguir algunas piezas. Totalmente recomendable.
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Me paso para hablaros de la nueva novela de José Luis Gil Soto que esperaba con muchas ganas tras haber disfrutado tanto de su anterior libro «Madera de savia azul» que os sigo recomendando. En esta ocasión nos presenta «Lágrimas de oro» una mezcla de novela histórica y thriller que me ha resultado muy interesante.

La trama se inicia con la desaparición de un valioso y exótico collar en un pueblo de Cáceres y que está relacionado con la familia Pizarro. de esta forma nos adentramos en el trabajo realizado por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil perteneciente a la UCO que se dedica a investigar los delitos contra el patrimonio.

Por otro lado, tenemos dos episodios en el pasado donde encontramos las pericias de Pizarro y sus hombres en su empeño de descubrir un nuevo país lleno de riquezas. Esta historia se va intercalando con la del pueblo Inca y su gran Señor. Estos se encuentran envueltos en guerras internas y preocupados por la llegada de los españoles a su territorio.

«Lágrimas de oro» es una novela muy completa, quizá la más ambiciosa del autor porque todo está muy bien pensado e hilado. La parte contemporánea me ha gustado mucho y me ha tenido en alerta de forma continua. El autor relata los pasos que se siguen en el caso de este tipo de robos y lo narra de forma entretenida e interesante. Una parte con mucha investigación, algo de seducción, acción y con dos personajes que me han gustado. Respecto a la trama del pasado me ha gustado mucho la ambientación, como consigue el autor que nos metamos de lleno en la época y aprendamos al mismo tiempo. Es cierto que ha habido partes que se me han hecho algo más pesadas, más densa su lectura, pero eso no le resta a lo interesante que me ha parecido.

Me ha encantado conocer a personajes como Quispe Sisa y me ha hecho sufrir en algunos capítulos. Me ha gustado el papel que las princesas incas tuvieron en la historia de España y de América y agradezco las notas históricas que con buen criterio el autor nos deja al final del libro para conocer la documentación empleada, las licencias que se ha permitido y algunas curiosidades.

La ambientación es uno de los puntos fuerte de la novela: conoceremos la situación política de la época, las vestimentas, los útiles, las descripciones de los entornos, las enfermedades y un largo etcétera que me ha encantado conocer. Se nota que el autor tiene un gran bagaje en temas históricos ya que el lenguaje empleado es perfecto, consigue una correcta ambientación sin excesos que ayuda al lector. Respecto a los hechos actuales las descripciones también acompañan y ayudan a embellecer la narración.

En definitiva, «Lágrimas de oro» es una mezcla de novela histórica y de thriller que nos lleva del pasado al presente de forma continua con unos personajes muy bien dibujados, con gran rigor histórico y una excelente ambientación y con una dificultad añadida que es la de emplear el lenguaje adecuado en cada una de las partes. Una historia que tiene mucho de aventuras tanto en el pasado donde se quiere descubrir nuevos mundos como en el presente donde se buscan tesoros que alguien ha ido conservando durante mucho tiempo. Estoy segura de que si te acercas a esta novela no saldrás indemne de ella, seguro que la disfrutas.
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Con tres líneas argumentales, comienza esta novela histórica con tintes de policíaca. Situados en dos líneas temporales, la obra nos cuenta la historia del imperio Inca desde su unificación y, de manera paralela, la investigación del robo del collar, que presuponemos que está relacionado con la historia. Sin embargo, debemos añadir que estos dos hilos se bifurcan y que tendremos además, en una estructura espejo super interesante de seguir, la historia del contrario del imperio inca, es decir, la historia de conquista de Francisco Pizarro, y a su vez, la narración de la perspectiva del ejecutor del robo.
De este modo, la novela nos ofrece todos los puntos de vista de ambas tramas, haciendo que el lector sepa punto por punto lo sucedido, hasta llegar a confluir al final de la novela de una manera muy orgánica y bien narrada.
Dinámicas
Una de las cosas que más me ha llamado la atención la novela es cómo se ha incorporado la investigación policial para justificar la narración de una etapa de la conquista que quizá no es la primera que nos viene a la cabeza. Normalmente, como gran conquistador recordamos a Hernán Cortés, sin embargo, en este caso nos adentramos en la historia de un conquistador que, aunque también buscaba fortuna, lo que más buscaba era fama y el orgullo de descubrir y conquistar una nueva tierra.
En este sentido, el personaje de Pizarro se nos presenta como un hombre reflexivo, tenaz y persistente, así como capaz de entender y actuar antes con diplomacia que por la fuerza. Como contrapunto, la obra nos enseñará la dureza de las guerras incaicas, guerras entre hermanos, donde la deslealtad se paga con la muerte. Se crea de este modo, una tensión ente ese mundo civilizado y el supuestamente no civilizado que, para mi experiencia lectora, se resuelve en un deber de cada personaje para cada uno de sus mundos. (Esto sin justificar para nada la conquista americana, que en fin).
Por otra parte, como decía, la trama policiaca tiene como protagonistas a una mujer inteligente y atrevida, y a un ladrón con mucho don de gentes. Me ha recordado un poco a ese juego detectivesco de Sherlock-Moriarty, mucho más actualizado y con nuevas sinergias.
Circunstancia histórica
Finalmente, otra de las cosas que me ha gustado ha sido el estilo del autor. Creo que en todo momento sabe mantener el ritmo aunque lo que nos esté narrando sean hechos meramente históricos. Las anécdotas o curiosidades que van apareciendo creo que ayudan a mantenerlo, así como la alternancia de capítulos presente-pasado y diferentes puntos de vista. Además, sin desmerecer la ambientación histórica y el habla de la época, hace ese tipo de lenguaje fluido y entendible sin perder el tono.
Creo que si os gusta la novela histórica es una novela que os va a gustar y mucho. En mi caso, sin ser una fan empedernida del género, me ha supuesto un descubrimiento, de una historia y de un hecho histórico, muy interesante. Es verdad que quizá en mi caso no la he podido disfrutar tanto por mi pequeño bloqueo lector, pero eso no quita que la novela lo merezca. Espero que os animéis con ella.



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Me ha gustado mucho este libro, que entrelaza pasado y presente de una forma que se hace amena, aunque a veces, en la parte histórica tenía un ritmo que daba una sensación de ir más lento.

El libro se divide en dos tramas, una en el pasado en el siglo XVI, y otra en la actualidad que sucede en el año 2019.

La trama que sucede en el siglo XVI me ha fascinado por el trabajo de investigación que lleva detrás. En esta parte, tenemos de protagonistas a Francisco Pizarro, Huyana Cápac, Atahualpa y Huáscar.

Al principio, piensas que la conquista de Pizarro va a suceder rápido al ser una novela, pero pronto descubres que no, ya que tanto él como sus hombres pasaron por muchas penurias antes de poder encontrar algo que mostrar al emperador Carlos V.

Para suavizar el avance lento de Pizarro, se van presentando a los Incas, primero a Huyana Cápac, y después a sus hijos Atahualpa y Huáscar. Estos momentos de esta trama fueron los que más me gustaban a mi, ya que he aprendido su cultura y había cosas llamativas como el hecho de que fueran muchos hermanos o el hecho de que casi todos fueran familia.

A la muerte del emperador Inca, la trama te engancha por completo al tener el enfrentamiento por ver quién será el siguiente emperador y las diferentes formas que tienen de negociar el problema. Esto benefició a los españoles en gran medida, y me sorprendió el cómo Pizarro trató de conseguir las alianzas.

Por otro lado, tenemos la trama que sucede en el 2019, que es un caso policial en el que se conoce tanto al ladrón, Julio, como a la policía, Rebeca.

A diferencia de la trama que sucede en el pasado, en esta se mantiene un ritmo constante en el que los capítulos se pasan en un suspiro y acostumbran a quedarse en momentos en los que quieres más.

Se puede apreciar lo complicado que es estar en ambos lados de la ecuación, por un lado, la policía sin apenas pistas trata de buscar hasta debajo de las piedras algo de lo que tirar ante la presión que empieza a ejercer sus superiores y gobiernos.

En cambio, Julio sólo tiene que evitar que le vinculen con el collar mientras busca una crónica que vendió hace años.

Esto hace que nos adentremos en el mundo del coleccionismo de arte, y ver que no todo se consigue a golpe de talonario, lo que hizo que llegase a asustarme por Julio.
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MI IDEA PERSONAL:

"Lágrimas de Oro" es una novela que esperaba con ganas debido a que su autor es José Luis Gil Soto, autor de Madera de Savia azul que es su anterior libro y nos encantó en el blog .

El autor que ya cuenta con una destacada bibliografía en Novela histórica, esta vez nos sorprende con la mezcla de Novela histórica, situada en la época de la Conquista del Perú, y Novela contemporánea, situada en el 2019 donde la investigación policial nos depara acción e intriga.
La primera ventaja que vamos a encontrar en "Lágrimas de Oro" es que se trata de 3 libros en uno, ya que de manera independiente vamos a ir intercalando la parte moderna con otras 2 partes donde por un lado conoceremos a Francisco de Pizarro y su entorno donde desde Panamá en 1524 pretende iniciar empresa para conquistar lo que algunos llaman el Birú y otros simplemente piensan que es una leyenda de tierras prometidas ricas en oro. Desde otro lado descubriremos los problemas de sucesión que en pleno imperio inca provocarán una brutal guerra entre hermanos.

Llegando al final del libro las dos tramas históricas convergen progresivamente en una que en el último párrafo del libro entronca directamente y de una forma magistral con la parte moderna, y es que si en algo destaca el autor además del rigor histórico y la documentación es sin duda en la perfecta hoja de ruta que marca todo el libro y que no deja lugar a las lagunas, algo que ya me sorprendió en "Madera de savia azul". Yo no sé si el escritor es de brújula o de mapa, aunque yo en esta ocasión añadiría un título nuevo como escritor cartógrafo ya que la obra finaliza de forma perfecta a pesar de poder abrir otros capítulos en el futuro si así fuere menester, y voto a Dios que así sea.

He de reconocer que aunque yo soy muy aficionado a la novela histórica el imperio Inca nunca me ha parecido sencillo por lo que hasta ahora no había disfrutado totalmente con esta ambientación por lo que esta novela ha supuesto para mí una reconciliación con esta temática. Eso sí, recomiendo que no pretendas en los primeros capítulos relativos a los incas memorizar todos los nombres y vocablos porque sería difícil, posteriormente los personajes se desarrollan e introducen progresivamente para que los reconozcas e identifiques sin esfuerzos.

La parte contemporánea le da mucha vida al libro, ya que en un contexto actual y que por lo tanto requiere menos detalle para ambientar al lector logra dotar a la lectura conjunta de un ritmo alto, que aunque no es un thriller sí que permite tener acción, seducción, investigación y todo ello a través de 2 personajes que conllevan el peso del protagonismo de este hilo y que son Julio Adelman y La teniente Rebeca Palma.

Los capítulos dedicados a la vida y aventuras de Francisco Pizarro creo que llegan a ser mis favoritos ya que destacan el sacrificio y el tesón que tuvo este hombre por realizar una gran gesta, pero no por orgullo personal sino por demostrar que era un digno hijo bastardo de su padre.
La narración del libro se realiza en tercera persona omnisciente en todos los hilos argumentales, a la vez intercala numerosos diálogos entre los protagonistas de cada escena. Se estructura en Prefacio, tres libros que a su vez se dividen en 95 capítulos cortos y terminan con gran zozobra para que necesitas continuar y epílogo, todo ello enriquecido por una sustanciosa nota del autor que he agradecido y disfrutado mucho ya que nos permite conocer la documentación en la que se basa, las licencias prestadas, las curiosidades.... aclaración imprescindible en una historia donde la línea entre la ficción y lo real puede ser difusa llegando en muchas ocasiones a ésta supuesta realidad ser diferente según el estudio que tomes por referencia.

En esta ocasión sí que recomiendo leer la sinopsis ya que no desvela nada y te va a ayudar y a situar muy bien en la estructura del libro.

La ambientación es otro punto fuerte de la novela ya que en lo referente a la parte antigua enseguida descubrimos una extensa y pausada labor de investigación que ha tenido que realizar el autor para detallar de forma exhaustiva no solo la situación política y del mapa del momento sino los útiles, la vestimenta, las enfermedades como la verrugas de la muerte que han dado disfrute a mi continua curiosidad, así como el sentir de los fieros perros alanos usados por los conquistadores a la par que sus morriones, el cual he tenido que buscar para realizar las fotos de presentación que el libro merece.

Las cuidadas descripciones de los entornos han provocado en mí la imperiosa necesidad de visitar Trujillo.
El lenguaje que utiliza el autor es el que le permite su dilatada experiencia histórica y nos ayuda a ambientarnos pero sin caer en el exceso, equilibrio en ocasiones nada fácil de lograr.
CONCLUSIÓN:

Un libro que merece la pena regalar o comprar para darte ese capricho que mereces ya que es mucho lo que ofrece, vas a disfrutar, aprender y a revivir una historia no tan lejana.
Novela histórica y policial que te permite aprender, con aventura, investigación, amor y seducción, intriga y engaño y mucho más, pluses como su sugerente y atractiva portada.

En definitiva una novela ambiciosa con muchos personajes y líneas argumentales con pinceladas entre Follett o Calvo Poyato y Molist, y de la que el autor ha salido airoso y con nota, al menos por mi parte es de 10. Todo un "trabajazo".

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Que maravilla de lectura. Una historia que nos muestra a Pizarro y su conquista del Perú y por otro lado vemos también la parte de los Incas, pero, todo ello a su vez será relacionado con el presente a través del robo de un collar.

Una historia que atrapa desde el comienzo, muy interesante y muy buen ambientada y documentada.

Ha sido una lectura que he disfrutado de principio a fin y mi primera toma de contacto con el autor y , tengo claro, que no será la última.

Si os gusta la novela histórica con thriller, os animo a echarle un ojo .