Por las grietas de Zoe: Serie Valencia I

Mario tiene que hacer un viaje, pero por X motivos ha perdido su transporte, así que no le queda otra que usar una aplicación para compartir coche con alguien, necesita marcharse a Valencia ya, se ahoga y necesita cambiar de aires para no perderse él.

Zoe vuelve a Valencia y no le importa compartir coche con alguien, así el viaje se le hace más corto. Ella es una chica dicharachera, que le gusta mucho hablar y con un sueño por cumplir.

Zoe y Mario van a compartir coche, empezarán hablar y se verán envueltos en una gran nevada que les hará acercarse más, pero todo se tuerce por una llamada.

Zoe está deseando llegar a Valencia para perder de vista a Mario y encontrarse con sus amigos Alba y Leo (suspiros), lo que no espera es que Mario termine siendo el nuevo compañero de piso de Leo y su nuevo vecino.

Zoe y Mario conectaron, pero ahora no saben cómo acercarse sin que llegue la sangre al río (figuradamente), así que su forma de conectar entre ellos y entenderse es a través de bromas. Me reí mucho con las bromas, aunque temí por ellos.

El romance es lento, de una manera un poco diferente a otras novelas porque ellos se han visto de verdad, ven en el otro lo que muchos otros no ven en las personas. Pero ambos tienen pasados que pesan y les pondrán las cosas difíciles y complicadas.

La amistad que surge entre Zoe, Alba y Leo (suspiros) que ya eran amigos, con Mario es sana, divertida, única y que todos queremos tener en nuestras vidas porque esto es AMISTAD con mayúsculas.

Él es el chico de las camisas horteras, ella la chica de la sonrisa con luz propia. Él el chico con un pasado que lo sigue arrastrando y ella la chica con el pasado que le cambió para siempre.

A veces, amar significa hacerlo con las cicatrices y sombras de la otra persona porque cuando amas lo haces al completo.

“Por las grietas de Zoe (#valencia_1)” un libro autopublicado por @elsa.garci

He leído casi todos los libros de Elsa García, y si no has leído todavía a la autora, te la recomiendo porque vas a disfrutar de lo lindo con sus personajes y sus historias.

Algunas muy intensas, otras muy duras y con mucha profundidad en la trama, y otras como la de esta bilogía, fresquitas / Feelgood con un conflicto que no afecta mucho la trama, pero, aun así, son problemas que nos afectan en la sociedad actual.

Y es que escribe tan bien, que me he visto la película de la La Land en el asiento de atrás del Clio arropada por la manta inventada de Mario.

La cotidianidad en las acciones entre Mario, Zoe, Alba y Leo, es tan bonita que, si fuera la vecina, haría un agujerito en la pared en plan voyeur con un taladro como si de un gran hermano se tratara.

Nunca se sabe lo que te puede deparar la casualidad de coincidir en el mismo blablacar.

Zoe un poco tozuda, diseñadora, y hasta en la ficción ha descrito a la perfección el victimismo del “fantástico” sector textil.

Mario, es un encanto de chico, que ha sabido soportar, a veces con mucha dificultad, los tiempos de Zoe para aceptar la cercanía de ambos y por fin quererse bonito.

Esas putadillas que se hacen que mantengan la chispa y que sin querer acaba acercándolos.

Leo y Alba el resto de la familia con consanguínea, están por ahí pululando y ni ellos mismos saben lo que les espera en la segunda entrega, la cual estoy desenado de empezar ya mismo.

Elsa, gracias por la tinta*


@best_22_witches
@witch_your_fire

Pues pese a que me ha costado conectar, y entender, a ratos a Zoe he disfrutado bastante este libro. Hay momentos en los que no llegaba a entender comportamientos y gestos de Zoe, luego es cierto que una vez sabido todo y el porqué de sus grietas algo más la he entendido, pero aun así me ha costado conectar con ella.

Mario, aunque a ratos igual de infantil e inmaduro que Zoe, me ha gustado más y he conectado algo más con él. La relación de los dos es diferente y empieza de la manera más curiosa del mundo, eso me ha encantado. La vida son casualidades, que gran verdad.

Tienen momentazos los dos, te sacan risas y sonrisas y, también ha habido ratos en que los hubiese matado, ¿era necesario ser tan infantiles con las bromitas de las narices? En fin… Eso me ha sacado un pelín de la lectura.

Eso sí, con los que he conectado al 100% y de los que estoy deseando saber más son de Leo y de Alba. Maravillosos los dos juntos y por separado, así que preveo que el siguiente libro de esta bilogía, centrado en ellos dos, me va a encantar.

Una historia fresca y que se lee en un suspiro con la narrativa adictiva a la que nos tiene acostumbrada la autora y que viene encaja perfecta para estos días de verano en los que quieres desconectar y no pensar en nada.

¿Recomendación? Leedla en LC. Yo lo hice con Mónica y fue una locura de las buenas; nos podían tanto las ganas por saber de los pasados de ambos que al final leíamos y comentábamos todos los días. En serio, nos pasamos la lectura haciendo teorías (spoiler: no adivinamos nada). También disfrutamos mucho de la guerra que mantienen, aunque a veces veíamos peligrar el asunto con algunas bromas (ejem la cera). Tanto Zoe como Mario me han gustado mucho, aunque reconozco que ella a veces me desesperaba un poquito. Eso sí, desde el primer momento Alba fue mi debilidad. Para mí lo mejor es la amistad de los cuatro, real que me daban ganas de mudarme al edificio con ellos. Me hubiese gustado algún capítulo más entre el último y el epílogo.


Una comedia romántica ambientada en Valencia (visca la terreta) ideal para pasar un muy buen rato (no consigo olvidarme de la escena de la perra). A pesar de que no hay drama como tal, sí trata temas delicados (vamos, la marca Elsa).

¡¡¡Por fin!!! POR FIN. Llevaba unos seis libros abandonados porque ninguno me atrapaba, quería algo de lectura ágil, divertido, para leer en la piscina y para sobrepasar la carga emocional que me han dejado otras lecturas anteriores.
ESTE HA SIDO EL LIBRO. GRACIAS, @elsa.garci

Es una historia de amigos, de esos que la vida te pone en el camino y terminan siendo familia. de los que comparten risas, alguna que otra inquietud, algún que otro miedo, algún secreto, pero que tienen tal unión entre ellos y es todo tan natural, con unos diálogos que te hacen reír, una pequeña pequeñísima dosis de drama (Elsa sabe bien cómo hacernos llorar), y una narración en la que prácticamente no dejan de pasar cosas, que la lectura es ágil, engancha y te lo terminas leyendo en un par de tardes.

Zoe, una chica con el flequillo corto y despeinado.
Mario, que solo viste camisas horteras y aún así le quedan bien.
Un coche compartido, una tormenta de nieve, una noche inolvidable y el resto... El resto es mucho mejor ir descubriéndolo de la mano de ellos, que nos presentarán a Leo y Alba, pilares fundamentales para Zoe y Mario y de los que podremos saber más en la segunda parte de la bilogía.

Qué ganas tenía de reencontrarme con una historia de estas que Elsa sabe escribir tan bien y que, además, me haya servido para salir del pequeño bloqueo que iba cargando.

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