Perfect

Perfect es el primer libro de una trilogía pero se puede leer como novela autoconclusiva, ya que la trama de los protagonistas se cierra perfectamente en esta primera parte. La autora ha escrito una segunda novela con un personaje secundario de esos que odias a muerte sí o sí (y por ello tengo una curiosidad tremenda xD), y el tercer libro es como el primero pero narrado desde el punto de vista de Noah, así que podemos decir que con Perfect empieza y termina la historia de Amanda y Noah.

Ha sido una lectura que me ha hecho sufrir de lo lindo por cómo se iba desarrollando todo, y más aún hacia el final cuando la autora te arroja un jarro de agua helada y ya te esperas incluso lo peor xD. En serio, pensaba que sería una bonita historia de amor entre dos jóvenes que se conocen desde la incubadora y, sin dejar de ser esa la premisa inicial, terminas encontrándose con algo mucho más real, profundo e incluso sobrecogedor, mostrando cómo los protagonistas se enfrentan a diferentes situaciones y pruebas conforme van creciendo, no sólo a nivel de amistad y lo que eso significa para cada uno, sino también a través de otro tipo de trabas que no veremos venir y las cuales me reservo para animaros a descubrirlas por vosotros mismos.

Perfect cuenta la historia de Amanda Kelly y Noah Steward, dos chicos que nacieron con tan solo un minuto de diferencia y que, desde entonces, tanto ellos como su familia, se han convertido en inseparables. Amanda y Noah han crecido juntos y su amistad es tan verdadera y bonita que es a prueba de balas. Noah siempre ha sido un chico lanzado y extrovertido, y Amanda, apodada Piolín por Norah, nunca se ha sentido especial o perfecta. Amanda ha vivido bajo la sombra de su hermana mayor, Emily, y siempre se ha sentido inferior y defectuosa, salvo cuando está con Noah que la hace sentir la chica más especial del planeta. Así, Amanda y Noah pasan toda la adolescencia juntos y, con el paso del tiempo, empiezan a darse cuenta que esa bonita amistad que tienen desde críos puede estar dando paso a algo mucho más profundo y romántico. Sin embargo, pese a que los sentimientos parecen mutuos, Amanda no está dispuesta a ceder a los suyos. No quiere que nada estropee su amistad, ni siquiera sus sentimientos, y prefiere tener a Noah solamente como amigo a empezar algo que a la larga pueda perjudicar y echar a perder esa amistad. Por mucho que Noah lo intente, Amanda le dejará bien claro que solo serán amigos y nada más.
A partir de este momento, cada uno iniciará su propio camino y el sufrimiento en silencio. Para Amanda será un infierno ver cómo Noah le dedica su tiempo y sus caricias a otras y no a ella, pero su miedo a perderlo en el futuro será más fuerte que sus celos y decidirá no hacer nada. Algo similar ocurrirá con Noah, que intentará hacer su vida con otra chica, negando lo que verdaderamente siente por su amiga.
Pero, con todo, el destino sabe jugar bien sus cartas y volverá a acercarlos con un giro inesperado y terrible. ¿Qué será? ¿Podrán superarlo?

El primer bloque de la novela ha estado marcado por altibajos en cuanto a mi percepción de la historia. Había aspectos en la actitud de Amanda que me crispaba los nervios. Entiendo que tiene que dar miedo dar el paso hacia un nuevo nivel en la relación de amistad que le une a Noah, pero también me cuesta mucho entender el aguante de Amanda para negarse a la realidad, no sólo suya sino también de Noah, de que está enamorada de él, que ese sentimiento es recíproco y que deberían dar ese paso que ambos desean con tantas ganas. El miedo a que todo se pueda complicar y acaben rompiendo la relación y cada uno por su lado siempre va a existir, pero entiendo que eso puede ocurrir tanto en una relación basada en la simple amistad, como en una relación romántica, y como en otras tantas relaciones ya sean familiares, laborales o de cualquier otra índole. Esa duda siempre va a estar presente pero, como dicen: quien no arriesga no gana, y Amanda vive empecinada en quedarse con lo que es y no con lo que pudo y podría ser.
Me encuentro entre la espada y la pared porque entiendo ambas posturas y, a la vez, ambas me cabrean xD. Si Amanda no está dispuesta a dar el paso porque quiere tener a Noah en su vida y teme que lanzarse a algo más pueda poner en peligro ese futuro, tiene que ser consciente también de que Noah ha de seguir con su vida, con todo lo que ello supone, por lo que debe hacer de tripas corazón y tragarse los celos y la envidia de no poder ser ella la que lo acaricie y lo tenga entre sus sábanas. Es una auténtica montaña rusa que se disfruta y, al mismo tiempo, descoloca y contradice. Como lectora es fácil ponerse en la piel de Amanda y de Noah, en entender las dos posturas y versiones, pero eso no quita que los dos tengan más que merecido el sopapo del siglo por andarse como el perro del hortelano xD.

Este tira y afloja está presente en la mayor parte de la historia y, aún crispándome los nervios, me resultaba imposible dejar de leer. La relación de Noah y Amanda es adictiva y hace que el lector se meta en ella de lleno, deseando que los dos finalmente abran los ojos y se rindan a lo que sienten, que dejen todos los miedos atrás y se atrevan a ir más allá. Es un comienzo y desarrollo basado en el miedo y la inexperiencia, en ese primer amor que aparece por arte de magia y llega para quedarse y tambalear todo a su alrededor.
Pero también nos encontramos con un segundo bloque donde los protagonistas crecen como personas, asientas sus ideas y conceptos en torno a la vida y lo que significa vivir el día a día sin pensar en el futuro, siempre incierto y efímero. Llegados a ese punto la novela da un giro tremendo. En ningún momento se te pasa por la cabeza que la trama pudiese ir por esos derroteros y, a partir de ahí, la sorpresa y el enganche llegan a límites insospechados, haciendo también que empecemos a descubrir a unos protagonistas más maduros y con más razón de causa y de lucha.


Las páginas finales te paralizan por completo. Alison G. Bailey hace un buen uso de la duda y el suspense, dejando al lector con la incógnita y la congoja y, ufff... hasta las últimas líneas estuve con un nudo en la garganta. Perfect se merecía y tiene un desenlace como reza su título: Perfecto. Alison G. Bailey refleja los sentimientos de los protagonistas con mucha naturalidad, sencillez y cercanía que calan en el lector, siendo difícil posicionarse ante la perspectiva de uno u otro pues ambas me han parecido bien plasmadas, pese a no compartirlas y tirarme de los pelos en varias ocasiones. La narración de la autora es intensa, desgarradora y valiente por la forma en que relata ciertas escenas, sin escatimar en detalles por muy duros y gráficos que sean y, la verdad, aunque cueste, es de agradecer semejante claridad y sentimiento.

En resumen, 'Perfect' es una novela que narra la evolución en la amistad de dos almas gemelas inseparables desde que llegaron al mundo. Dulce, adictiva y toda una montaña rusa de emociones donde el lector experimentará dudas, crispación, emoción, dolor, fortaleza, superación... Una historia que sabe dejar huella al esconder una segunda parte emotiva y necesaria para la maduración de los protagonistas y el asentamiento del mensaje que pretende transmitir.
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'Perfect' es un libro al que le tenía muchas ganas desde hace tiempo y que, por una cosa y otra, siempre fui dejando para más adelante. Ahora, gracias a Oasis literario por fin me he animado a leerlo, y aunque al principio iba con algo de miedo por las opiniones que iba leyendo, tengo que reconocer que a mí, el libro, me ha gustado mucho. Con algunos peros, pero en general ha sido una buena lectura y una bonita historia de amor con mucho drama, eso sí, pero es que si me conocéis ya sabéis que a mí, personalmente, me encanta el drama.

Está claro que cuando en una historia nos encontramos a dos personajes tan celosos como son Amanda y Noah, y a cuyos esos celos les provocan actuar de cierta manera en según que situaciones, algo que es imposible de justiticar, la historia te chirria y te choca, y no termina de gustarte del todo. Es algo que tengo que reconocer, porque ha habido muchos momentos en los que sus actuaciones no me han gustado, sobre todo quizá las de Noah que son algo más agresivas, aunque en cierta manera se comprendan los motivos que lo llevan a actuar así con según que personajes. Pero a pesar de eso, lo que ellos sienten y como evolucionan esos sentimientos y su manera de ser, sí me ha gustado mucho, y esto se ve un poco más en Amanda y ciertas notas que nos muestra hacia el final de la historia. Y además es que, aunque esté feo y sepa que no es algo bueno para nada, sería hipócrita si no reconociera que en algunos momentos, yo también he sido posesiva con los míos, y no solo con mi pareja, también con mis amigos, así que supongo que quizá por eso he podido entenderlos aunque sepa que no es algo sano y bueno para nada.

Algo que tampoco me ha gustado es que la historia de ellos es bastante repetitiva, y eso te fastidia bastante a la hora de leer. Casi todo el tiempo es un tira y afloja entre los dos, independientemente de que ellos tengan o no otras relaciones, y ver cómo les importa tan poco la persona con la que están, tampoco me ha gustado nada. Y como digo, casi todo el libro es lo mismo, ellos a punto de reconocer lo que sienten, a punto de un paso más, ella echándose para atrás y reculando (sin entender del todo por qué, porque luego ni come ni deja comer), enfadándose, reconciliándose y vuelta a empezar. al menos hasta que sucede algo que nos da una nueva visión de la historia, nos adentra aún más en el drama, y nos hace ver, igual que a ellos, la importancia de vivir el presente. Y ese mensaje que se nos deja, sobre todo cuando Dalton (que me ha encantado) entra en acción, me ha gustado muchísimo. Porque es lo que todos deberíamos tener claro y actuar siempre en consecuencia.

Creo que también hubiera estado bien dividir el libro por tiempos o fechas, o al menos marcar cuando pasa cierto tiempo porque en ocasiones, hasta no adentrarse un poco en el capítulo, no eres consciente de que ya ha pasado cierto tiempo y no estamos siguiendo el capítulo anterior. Creo que es algo que hubiera redondeado la historia, igual que lo hace cada inicio de capítulo cuando se nos muestra un trocito del diario de Amanda, que ayuda, además de la primera persona en la que está escrito, a conocerla un poco más, aunque siempre le dé vueltes a lo mismo. Y aunque esto no afecta realmente a la historia, los momentos que hay en plan "estamos salidos", tampoco me han convencido, los he visto demasiado forzados, como si realmente no se fijaran en nada más.

Pero como digo, el libro me ha gustado más de lo que esperaba. La pluma de la autora es sencilla, pero sabe como transmitirnos los sentimientos de Amanda a la perfección, e incluso los de Noah, aunque lo veamos a través de los ojos de ella. Es un libro con una narración muy ligera y fresca, ideal para leer entre lecturas más densas aunque contenga grandes dosis de drama, y que en algunos momentos tiene alguna que otra escena subida de tono, lo que hace que, bajo mi punto de vista, no sea una historia juvenil. Sé que este libro es el primero de una serie que no está publicada en español, y que trata sobre otros personajes, uno de ellos bastante odioso, así que no creo que la siga leyendo, pero si en algún momento hay otro libro de la autora en nuestro idioma, volveré a probar.

En resumen, 'Perfect' nos cuenta una historia de amor entre dos personas que han estado toda la vida juntos. Son los mejores amigos, almas gemelas como ellos mismos reconocen, pero los años pasan, ellos crecen, y poco va poco se dan cuenta de que sienten algo mucho más profundo el uno por el otro. El miedo a perder la amistad es lo que no les deja arriesgarse, y nos encontramos con una historia de tira y afloja, de no comer ni dejar comer, que resulta bastante repetitiva porque las situaciones, en diferentes contextos y momentos, y con diferentes personas, no dejan de repetirse una y otra vez. al menos hasta que el mayor drama de todos llega y le da un giro a la historia, haciendo que comiencen a preocuparse más por el presente que por el futuro, como debe ser. Es un libro que me ha gustado a pesar de que hay situaciones que no lo han hecho, en su mayoría provocadas por celos enfermizos de uno y otro, pero que contiene una gran dosis de drama y qué puedo deciros, a mí eso me encanta. Os lo recomiendo si os gustan las historias de amor que son y no son, pero teniendo en cuenta que vais a leer cosas que no os van a gustar (o deberían no gustaros).

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Como protagonistas tenemos a Amanda y a Noah, amigos desde que nacieron y siempre han tenido una conexión especial que todo el mundo puede verlo desde lejos. Poco a poco ellos van notando que lo que tienen no solo es amistad, pero aunque él tiene claro lo que quiere, ella no quiere arriesgarse y perder su amistad, lo que complica la relación. La actitud que ha tenido Noah ha sido para darle un premio por aguantar a Amanda. Y demuestra una y otra vez lo que quiere.

Mi principal problema y el motivo por el que me he planteado en algún momento bajarle un poco la nota ha sido la protagonista. Ha habido momentos en los que no podía más con ella, que en parte la entiendo pero como siempre se dice quien no arriesga no gana, y al final hay que hacerlo o te quedarás siempre con las ganas de saber que hubiera pasado. Luego hay demás personajes, y alguno sale solo durante poco tiempo, pero ese poco tiempo vale por mucho. Y en especial me he quedado con uno que hay pasado la mitad de la novela el cuál es muy importante.
¿Por dónde empiezo a hablar de este libro? Es una historia diferente, tanto en la forma que está contada, hasta como suceden los hechos. La historia nos la cuenta Amanda en primera persona, y a medida que pasan las páginas van avanzando los años. Desde que nacieron ya el mismo día, con un minuto de diferencia, y nos va contando como es su relación a lo largo del tiempo.

Desde el comienzo de la historia me ha transmitido mil emociones. Sufría con lo que le pasaba, entendia las situaciones de ambos, a pesar de que, como he dicho arriba me ponía nerviosa ella. Y sé que no voy a poder expresar bien todo lo que he sentido con este libro. Pero, no sé si habéis leído algún libro y vuestro cuerpo estaba todo el rato raro, como encogido, alerta por lo que iba sucediendo en las páginas. Algo así me ha pasado.

El libro se lee súper rápido, pero como lo disfrutaba tanto quería que no acabara y he ido atrasando más su final para así disfrutar más de él. Si no, el libro en un día perfectamente se podía haber leído, porque entre que te engancha, y esa facilidad de leer que tiene, estás tan concentrada que no te has dado cuenta y te has leído medio libro en poco.
Que en el libro hay drama ya se ha dicho por todos lados, y a mi me gusta lo dramático, tanto libro película, canción. Pero con los libros suelo emocionarme pero sin más, en cambio con este he soltado lágrimas. Y eso ha sido que la autora ha coseguido que me metiera tanto en los sucesos que pasaban que ya me emocionaba todo.

Sobre todo en ese final que ya no sabía que ocurría, no sabía que esperarme y estaba desesperada que quería avanzar rápido para poder tranquilizarme o ponerme peor en el caso de que fuera malo. Sin duda he estado sufriendo hasta la última página. Pocos libros a lo largo de todos estos años han coseguido mantenerme tan angustiada, y sufrir tanto, pero a la vez encantarme tanto.

Perfect es un libro que ha sido maravilloso. Ideal de principio a fin, y que recomiendo 100%. Es el primer libro de una trilogía si no me equivoco y aunque son de personajes diferentes estoy deseando leer los siguientes libros y perderme en ellas como me he perdido en este. Sin duda la autora me ha ganado.

Amanda y Noah son inseparables, y la amistad tan profunda que los une desde niños pronto subirá de nivel. Noah desnuda sus nuevos sentimientos ante Amanda pero ella es incapaz en ahondar con honestidad en los suyos propios por el terrible miedo a perderlo como amigo que la consume. Toda la novela es un tira y afloja entre ellos, un quiero y no puedo de Amanda y un cúmulo de decisiones poco acertadas de ella. ¿Por qué poco acertadas?, porque una vez que el amor nos pringa... por mucho que queramos ya no puede ignorarse y nada podrá ser como antes. Dentro de ese tira y afloja, varios giros dramáticos irán enseñando a nuestros protagonistas y al propio lector lo importante que es vivir el presente, y lo fundamental que es la autoaceptación y el amor propio para permitirnos disfrutar de lo que la vida nos regala.

Una buena premisa, ¿verdad? Un buen mensaje, ¿cierto? Sí, pero con esta novela he tenido sentimientos encontrados. Por un lado está claro que transmite valores tan bonitos como la entrega y la amistad, la idea de que la perfección está en los ojos del que mira, la certeza de la perfecta imperfección, la importancia de vivir el presente... Pero por otro lado, además de caer en la repetitividad que ya os he adelantado un poco en el párrafo anterior, también transmite mensajes con los que no comulgo, entre ellos el de la posesión.

Amanda debe aprender a quererse y solo así, no solo permitirá que la quieran, sino que podrá dejarse querer "bien". Solo cuando aceptamos nuestra valía sabemos detectar quien no nos quiere como admite hacerlo. En ese sentido me ha gustado la caracterización de este personaje. Esa voz interna que la atormenta con mensajes negativos que no la dejan tomar decisiones acertadas es real, existe en las chicas y chicos con baja autoestima. Amanda necesitó que aconteciera algo serio e importante en su vida para poder abrir los ojos y acallar esa voz, y es así como suele ocurrir (otras veces es mediante un arduo trabajo de autoconocimiento). Pero por otro lado, sus celos enfermizos, ese sentimiento de posesión con respecto a Noah y ese comportamiento tal que el perro del hortelano no me han gustado nada, ni creo que fomente las relaciones sanas.

Unos cuantos clichés. Sí, de eso hay, no os voy a engañar. No suelen molestarme si la historia sabe llegarme igualmente, pero cierto es que valoro positivamente aquella que no los tiene. Estamos ante una novela juvenil con público objetivo mayor de dieciséis años y me hubiera encantado que ciertos estereotipos no hubieran aparecido: los chicos solo buscan sexo, chica exuberante con poca cabeza, mi despecho me lleva a brazos de otra persona... Creo que pueden tejerse historias preciosas con valores y comportamientos más... ¿sanos?, ¿positivos?...

No obstante, mentiría si no os dijera que me he encontrado con una historia emotiva por el giro dramático que contiene, que se lee en un suspiro, con bastantes clichés pero también un mensaje maravilloso: "[...] el presente es perfecto, pequeño saltamontes, porque respiramos, nos movemos, reímos, lloramos y nos sorprendemos de verdad. Deja de vivir el pasado y de malgastar el presente".

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Perfect de
Alison G. Bailey; tenía muchas ganas de leer ésta historia, y es que he visto varias reseñas de él en Instagram. Y la verdad del caso, es que es una muy linda y tierna historia; pero definitivamente si no fuera por la existencia de Noah y el final que tuvo, lo habría odiado... Aunque si llegué a odiar un poco a su protagonista Amanda, o Piolín como siempre la llama Noah.

Amigos y cómplices de toda la vida después de haber nacido con un minuto de diferencia, han sido completamente inseparables. Pero al llegar a la adolescencia empiezan a sentir una inevitable atracción entre ellos.

Para Noah Amanda siempre será su Piolín, un apodo dulce que demuestra toda la ternura que siente por ella. Él ha estado enamorado de ella desde hace mucho, pero el destino y en especial Amanda, parecen estar empeñados en mantenerlos separados. Y ojo, no porque su amor no sea correspondido, sino porque ella tiene tal complejo de inferioridad, que se ha obsesionado con la idea de no merecer estar con él, por no ser perfecta.

Amanda es una chica extremadamente dependiente, insegura e indecisa. Puede estar profundamente enamorada de Noah, pero sus sentimientos no son lo suficientemente fuertes, para poder superar los miedos internos que tiene. Miedos que intenta excusar una y otra vez; en no querer perder la relación de amistad tan especial que ambos tienen.
Así que en vista de haber sido rechazado por ella, cada vez que le confesaba sus sentimientos, Noah decide seguir con su vida y buscar en los brazos de otras personas lo que Amanda tanto le niega; sobretodo para poder sacar de su cabeza de una vez por todas lo que siente por ella.
Pero ésa situación se convierte en un bucle sin sentido, porque cada vez que Noah emprende una relación con otra persona, Amanda se siente traicionada, decepcionada y sumamente irritada por la situación, y no pierde el tiempo para reprocharselo y lastimarlo.

El comportamiento de Amanda, aunque esté disfrazado de abnegación y altruismo, en realidad me parece algo infantil y egoísta, sobretodo por la crueldad con la que trata en varias ocasiones a Noah y la frialdad con la que lo aleja de ella siempre que puede.