La pequeña librería de los corazones solitarios

Esta historia es el clásico: «los que se pelean se desean»; aunque la verdadera protagonista de esta historia es la librería, una librería centenaria que es una parte muy importante de la vida de todos los personajes, sobre todo de Posy y su hermano Sam.

La librería fue un regalo de Lord Drysdale para su hija Agatha, para así apartarla y distraerla de sus actividades sufragistas. Más tarde Marcapáginas fue heredada por su hija Lavinia, que siguió los pasos de su madre y heredo también su amor por los libros.

A la muerte de Lavinia, Posy será la nueva propietaria de Marcapáginas, Lavinia y la librería son una parte muy importante de su vida y de su corazón. Posy vive en el piso de arriba de la librería, pero además se ha criado en ella, entre sus estanterías y sus libros, sus padres se encargaban de la librería y el salón de té y tras su muerte, Lavinia acogió a Posy y a su hermano Sam dándoles el hogar y la familia que habían perdido. Pero la librería no está pasando por su mejor momento y levantarla no va a ser nada fácil para la indecisa Posy, sobre todo porque Sebastian no tiene los mismos planes que Posy para el futuro de la librería. Posy quiere reformar la tienda y especializarla en su género favorito, la novela romántica, que es su pasión y lo que más le gusta, pero Sebastian tiene en mente un lugar especializado en novela negra y policiaca, así que el enfrentamiento está asegurado.

Posy Morland es una mujer algo insegura y fantasiosa que, a pesar de los años transcurridos, aún no ha podido superar la muerte de sus padres y vive anclada en el pasado. Para Posy su única preocupación es salvar la librería y no perder su hogar, para así continuar con el legado de Lavinia pero también asegurar un futuro para ella y para Sam, su hermano adolescente del cual es la tutora.

Sebastian Thorndyke es el nieto consentido de Lavinia, la antigua propietaria de la pequeña librería. Sebastian es un hombre sarcástico y maleducado, que disfruta provocando a Posy. Un hombre que ha sido consentido desde niño al que imposible decir no y que siempre se sale con la suya. Su personaje la verdad era bastante intratable, y aunque la autora intenta justificar sus actitudes y congraciarlo con el lector al final, yo no he podido conectar con él.

Sebastian y Posy se conocen desde niños, de hecho Posy estaba totalmente enamorada de él desde la primera vez que lo vio a la tierna edad de tres años, pero a raíz de un suceso en la infancia, ese enamoramiento se convierte en una animadversión que va creciendo día a día.

Ambos protagonistas mantienen durante toda la historia un duelo de voluntades en la que cada uno de ellos pretende salirse con la suya en cuanto a la dirección que debe tomar el nuevo rumbo de la librería.

El romance apenas es perceptible durante toda la historia y no aparecerá hasta los últimos capítulos, salvo por la ficción creada en forma de borrador de novela de regencia que escribe Posy. En él creará una historia donde volcará toda su frustración y sentimientos hacía Sebastian.

El libro tiene veintidós capítulos y la narración es en tercera persona. Durante su lectura os encontraréis con múltiples referencias a autoras y obras clásicas de la literatura, sobre todo de la literatura romántica inglesa.

Como secundarios conoceremos a Verity, Nina y Tom, Sophie, Pippa y Mattie, ellos son una familia para Posy y supongo que cualquiera de ellos puede ser el protagonista del siguiente libro de la serie.

Aunque la historia me ha entretenido, no he podido conectar con los personajes, ni con la indecisa Posy, ni con el grosero y maleducado Sebastian, aun así, la historia es sencilla con toques de humor y romanticismo que se deja leer y te hace pasar un buen rato.
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