Las gratitudes

Empiezas diciéndole que no al mal. Y luego ya no tienes elección. También me dijo: No hay que presumir de estas cosas.

Cuando los veo por primera vez, siempre busco la misma imagen: la de antes. […] Los observo y me digo: ella también, él también amó, gritó, gozó, nadó, corrió hasta perder el aliento, […] bebió vino, se levantó tarde, discutió sobre el sexo de los ángeles.

Envejecer es aprender a perder.

“ Uno piensa que tendrá tiempo de decir las cosas, y cuando quiere darse cuenta, ya es demasiado tarde. Uno piensa que basta con dar muestras de cariño, con hacer gestos, pero no es verdad, hay que decir lo que se siente.

“Envejecer es aprender a perder.”

“Comprendí que las preguntas engendraban dolor y que no iba a encontrar ninguna respuesta. Así que acepté el silencio.”
siente.”

“Es imposible imaginarse la vergüenza.”

Quizá nunca es el mejor momento.

“Mucho es demasiado.”

“No hay que guardarse las cosas dentro, provocan pesadillas.”