La pequeña librería de los corazones solitarios

Posy es una joven tímida y romántica que trabaja y vive en una librería. Cuando la dueña de la librería fallece descubre que la ha dejado el local en herencia bajo la "vigilancia" del nieto de la fallecida, Sebastian, un hombre arrogante, maleducado y su archienemigo desde la infancia. El resto es historia.

Siento darle una sola estrella, pero es que los protagonistas me han caído fatal, principalmente él. Una cosa es hacerle antipático o cargante, pero poner en su boca expresiones como "no me extraña que a las mujeres no os dejaran votar" o "es que estáis en esos días del mes" no se compensan ni excusan con que el pone nervioso ante ella.

Dejando esto aparte, el libro me ha parecido aburrido, los protagonistas no hacen otra cosa que discutir y gritar sin ningún sentido y el romanticismo (en el sentido clásico) brilla por su ausencia.

Leí este libro porque salió en una lectura conjunta, pero no es lo que me esperaba. Pensaba que iba a contar alguna historia bonita sobre la librería, pero es una novela romántica. No leo novela romántica, no me atrae y este libro, aparte de que la protagonista es un poco sosa, se me ha hecho pesado por lo repetitivo de algunas escenas, en fin, obviamente no seguiré con el resto de libros que continúan la historia.

Me gusta el punto irónico que le pone la autora cuando habla de clichés románticos, incluso parece que hable en tono de burla sobre estos clichés y nos hace reír. Algo que no me gusta es que el momento en que todo cambia y se "solucionan las diferencias" transcurre prácticamente en cincuenta paginas, me hubiera gustado que esta parte fuese más extensa y tal vez otros momentos en los que se explaya más no los veo tan necesarios.
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Creo que cuando escribo esta reseña debe hacer unos diez días que acabe de leer esta novela y he tenido que releer la sinopsis para acordarme de que iba.
El argumento de chica hereda, recibe, compra una librería, casi siempre en franca decadencia y de repente, gracias a no se sabe bien que, la convierte en un negocio floreciente esta ya un poquito visto.
La culpa es mía, la palabra librería en un título, es para mí como una llamada y me dejo atraer como si fuera una caja de bombones. Bueno, pues esta librería me ha resultado bastante empalagosa.
Solo faltaba que la pintaran de rosa. Ah no que la pintan de gris. Uyy con toques de rosa. (Buffff)
Por momentos me ha dado ganas de coger a Posy, la protagonista y darle un par de tortas. Mira que enamorarse del insufrible Sebastián.
No es que la novela sea mala, es que es una más y muy previsible.

Aishh me ha gustado mucho esta historia. Cuando la premisa es un enemies to lovers, ya estoy perdida.
Posy ha heredado una librería antigua, pero tiene mucho trabajo por delante si no quiere que se la quede el banco. Y eso no será fácil, porque el impertinente y maleducado nieto de la antigua propietaria está siempre en medio molestando.
Los diálogos de estos dos, o más bien las broncas que tienen son épicas. Me lo he pasado muy bien leyendo este libro, con las excentricidades de Sebastian y los enredos en los que se mete Posy.
Los secundarios también son geniales. El hermano adolescente de Posy y los tres empleados de la librería que son fantásticos.
Y no sé por qué, pero cuando la ambientación de un libro huele a libro nuevo y a bizcocho, es raro que no me guste.
Además la protagonista para desfogarse de todo lo que le ocurre en su día a día, decide ponerse a escribir una novela de la época de la Regencia. En ella plasma muchas de las cosas que le ocurren pero ateniéndose a esa época, y los protagonistas son ella y Sebastian, por lo que es genial también e intuimos cuales son sus sentimientos más ocultos.

Este libro es claro ejemplo de tener una buena idea y ejecutarla mal, pero muy mal. Tan mal que te hace dudar si la idea era buena en realidad.

Se suponía que era un libro que iba de libros, al final no sé ni que es, solo sé que me salté un montón de páginas y no lo recomiendo ni un poquito.

En mi opinión el romanticismo de esta novela está dado por el gran conocimiento de la autora sobre sus colegas, nombradas profusamente, que sí escribieron sobre el AMOR con mayúsculas.
Abunda en reiterar una y otra vez lo que quiere hacer, y se cansa de solo decirlo, en lugar de poner manos a la obra.
La agobia la poca ayuda que recibe de sus amigas/empleadas, que tienen sus vidas, mejores o peores, pero sus vidas al fin.
Y se pone a la altura del maleducado, odioso, pretencioso e interesado (en sus términos) galán del que finalmente terminará enamorada.
Se trata del nuevo romanticismo? Este no provoca mariposas en la panza, más bien "por que te quiero te aporreo".
Esta vez, la síntesis del editor y la portada del libro me han jugado una mala pasada.
Pero la autora está descartada de una nueva lectura, por lo menos hasta que me olvide de esta obra.

Llegue a este libro buscando ChickLit para contrarrestar el Blue Monday y cumplió su cometido, si no buscas personajes o historias complejas es una buena opción de lectura rápida, guiños a los clásicos románticos que ha muchas lectoras nos han hecho suspirar.

La historia transcurre toda en una librería y eso es algo que me parece muy interesante pero el libro no me ha terminado de enganchar. El personaje de Posy me ha gustado pero muchas veces me daban ganas de gritarla "espabilate" y me sacaba de quicio y luego está Sebastián que me ha desquiciado mas todavía, rico, guapo, egocéntrico, no escucha cuando le hablan si no le interesa el tema, maleducado y prepotente a mas no poder. Los dos protagonistas se llevan muy mal pero poco a poco van teniendo una tensión entre ellos romántica. El final es lo que mas me ha gustado la verdad.

Hoy les traigo la reseña de un libro que me gusto a mitades, y es que tiene partes que como lector dices si soy, pero otras en donde quieres agarrar a la protagonista y darle un zape porque colma la paciencia.

Posy vive en una librería, fue acogida junto con su hermano desde que sus padres murieron, así que además de trabajar en Marcapaginas también es su hogar.

Es una mujer que vive en su mundo, despistada, sin alguna meta en su vida más que continuar trabajando y vivir como hasta ahora, por eso, cuando Lavinia la dueña de la librería fallece es como si le cayera un balde de agua fría y hasta con hielos.
Mil dudas y preocupaciones le llegan pero la más importante es que será de ella, su hermano y Marcapaginas, pero se lleva una gran sorpresa porque puede quedarse con el que es su hogar mientras que lo vuelva rentable y exitoso y es aquí donde inicia la historia.

Debo decirles que mis partes favoritas son todo el proceso de trasformación de la librería en algo nuevo pensando en los lectores y lo que les gustaría encontrar al visitarla, desde las lluvias de ideas, donde ni ella ni los empleados se pueden poner de acuerdo hasta los inicios de los “cambios”.
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