La pequeña librería de los corazones solitarios

Hay libros que atraen con sus portadas y no puedes evitar las ganas de leerlos. Hay algo mágico en enamorarte de un libro así. Y ya si cuando los lees, la historia se mete dentro de ti como si la hubieras estado esperando siempre... Ya eso es pura magia. Pura emoción. Puro amor. .
Eso me ha pasado con esta novela. Y creo que realmente no voy a poder expresar con las palabras correctas lo que me ha hecho sentir. Pero lo voy a intentar 😍

Esta historia es la historia perfecta para cualquier persona que ame los libros, que adore pasear por una librería, que sienta escalofríos cuando pasa las páginas de un libro y su olor impregna todo.
Un libro es un amigo, un aliado, una mano que siempre estará ahí para darte el empujón necesario para vivir. Y la protagonista de esta novela, Posy, necesita ese empujón. Necesita volver a vivir, despertar del dolor que la tiene estancada. Tras la muerte de su gran amiga Lavinia, dueña de la librería "Marcapáginas", Posy no sabe qué hacer para remontar el negocio que le ha dejado la difunta. Con la ayuda de sus trabajadoras y su hermano pequeño Sam, Posy ve una solución clara: convertir "Marcapáginas" en una librería especializada en literatura romántica. ¿Cumplirá su sueño? ¿Podrá sobrepasar todos esos obstáculos que irá encontrando en el camino para cambiar la librería y ser feliz? ¿Superará las pérdidas del pasado y le dará una oportunidad al amor? ¿Dejará Sebastian de ser un incordio en cada paso que da?

Todas estas preguntas se resuelven a lo largo de las páginas de este libro tan tierno, divertido y maravilloso. Cada página está impregnada del amor por la lectura, del amor por las historias con finales felices y de la importancia de la unión de la familia y los amigos.

Describirlo no le hace justicia a la historia que se desarrolla en sus páginas, así que les invito a perderse en ellas. No se van a arrepentir.

Solo una palabra para este libro: MAGNÍFICO.

Posy y Sebastian se conocen de toda la vida. Una tragedia familiar los acerca, obligándolos a trabajar juntos. Son básicamente incompatibles, pero deben tolerarse si quieren que el negocio funcione.

Posy es la representación del romanticismo; busca finales felices en los libros, porque ella misma se niega a encontrar su propio camino. Su relación con Sebastian la afecta de muchas formas, su dicotomía con él es, en parte, el hilo que atraviesa toda la historia. Él es un chico difícil, mujeriego y maleducado, el típico niño que siempre ha tenido todo lo que quiere y que no se preocupa por nadie más que él mismo. Entre ellos los, la relación se desarrolla de forma tensa a lo largo de todo el libro. Particularme, no pude conectar con ellos dos, ni con ninguno de los personajes secundarios; si bien todos tienen sus características particulares, no me resultaron entrañables.
Posy es exasperante, hay momentos en los cuales una quiere sacudirla de los hombros para que actúe de forma acorde a su edad y su status. Sí, es un personaje que tiene un pasado trágico, pero no por eso tiene que ser tan… tonta.
Sebastian al menos no es el típico personaje de novela romántica; no es extremadamente hermoso ni tiene un cuerpazo. Es un personaje dinámico, fluctuante, que hasta puede llegar a quererse si se le presta un poco de atención. Tiene un sentido del humor particular, y un corazón enorme escondido detrás de capas y capas de protección. Algo que me molestó sobremanera es la cantidad de veces que se hace mención al hecho de Sebastián y su “mala educación”. Literalmente CADA VEZ que él y Posy se encontraban y tenían un diálogo, ella lo llamaba maleducado. Y también lo hacía cuando pensaba en él, o cuando hablaba de él con alguien más. Sebastian es maleducado, vale, lo entendimos en las primeras 10 páginas, no es necesario que lo recuerden cada cinco renglones.
Los personajes secundarios son de relleno, no aportan gran cosa a la historia, aunque se desenvuelven con fluidez en ella.

Punto en contra: no me gusta la forma en la cual se habla sobre los géneros literarios, con un montón de ideas preestablecidas sobre ellos, prejuicios y demás. Creer que el romance es mejor que la novela de detectives es un concepto terriblemente errado y viceversa. Cada género tiene sus puntos buenos y malos, y nada hace a uno mejor que el otro.

El inicio me resultó algo tedioso: el mísmo círculo de mentiras, confrontaciones y dudas durante tantas páginas es algo molesto. La novela comienza a tomar ritmo hacia la mitad, y las acciones se desarrollan de forma rápida y amena. Tiene un plot twist entretenido aunque un final predecible. Si ustedes querían una historia de amor slow burn y detallada, éste libro no es para ello. Lo más “jugoso” en la relación de Sebastian y Posy se construye en menos de 50 páginas. Básicamente los conflictos se resuelven en un parpadeo y eso me resultó bastante molesto. Hubiese disfrutado mucho más el libro si se hubiese centrado más en ampliar el final y menos en establecer la historia en el inicio. Hay muchísimas descripciones tediosas y páginas que me resultan básicamente innecesarias.

Lo peor de todo: el “malo” de la historia. Es simplemente plano, un pobre tonto que no tiene nada mejor que hacer que meterse con los protagonistas. Su maldad es básica, casi infantil.

Lo que más me gustó: el fanfic que escribe Posy. No tiene desperdicio. Y Lavinia.

Una novela de rápida lectura que ayudará a pasar el rato.
Las románticas empedernidas encontrarán en ella una compañía ideal.

No fue mi taza de té, pero como siempre aliento a que lo lean y saquen sus propias conclusiones. Que a mi no me haya gustado no significa que el libro sea malo ni nada por el estilo. Las reseñas son SUBJETIVAS y no están escritas con ningún tinte negativo.
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Aquí conoceremos a Posy Morland, una chica que perdió a sus padres en un accidente y a partir de entonces quedó a cargo de su hermano Sam. Psy es amante de la literatura romántica y vive arriba de la librería donde trabaja, debo decir que a mi parecer a Posy le falto algo de carácter en algunas situaciones.

También conoceremos a Sebastian Thorndyke, nieto de Lavinia (dueña de la librería), es el hombre mas maleducado de todo Londres, nunca nadie le dice que no y por eso siempre se sale con la suya, es el único que logra que Posy acabe la paciencia.

Nuestra historia comienza cuando Lavinia muere y deja la librería "Marcapáginas" a cargo de Posy, la librería ha tenido mejores tiempos y Posy no se ve capaz de sacarla adelante, pero con la ayuda de Sam y los empleados (Verity, Tom, Nina y Sophie) consiguen animarla y darle otra perspectiva. Y es así como Posy decide especializar la librería en Novela Romántica, pero llega Sebastian a querer especializar la librería en Novela Policíaca, y claro cuando Posy le dice que no él solo la ignora y ella solo le da el avión, pero gracias a la ayuda de Sebastián, quien consigue que una organizadora le ayude a Posy, pueden llevar a cabo el relanzamiento de la librería.

La novela está centrada en su mayoría en la librería, Posy, sus amigos y hermano, yo esperaba que hubiera más romanticismo y no solo peleas entre los protagonistas. El final no me lo esperaba.

La pequeña librería... es una novela fresca, divertida y bonita, con toques románticos.
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Wuuuaa... No era lo que me esperaba para nada, la sinopsis me apuntaba para otro lado, un poco más romántico, pero pensándolo bien me gustó mucho más la dirección que tomó.
Fue novedosa, divertida, adictiva y tuve bastantes momentos donde me reía sola leyéndolo, además de otros momentos que me daban vergüenza ajena jajajaja pero eso quiere decir que trasmitía sensaciones el libro.
Quedé totalmente enamorada con el final, me dieron ganas de leer más de la historia o de la autora.

¿De qué trata esta historia? Nuestra protagonista se llama Posy, ella es una chica con bastante mala suerte en la vida, se queda huérfana a los 21, tiene que hacerse cargo de su hermano menor justo cuando ella ya estaba comenzando su vida pero, no todo es malo, gracias a su amistad con la dueña de una pequeña y adorable librería llamada Marcapáginas, Posy logra vivir allí en compañía de su pequeño hermano, la dueña del lugar y hasta logra tener un pequeño empleo, todo es risas y diversión hasta que, mala suerte de nuevo, la anciana dueña de la librería muere dejando a Posy a cargo de todo (ahora si totalmente sola), nuestra chica tiene su temperamento y tiene una fortaleza interesante por lo que decide que comvertirá a Marcapáginas en la librería de sus sueños y pobre de aquel que intente impedírselo...y resulta que si hay quién lo intenta y es aquí donde entra el personaje que más interesante me ha parecido, el nieto de su antigua benefactora, un hombre maleducado, seco, que parece ayudar a Posy más por deber que por querer pero que, a la vez, muestra cierta compasión y corazón en algunas de sus acciones, ¿Quién es realmente Sebastian? ¿Logrará Posy su sueño de impulsar a Marcapáginas a las nubes? ¿Qué pasará con este singular duó?

Conocí este libro por una reunión que hubo en ediciones Urano, me llamo la atención la portada y escuché algunos comentarios de gente ilusionada por la historia así que dije ¿Por qué no? Y lo pedí a la editorial, el problema es que tengo sentimientos demasiado encontrados por este libro, hay cosas que me gustan y cosas que odio demasiado y que hacen que el libro no termine de gustarme pero a ver, vamos por partes comenzando por lo que SÍ me gustó: adoro toda la atmósfera de amantes de los libros que tiene la historia, no hay nada más que disfrute un lector que ver su pasión reflejada en frases tan bellas y algunos momentos francamente lacrimógenos, también me gusto muchísimo el personaje de Sebastian pues sale del típico molde del protagonista guapo, encantador, súper paciente y caballeroso y se enfoca más en una personalidad más real, más arisca y antisocial pero de alguna manera ligeramente entrañable además me encanta el estira y afloja que tienen ambos personajes a lo largo de la novela, otro punto a destacar son los personajes secundarios (especialmente unas empleadas algo chifladas que resultan entrañables) tienen una buena construcción y son divertidos. Ahora sí, pasemos a lo que NO me gusto y lo que realmente me hizo sentirme tan bipolar respecto a este libro...Comenzando por Posy, es que yo no puedo con ella, no sé como expresarles lo mal que me cae, se me hace pretenciosa, creída, grosera y algo hipócrita, no sé si es porque no estoy tan acostumbrada a personajes británicos o a su humor pero Posy me pareció demasiado desagradable e intolerable. La segunda cosa que odié del libro y que fue la razón que más peso tiene es que en ocasiones la historia se tornaba absurda, pero a niveles muy tontos, pasaban situaciones que pretendían ser chistosas pero que a mi me dejaban con cara de ¿Qué esta pasando? Especialmente los momentos que tienen que ver con una especie de novela spin off que Posy esta escribiendo, un como romance raro que tiene como protagonistas a ella y a Sebastian pero que me resultaba en ocasiones insufrible. No quiero decir que el libro es malo solo que no estoy acostumbrada a un humor tan británico ni a situaciones que se supone me deben dar risa pero que me desesperan, no suelo tolerar a los personajes que se comportan tan sin sentido y que complican todo a conveniencia de la trama solo para alargar la historia, además ese final tan dulce como que me empalago un poquitito (aunque ya se veía venir que sería todo mil sobre hojuelas vaya) así que...no sé amigos, no logro definir mis sentimientos hacía este libro. Lo siento La Pequeña Librería de los Corazones Solitarios no eres tu, soy yo :c

En resumen, La Pequeña Librería de los Corazones Solitarios es una novela entrenida con momentos realmente chispeantes pero que no termino de engancharme, no logre conectar con la protagonista femenina ni comprender el humor de la historia, sin embargo considero que si son más románticos que yo y les gusta todo lo relacionado a la cultura inglesa van a disfrutar mucho más de esta novela ;)
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Posy Morland es una joven que a la edad de 21 años tuvo que hacerse cargo de su hermano menor cuando sus padres murieron en un accidente de autos. Posy en ese entonces apenas terminaba la universidad y comenzaba su vida pero dejó todo para cuidar de su hermano. Pero ella no estaba sola ya que los dueños de la pequeña librería donde sus padres trabajaban decidieron darles un techo donde vivir y un trabajo para Posy.

Pero ahora, siete años después la dueña de la librería ha muerto y esta vez Posy tendrá que hacerse cargo sola de todo, sobre todo de salvar a la pequeña librería en la que ha crecido, en la que ha conocido a sus mejores amigos y en la que hasta en la que ha hecho un enemigo.
Un enemigo quien resulta ser el nieto de la anterior dueña. Un dueño que no dejará de meterse con ella a cada dos minutos pero quien quizá es más de lo que Posy creía.
No tenía sentido explicarle a Sebastian lo mágico que era abrir un libro nuevo y aspirar ese maravilloso olor tan característico. Hablarle del olor casi terroso y… sí, polvoriento, de los libros antiguos. de la sensación reconfortante de notar el peso de una novela sobre el regazo, o de dejar que las páginas se humedezcan y ricen un tanto cuando lees en la bañera.
Vale, realmente me está costando mucho escribir la reseña de este libro porque por un lado lo amé locamente y le agarré tanto cariño que juro que al final terminé abrazándolo, pero al mismo tiempo soy muy consiente que la historia es muy simple y tiene varios fallos, así que como ya llevo más de dos horas frente a la lap sin poder escribir gran cosa, he decido que voy a irme directo al grano y después voy a fangirlear… gacho.

La protagonista de este libro es Posy, una chica bastante indecisa y temerosa de todo. Y es precisamente Posy mi gran conflicto en este libro pues había ocasiones en las que de verdad me dieron ganas de pegarle por lo miedosa que era. Y es que ella es una chica que siempre se ha refugiado en los libros y nunca ha tenido que cargar todo por sí sola pues siempre había gente que estaba ahí para ella, pero ahora que se quedó sola y tuvo que salir de sus libros demuestra que sólo es una chica asustadiza la mayor parte del libro. Si bien al final logra medio ponerse los pantalones y salir adelante, sí que me desespero en más de una ocasión.
Además de Posy está Sebastian, el enemigo número uno de Posy que en realidad si es súper pedante y fastidioso pero también es obvio que el tipo es de mucha ayuda para Posy y ella nunca logra ver esto, otra razón que me hizo odiarla un poquito porque es evidente que tras sus comentarios mordaces Sebastian sólo quiere ayudarla y estar con ella.

Del romance… en realidad pese a lo que se pueda entender por el título, el libro no se centra en el romance. Claro, si hay romance pero llega más bien al final y no es para nada precipitado, es más bien un romance bonito y ya. Sin grandes tramas, es sencillo y lindo. Punto.
Y es que como ya les decía, este libro tiene una historia súper, pero de verdad súper sencilla.
En mi opinión, todas las grandes manifestaciones literarias y artísticas se inspiran en el amor. Y cuando se pasa por momentos difíciles no hay mejor cura que leer una novela que te garantice un final tipo felices para siempre.
Pero entonces, ¿qué fue lo que amé tanto? Fácil, el cariño que la autora impregna en cada página por los libros. de verdad que se nota que la autora es amante de los libros pues en cada página nos deja ver el cariño que siente por ellos a través de Posy. Y he aquí mi conflicto con ella, pues a pesar de todo lo que ya les dije sobre ella al mismo tiempo no pude evitar encariñarme y hasta sentirme identificada con ella y su amor por las letras que deja ver en cada una de sus acciones.

Pero además de defender al libro en sí, Posy y la autora pelean arduamente por un género que es bastante sobrevalorado; el romance.
Ya saben que soy fiel amante del romance y en más de una ocasión me ha tocado soportar alguna mueca o algún comentario estúpidamente despectivo cuando digo que es mi género favorito pues es mucha la gente la que considera al género ñoño o de literatura basura no lo bajan, y en este libro la autora lucha con uñas y dientes para defender al género y demostrar que no es lo que la gente que cree.
Y luego estaban los libros.
Las estanterías estaban rebosantes de libros, todos y cada uno esperando a que alguien los comprara para poder emprender juntos una aventura y enamorarse profundamente. Tal vez las palabras impresas en la página fueran las que el lector llevaba mucho tiempo oyendo en lo más profundo de su alma pero que nunca había podido decir en voz alta.
Cada libro era una promesa para su lector de que, por muchas pruebas y vicisitudes que encontrara en la vida, todavía había finales del tipo felices para siempre jamás.
Y fue básicamente la importancia y el amor hacía los libros lo que me hizo amar con locura esta novela, a tal grado que al final hasta quería más de los miedos de Posy y toda su loca apandilla. Afortunadamente descubrí que hay dos libros más de esta serie, así que no puedo esperar a poner mis manos sobre ellas para enamorarme más de los libros.
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¿Qué tendrán las grandes historias románticas con finales “Felices para siempre” que nos enamoran?
Ese encanto, ese romanticismo, esas canciones que resuenan en nuestras mentes y esas grandes referencias literarias que nos acompañan a lo largo de nuestra vida se dan cita en esta gran obra que hoy os presentamos.
En La pequeña librería de los corazones solitarios os haréis muy amigos de Posy, una chica tímida, un tanto apocada, inclasificable y que vive en su mundo de letras y amores perfectos.
Su vida da un giro de ciento ochenta grados en el momento en que la dueña de la librería Marcapáginas muere y ella se ve obligada a hacerse cargo de la librería.
La librería es un poco un reflejo de ella misma en ese momento; necesita un apaño, reformas, un lavado de cara pero atesora grandes obras literarias e historias de amor en el corazón de sus páginas.
Ella consigue hacer de la librería su fortaleza en donde el mundo no duele tanto ni afecta tanto y en el que puede tapar su falta de amor con las grandes historias universales.
Posy parece encarrilada y haber encontrado su destino final en la vida hasta que Sebastián se cruza en su vida.
Sebastian es arrogante, soberbio, con aires de superioridad y “a mí no me afecta nada”… No es de extrañar que se haya ganado el sobrenombre de “El hombre más maleducado de todo Londres”
¿Es Posy tan blanda y Sebastian tan duro?
Esto lo averiguaremos cuando él quiera truncar de manera drástica el sueño de nuestra entrañable amiga.
De la mano de Annie Darling tenemos un pasaje sin escalas a Londres, a una librería que destila amor en la que conoceremos a una chica sin igual y a un chico quizás demasiado encorsetado.
¿Pasará algo entre ellos? ¿Podrá Posy descongelar los sentimientos de Sebastian y bajar sus emociones a la tierra?
Os aseguro que Titania nos presenta un choque de trenes que sólo puede acabar o muy mal o muy bien.
Obviamente no os lo contaremos pero apostemos a que Posy pondrá todo lo que esté en su mano para encontrar a su príncipe con corcel blanco. ¿Será Sebastian?
¡Leedlo, disfrutadlo y lo averiguaréis!

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Esta historia es el clásico: «los que se pelean se desean»; aunque la verdadera protagonista de esta historia es la librería, una librería centenaria que es una parte muy importante de la vida de todos los personajes, sobre todo de Posy y su hermano Sam.

La librería fue un regalo de Lord Drysdale para su hija Agatha, para así apartarla y distraerla de sus actividades sufragistas. Más tarde Marcapáginas fue heredada por su hija Lavinia, que siguió los pasos de su madre y heredo también su amor por los libros.

A la muerte de Lavinia, Posy será la nueva propietaria de Marcapáginas, Lavinia y la librería son una parte muy importante de su vida y de su corazón. Posy vive en el piso de arriba de la librería, pero además se ha criado en ella, entre sus estanterías y sus libros, sus padres se encargaban de la librería y el salón de té y tras su muerte, Lavinia acogió a Posy y a su hermano Sam dándoles el hogar y la familia que habían perdido. Pero la librería no está pasando por su mejor momento y levantarla no va a ser nada fácil para la indecisa Posy, sobre todo porque Sebastian no tiene los mismos planes que Posy para el futuro de la librería. Posy quiere reformar la tienda y especializarla en su género favorito, la novela romántica, que es su pasión y lo que más le gusta, pero Sebastian tiene en mente un lugar especializado en novela negra y policiaca, así que el enfrentamiento está asegurado.

Posy Morland es una mujer algo insegura y fantasiosa que, a pesar de los años transcurridos, aún no ha podido superar la muerte de sus padres y vive anclada en el pasado. Para Posy su única preocupación es salvar la librería y no perder su hogar, para así continuar con el legado de Lavinia pero también asegurar un futuro para ella y para Sam, su hermano adolescente del cual es la tutora.

Sebastian Thorndyke es el nieto consentido de Lavinia, la antigua propietaria de la pequeña librería. Sebastian es un hombre sarcástico y maleducado, que disfruta provocando a Posy. Un hombre que ha sido consentido desde niño al que imposible decir no y que siempre se sale con la suya. Su personaje la verdad era bastante intratable, y aunque la autora intenta justificar sus actitudes y congraciarlo con el lector al final, yo no he podido conectar con él.

Sebastian y Posy se conocen desde niños, de hecho Posy estaba totalmente enamorada de él desde la primera vez que lo vio a la tierna edad de tres años, pero a raíz de un suceso en la infancia, ese enamoramiento se convierte en una animadversión que va creciendo día a día.

Ambos protagonistas mantienen durante toda la historia un duelo de voluntades en la que cada uno de ellos pretende salirse con la suya en cuanto a la dirección que debe tomar el nuevo rumbo de la librería.

El romance apenas es perceptible durante toda la historia y no aparecerá hasta los últimos capítulos, salvo por la ficción creada en forma de borrador de novela de regencia que escribe Posy. En él creará una historia donde volcará toda su frustración y sentimientos hacía Sebastian.

El libro tiene veintidós capítulos y la narración es en tercera persona. Durante su lectura os encontraréis con múltiples referencias a autoras y obras clásicas de la literatura, sobre todo de la literatura romántica inglesa.

Como secundarios conoceremos a Verity, Nina y Tom, Sophie, Pippa y Mattie, ellos son una familia para Posy y supongo que cualquiera de ellos puede ser el protagonista del siguiente libro de la serie.

Aunque la historia me ha entretenido, no he podido conectar con los personajes, ni con la indecisa Posy, ni con el grosero y maleducado Sebastian, aun así, la historia es sencilla con toques de humor y romanticismo que se deja leer y te hace pasar un buen rato.
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Annie Darling es una de esas autoras que tiene ese algo especial que hace intuir y presuponer afinidades y facetas comunes. Y no es que mi intuición sea infalible, pues ahí andamos fifty-fifty, pero en este caso, para mi alegría, ha acertado de lleno, pues en Annie he encontrado a una hermana o una prima hermana.

Si de algo estoy segura es de que las dos hemos bebido de las mismas fuentes y madres literarias: desde nuestra queridísima y madre literaria Jane Austen, pasando por las hermanas Brontë, cambiando a Enid Blyton y terminando por la literatura romántica, con nombres como Julia Quinn, Eloisa James, Mary Balogh, rematando todo con la guinda de la saga de los Cynster, buque insignia de Stephanie Laurens... Todas están en La pequeña librería de los corazones solitarios.

Entonces, lo que Annie Darling ha imaginado y creado en la novela está de alguna manera influenciado e inspirado por estas maravillosas y mágicas escritoras: maravillosas por sus historias, y mágicas por hacer que lectores diversos y distintos seamos capaces de unirnos y compartir todos los sentimientos que emanan y fluyen hacia nosotros a través de personajes que no mueren con la primera historia, sino que se reencarnan una y otra vez para nuestro disfrute y deleite. Por ello, descubrimos en La pequeña librería de los corazones solitarios un microcosmos donde confluimos todos aquellos que admiramos (o sería más adecuado decir amamos) la novela romántica.

Después del alegato romántico (cuando se me infla la vena es un no parar reivindicativo), y centrándome en el libro, diré que en él encontramos todos los ingredientes (y más) que conforman y configuran una gran historia.

Posi Morland es una bella durmiente acomodada en sus libros y desapegada de la realidad que debe despertar para crecer y fluir por el mundo. Está adormecida desde el accidente de sus padres, quienes trabajaban en la librería Marcapáginas, su único hogar. Una vez acaecido el deceso, Posi y su hermano Sam quedan huérfanos pero no desamparados, pues la familia Thorndyke se ocupa de ellos, tratando de mantener la calidez hogareña que les suponía la librería.
Cuando muere Lavinia Thorndyke, matriarca del clan, Posi debe despertar, pues en cierto modo su aparte ha terminado; debe pasar a la acción y hacerse responsable de su vida y de la de su hermano. Para añadirle más presión y peso a su carga, también debe pensar en los empleos de Verity, Nina y Tom, ya que la relación laboral ha sido traspasada por una relación de amistad y familiaridad... Y es que Lavinia le ha dejado Marcapáginas, una librería en horas bajas que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

A pesar de lo anterior, Posi no estará sola. Queriéndolo o no, estará acompañada en todo su proceso de cambio y redirección por Sebastian, nieto de la matriarca Thorndyke. Cambiándole el color chocolate puro de los ojos por unos de color verde, este Sebastian me recuerda tanto a Sylvester Sebastian Cynster, de Diablo... y esto mismo le ocurre a nuestra protagonista, pues a pesar de todos los tiras y aflojas con el susodicho, no para de fantasear e imaginar historias más bien tórridas a estilo Regencia. Así pues, vemos cómo al tiempo que suben los decibelios en sus discusiones y desacuerdos, también suben los tonos en sus representaciones mentales.

Todo este caldo de cultivo se va calentado para que, al final, pase lo que debe pasar, lo que ocurre en toda buena novela romántica que se precie: el amor, debe abrirse paso a pesar de todos los obstáculos y prejuicios, creciendo y fortaleciéndose en el trascurrir de las páginas.

Aun así, La pequeña librería de los corazones solitarios no es solamente una novela romántica; es una novela donde el romanticismo impregna el ambiente, pero en la que también encontramos otros valores que compiten con él, como la comicidad y la ironía, la amistad y la fraternidad, el encaje social, la superación, la luminosidad, el positivismo, el color y algunos más que dejo para que los descubra el lector.

Todo esto me dice y me confirma que las buenas novelas románticas no son un género menor, pues se debe haber leído mucho y variado para poder tejer y construir historias que traspasen las páginas y se instalen y perduren en las memorias de los que afortunadamente las han leído.
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