Los recuerdos del porvenir

Tenía muy pendiente leer a Elena Garro, la tenía en mi mente desde hacía un par de años…

Me costó entrar en la lectura, porque no es una lectura fácil, es exigente, pero una vez que entras está escrita de una forma que te envuelve y atrapa. A mí me absorbió completamente la forma de escribir y me costaba parar de leer.

El abanico de personajes tienen algo que los hace peculiares y diferentes a cada uno de ellos, y de todos te encariñas ❤️ o de casi todos... Con un especial narrador, el pueblo de Ixtepec, que observa y nos cuenta cómo va pasando el tiempo y como se ha transformado con el paso de los años o como sus gentes van y vienen o nacen y mueren, mientras él atemporal, siempre está ahí observando.

Sabía que me iba a gustar y no me equivocaba, pero ha sido más que eso, me ha encantado y fascinado como escribe Elena Garro… que dominio de la palabra, que belleza y que poder para transmitir todo tipo sensaciones y hacer sentir. Con una línea muy fina casi invisible entre lo real y lo mágico. Un libro que cuando lo terminas, lo quieres volver a empezar y vuelves a su primera página.

Si no lo habéis hecho, leedlo, es una maravilla 🙌🏼.

Agradecidísima a su hija Helena de que no le dejara a su madre quemar el manuscrito como era su intención 🙌🏼.

Si hay un autor que esté asociado al realismo mágico éste es Gabriel García Márquez, pero antes que él ya lo hizo, y muy bien, Elena Garro. Buena literatura, lírica y poética en la que te adentras fácilmente y que deja eco tras su lectura.
Muy recomendable.
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En Los recuerdos del porvenir el tiempo es muy importante, se alarga, se concentra, se difumina y se para según convenga. El espacio, también. Ixtepec, el pueblo que se cuenta. Él es el narrador que desde una piedra aparente empieza su historia, la de los Moncada y sus contemporáneos en los años después de la Revolución Mexicana y al inicio de la Guerra Cristera, un período que me llama y que Elena explica a través de personajes variopintos que le dan vida.
Elena Garro consigue un libro perfecto. Dividido en dos partes, utiliza un estilo preciso y cálido, maleable por el tiempo y el calor, el tipo de estilo que acaricia el alma y que cuando cierras el libro te deja sin saber qué hacer durante un tiempo indeterminado.
Yo lo sentí tarde y poco. Entré con miedo e iba más pendiente de no perderme nada que de dejarme fluir.
Pero, no haberlo vivido con la intensidad que acostumbro no me impide reconocer el potencial y el valor del texto y la habilidad de la autora para crear ese mundo olvidado. Mi resaca emocional queda lejos de poderse llamar así y lo cierro convencida de que le debo una relectura, más tranquila y más abierta.

Me estaba cuestionando cuantas estrellas debía ponerle a este libro, todavía me lo cuestiono.
Esta novela me dejó con un sinsabor terrible, como un final sin final, me dejó buscando algo que no sé qué es ni sé si lo puedo encontrar.
El inicio del libro me pareció fatal, no me gustó, sin embargo me atrapó.
En esas primeras páginas me sentí muy perdida, quién diría que esa sensación de no entender nada se iba a intensificar conforme iba avanzado.
Poco antes de la mitad del libro la historia se me hizo más ágil y muy muy adictiva, aunque no lograba entender bien qué era lo que me estaban contando no podía ni quería parar de leer.
Busqué muchas reseñas acerca de este libro donde lo nombran como una obra maestra de la literatura latinoamericana y la incluyen (no oficialmente) como parte del boom latinoamericano. En estas reseñas explican aquello que quizá yo no supe comprender, así que con mi reseña sólo quería transmitir el mismo desazón que la obra dejó en mí.
Claramente en una joya de libro, quizá ante unos ojos más expertos se pueda desvelar lo que la autora quería transmitir, pero a mí, me transmitió tristeza. No hubo un solo momento en que no me sintiera sofocada y derrotada, igual que los personajes.

En el 2020 leí esta tremendísima, increíble, impresionante novela que me debía hace tiempo.
Con el cuerpo y la conciencia atravesados.
Sé muy poco de historia mexicana y también de la vida de Elena Garro. Está considerada algo así como escritora maldita: dicen que acusó de entregadores de los jóvenes asesinados en la masacre de Tlatelolco a intelectuales mexicanos contemporáneos a ella. Y que fue aliada del PRI.
En uno de los programas que vi sobre Elena Garro, una estudiosa de su vida y su obra dice que para saber qué ideología tenía realmente basta con leerla. Me pregunto si es suficiente, ahí tenemos vida y obra tantos autores que demuestran la incongruencia.
Ojalá Elena Garro sea lo que leí en esta belleza de novela. Ojalá alguien, alguna vez, rompa la maldición sobre ella y me devuelva la confianza en que obra y autor pueden ser lo mismo

odo el mundo debería de leer a Elena Garro. 'Los recuerdos del porvenir' es una historia que te atrapa desde las primeras páginas: alguien (¿el pueblo de Itxepec?) nos habla directamente sentado encima de una piedra. Un narrador que es omnipresente y que nos adentrará en las casas, las calles y las habitaciones de esta localidad.
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Elena Garro ambienta esta historia en los años posrevolucionarios de México que afectan directa e indirectamente a los habitantes de este pueblo. Un libro donde los campesinos, las mujeres, la burguesía, los militares y los religiosos se ven entrometidos en tramas donde el amor, el odio y la violencia son los protagonistas. ⁣
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Creo que es un libro que nunca hubiera leído por mi misma. No sé si por el título que no me llamaba, la portada que menos aún... o que el resumen de la parte posterior no me decía mucho de qué iba. Pero en mi grupo de lectura iban a leerlo y me animé. Qué buena decisión, ¡nunca me alegraré lo suficiente!

El libro es difícil de explicar de qué va, hay que ser sinceros. El narrador es el pueblo de Ixtepec, o más bien la memoria colectiva de la gente que ahí habita. Ambientado en tiempos turbulentos, conocemos a personajes que se dejan querer (como mi querido Juan Cariño). Sufres con ellos las represiones y las desdichas, te revuelves cuando notas pasar los días y no queda más que su apatía, pero también te alzas por ellos en su lucha.

Y las descripciones y la forma de expresarse. Es una delicia. Elena Garro es maravillosa y este es lo que se dice un libro hermoso.

No puedo no darle mis 5 estrellas. Y aún así no será suficiente para explicar cuánto me ha encantado este libro.

Este es un libro que va mucho más allá de lo que dice la contraportada. Garro hace una simbiosis muy cuidada entre la historia y la forma de contar la historia que hace que no puedan tratarse la una sin la otra. Su modo de interactuar con la herramienta de la palabra poética dentro de la narrativa es ejemplar. La voz del pueblo va describiendo a sus habitantes otorgándoles tintes arquetípicos que generan la sensación de estar creando un parteón propio de una mitología que es, a la vez, profundamente humana.

Está a medio camino entre una narrativa que sigue un hilo temporal normal y otro tipo de narrar más cercano a la poesía también que describe por instantes no necesariamente consecutivos. Ese estar entre medias es lo que le da a la obra un carácter misterioso y algo lúgubre, pues se pone en juego el mismo concepto de tiempo y de todo lo que es posible. El tiempo es un personaje, así como lo es el pueblo. En una línea parecida a Woolf, las delimitaciones entre los personajes son difusas y se comunican atravesándose en sus pensamientos y sus emociones que, a su vez, tienen una particularidad muy concreta que genera el carácter de cada personaje. La obra juega en todos los equilibros, a mi parecer se pierde un poco en el ritmo narrativo, pero solo un poco, salvando algunos escollos, leerlo es una experiencia emocional e intelectual muy rica.

Garro es una gran autora, injustamente muy invisible todavía en todos los ''canones' de literatura.

He necesitado unos días para poder reseñar este libro. Y es que la fuerza de la historia te absorbe desde el comienzo, y hace que no puedas dejar de leer. Para, una vez llegas al final, dejarte con una sensación de pérdida.
Uno de los mejores libros que he leído últimamente.
La autora hace que te sumerjas en el micromundo de Ixtepex, sus gentes, sus calles, sus plazas...y lo hace utilizando un narrador muy particular: el propio pueblo. Pero no sólo el pueblo físico, sino el espiritual, el conjunto de todo lo existente en esa localización.
La historia está llena de realismo mágico, de violencia y de costumbrismo.
A mi me ha recordado, salvando las distancias, a uno de mis libros preferidos: Cien años de Soledad

Esos momentos en los que quizás estabas viendo un paisaje que te dejaba sin palabras y te sacaba una sonrisa, o quizás estabas llorando de manera desconsolada por alguna mala racha, y había algo en la naturaleza que te hacía sentir su presencia: una racha suave de viento, el ruido de la vegetación, el paso de un ave volando bajo o incluso un poco de polvo levantado por el viento. Casi como si alguien o más bien algo, un pueblo quizás, te estuviera diciendo que estaba ahí.

Elena Garro nos relata cómo eso ocurre de verdad en un lugar llamado Ixtepec, un pueblo que es el narrador de esta novela donde él mismo nos cuenta algunas historias que ocurren en él: diversas invasiones y abusos militares durante la Revolución mexicana, un general abusador y a la vez triste que se sabe enamorado de una mujer que no le quiere, un loco y su grupo de amigas que llevan una vida dura pero honesta y divertida. Y, cómo no, una historia trágica que os invito a descubrir.

El lenguaje, las expresiones, el tono, la inteligencia y el humor que aparecen en las páginas de este libro son una delicia que me ha hecho recordar como hacía tiempo que no ocurría por qué me gusta tanto la literatura hispanoamericana. Frases que hablan de cosas tan en principio cotidianas como el eco, un encuentro con una mujer o una noche de teatro, se vuelven mágicas en la pluma de Elena Garro. Qué decir, además, de esas apariciones repentinas del propio pueblo como narrador para recordarte que todo está en él y que todo lo estuvo y lo estará.

Me ha encantado leer este libro y aún más compartirlo con @bookational y @readingsnorth Espero que se recomiende y regale y que llegue a muchas más personas para compensar, aunque sea un poquito, lo desconocido que han sido él y su autora durante tanto tiempo. Me estreno además en el #retomujeresautoras cumpliendo con la categoría “Mujer emigrante/refugiada”.