Los recuerdos del porvenir

Obra que fue publicada en 1963.
Parece ser que durante años fue silenciada y olvidada en su país de origen por gran parte de los intelectuales mexicanos y probablemente ese sea el motivo por el cual hoy en día no sea muy conocida fuera de su país.

Por tanto, en mi ignorancia inicial de saber si la escritora seguía viva o había ya fallecido me sumergi en la novela.

La historia se desarrolla en Ixtepec. Y la narra Ixtepec, el pueblo. Una novela coral donde participan personajes de distintas capas sociales, desde prostitutas y campesinos hasta las antiguas familias, religiosos y militares. Son los años posteriores a la Revolución.

Su escritura no es compleja pero mientras la lees te hace pensar e ir analizando. Tiene frases, párrafos incluso páginas enteras que son perlas.
A veces sientes que el tiempo está detenido y que todos los días, todos los personajes, son iguales. Sientes esperanza y al de poco desesperanza. Te ríes y al mismo tiempo recibes mazazos.
Violencia, fe, machismo, pasión, lealtad, amor, odio, dolor...

Ixtepec ve, narra, siente a los personajes que viven sobre él, a los que pasan, a los zapatistas que llegaron y se fueron, a Francisco Rosas, el general que ha convertido a este pueblo en un desierto lleno de los recuerdos de los que ahí vivían; donde se mezclan los tiempos, donde este narrador sin manos, ni ojos, ni boca, los ve sucederse unos a otros y cuenta su historia.
Los recuerdos del porvenir es una novela en la que se cuenta —con algunos recursos poéticos— el tiempo en que Ixtepec y sus habitantes vivieron sometidos a los designios del general Francisco Rosas, quien depende del amor de Julia, su querida. Es una novela ambientada en los años posteriores a la Revolución en la que se trata el abuso del poder y la persecución religiosa, pero también es un relato sobre la búsqueda de identidad, sobre la búsqueda del sentido de la vida.
A lo largo de la novela asistimos a distintos momentos en donde los personajes buscan reconocerse y se sorprenden al hacerlo: la viuda que no recuerda cómo era su rostro cuando estaba casada; la joven que tiene miedo de saber cómo se ve dormida; los hermanos que se enfrentan con la sorpresa de encontrarse en este mundo y para repetir ese asombro hacen cosas extremas y arriesgadas. Diversas acciones, en fin, que desde mi lectura están encaminadas a darle sentido a la vida y a la muerte de los habitantes de un pueblo donde no hay futuro ni pasado, porque es un repositorio de la memoria y ésta “contiene todos los tiempos y su orden es imprevisible”.

Hacia el final, sentí mucha desazón y miedo, me contagió demasiado la ~incertidumbre ~ /certidumbre de que algo malo va a pasar, para estos tiempos de temor, enfermedad y preocupación, la verdad no se siente tan bien, peeero, al mismo tiempo queda excelente porque la narrativa es preciosa y todos los personajes sienten profundamente su infelicidad y resignación. A mí me recordó que todos estamos en el mismo barco (o en el mismo pueblo, gg), la suerte de unos es la suerte de todos, nadie sabe muy bien qué está pasando, y cómo seguir y enfrentar el porvenir.
La condenación de la vida misma se siente mágica en esta novela. Y, no sé cómo sea leer esto desde una perspectiva extraña, pero yo, al irme adentrando en las páginas, sentía la historia de México latiendo, me llevó a pensar sobre quiénes se ha ido construyendo todo este futuro extraño y ¿para qué? Además el pueblo como colectivo que apoya, denuncia, sufre, chismea, celebra, se duele y come (ah porque como comían antojitos cuando se reunían a esperar nomás) es muy tangible.
Cuando dicen que Ixtepec puede ser un personaje más de la historia... NO, evidentemente lo es. Y en sí, toooodo el paisaje y la importancia que se le da a la vegetación, o más artisticamente al cielo y al clima, o más evidentemente al tiempo y la memoria es parte de esta cultura realista mágica que seamos conscientes o no, forma parte de nosotros.
La cordura perdida y la realidad asfixiante parece tan normal y aceptable, la facilidad con la que ocurren algunas cosas, que a veces también me asustaba, sobre todo por lo familiar que suena, no es un lugar común agradable y a la vez sí, bien raro la dvd.
Siento que es de esos libros que nunca voy a entender del todo, pero que puede ser un buen libro para regresar y regresar y regresar, para perderme.
Subrayé demasiado, por cierto.

Aunque a los autores no les gusten las "etiquetas" (y esta autora era una de ellas), este libro es, para mí, un ejemplo de realismo mágico. La historia de las gente de Ixtepec, narrada con un sentimiento que lo mismo te arranca una sonrisa con personajes como Juan Cariño (inolvidable para mi), como te hace sentir la opresión militar que rodea a las gentes del pueblo.Al ser una lectura conjunta de @lapeceradeRaquel he tenido la suerte de que gente de Méjico (mil gracias, Emma) nos haya puesto en antecedentes de su historia, por lo que entender lo que la autora nos refería con sus imágenes ha sido mucho más fácil.

Es imposible adentrarse en esta lectura y obviar esta piedra que nos habla. El pueblo de Ixtepec, inspirado en el de Iguala donde creció la autora, es el narrador y lugar donde transcurre toda la historia.

Centrada en el México postrevolucionario y durante la Guerra Cristera, Ixtepec está sitiado por un grupo de militares encabezado por un general autoritario y cruel, atormentado por un amor mal correspondido y por los celos que éste le provoca, ejerciendo sadismo y represión contra el pueblo, en particular sobre los indígenas. Sus habitantes viven una constante zozobra.

Además del abuso de poder, la circularidad de la historia, la lucha entre el pueblo y el Estado, se aborda la situación de las mujeres. Se retrata la desigualdad de género y la violencia doméstica, los feminicidios y la violación como formas de reprimir y humillar. No es solo una historia de abuso y opresión sino también de resistencia, la de un pueblo organizado por mujeres.

Es un placer poder dejarte llevar por esta historia que habla
de la propia esencia de Méjico. Leer libros así tan sólo te
animan a poder seguir disfrutando de joyas como esta.
Había leído de la autora alguna recopilación de cuentos pero sus novelas no bajan el nivel que demuestra en sus cuentos.

Cuánto debemos agradecer a Helena Paz Garro, hija de la autora, que salvara de las llamas el manuscrito de esta novela. Una novela magistral en la que Elena hace magia mediante el lenguaje, las descripciones y el narrador.

De la trama no quiero hablar demasiado porque lo mejor es que el propio pueblo mexicano de Ixtepec, desde lo alto y bajo un sol de justicia, os lo cuente todo. Conoced a través de su voz a unos personajes femeninos fuertes que, casi sin darse cuenta, marcarán los acontecimientos de la narración; descubrid los amores, las pasiones y la traiciones que se esconden en sus calles y en el Hotel Jardín; y aprended historia mexicana entre revolucionarios, militares y cristeros. Mientras tanto, la autora os hará reflexionar sobre el poder redentor del teatro, la idea del tiempo detenido –Rulfo y Comala resuenan entre líneas– y en si es posible romper la repetición cíclica de la historia.

Yo no sé si Garro fue o no la precursora del realismo mágico – tampoco a ella le interesaba serlo–, pero sí sé que ha sido una autora injustamente olvidada y que merece ser conocida por la calidad de su obra y no porque una vez fue la mujer del señor Octavio Paz; quien, por cierto, abrumado por el talento de su mujer, le rogó que no publicara «Los recuerdos del porvenir».
Espero que la historia de la literatura coloque a la autora donde se merece.

🌷
Querida Elena:
Me siento frente a la página en blanco con la intención de volver a molestarle pero tenía la necesidad de plasmar todo lo que siento en una carta. En la anterior le hablé de mis primeras impresiones, de cómo con tan solo unas páginas ya me había conquistado. He llegado al punto final y solamente me puedo reafirmar. Esta lectura ha sido muy especial.

Han pasado varios días pero tanto mi corazón como mi mente siguen en Ixtepec. Me encuentro paseando por sus calles y siento como soy vigilada por detrás de las ventanas. También siento la presencia del propio pueblo y cómo éste sigue mis pasos. Tengo que hacer un inciso para decirle que este detalle me ha parecido totalmente brillante. Continuo paseando por esas calles que están totalmente en silencio, lo normal después de todos los acontecimientos. Me detengo, miro a mi alrededor con cariño y nostalgia, me siento como en casa, como si fuese una habitante más de este mágico pueblo. Cada suceso me ha quedado marcado a fuego. Cada vecino ha cogido su sitio y se ha hecho un hueco en mi mente. Tengo el presentimiento de que van a tardar mucho en irse. Quizás ese hueco que han cogido sea permanente y aunque pasen muchos años seguirán ahí con sus nombres y su historia.

Llevo días pensando cómo transmitir todo lo que me ha hecho sentir, cómo conseguir que deseen descubrirle y leerle. He llegado a la conclusión de que lo mejor es no decir nada. Lo ve acertado, ¿verdad? Es mejor que descubran su magia, su belleza, su voz y sus palabras sin saber nada. Es mejor que descubran esta gran historia y su potencia sin haber leído antes sobre ella.

Solamente me queda darle las gracias. Gracias por llegar a mi vida y por escribir de esta maravillosa manera. Siento muchísimo que durante años haya pasado desapercibida, haya estado ensombrecida y eclipsada. Me alegra ver que esto está cambiando. Yo por mi parte continuaré leyendo su obra. Esto solamente ha sido el comienzo de nuestra propia historia.
Como ya le he hecho saber en mi otra carta, le he descubierto en muy buena compañía. @bookational y @eselibromola han conseguido que esta bella experiencia haya sido aún más enriquecedora.

Hasta muy pronto, Elena

Enlace: https://www.instagram.com/re..

Lo que podría decir de esta obra, ya lo dijo, y mejor, Gabriela Cabezón Cámara: "una piedra que es una herida, un trauma, uno de esos puntos donde se concentra la Historia" .

Elegida para un reto buscando obras de autoras del boom latinoamericano, movimiento del que no tenía mucha idea, por lo que confié en la opinión de otros lectores. Finalmente la historia me ha atrapado, sobre todo por la tragedia anunciada y que parece precipitarse, pero dando en ocasiones la ilusión de que puede cambiar... . El realismo mágico me ha descolocado más de una vez haciendo que perdiera el hilo, pero una vez asimilado ese punto de fantasía ya fue algo mejor.