"Hasta que me di cuenta de que la cobardía era la que me hacía perdedora". No podía dejar pasar la época estival sin leer Piratas del Firmamento. Necesitaba una aventura por los mares, así que dejándome llevar por el universo oceánico, he viajado atrás en el tiempo, allá por el año 611, a un lugar secreto del planeta, un mundo nuevo por completo. Os cuento: Partiendo de Leuxvieth, uno de los 3 reinos más opresores de Ydhelia, llegamos a 2 jóvenes que han sido maltratados socialmente. Por un lado, tenemos a Killian, un muchacho cuyo padre era marinero pero tuvo que vender su navío tras sufrir un accidente, ambos pasaron a ocuparse una taberna, soportando los abucheos y berrinches de viejos y testarudos borrachos hasta altas horas de la madrugada. Por otro, conoceremos a Elizabeth, una señorita perteneciente a una afamada familia de la nobleza. Su madre es la que sostiene la vara del orden en casa y la educa bajo una estricta educación encorsetada, acatando sobre ella el molde de futura mujer recatada, silenciosa y obediente. Sin embargo, ella sueña con la libertad. Su padre siempre está fuera, y en cada vuelta de viaje, le regala libros de Astrología que ella estudia a escondidas en el jardín mientras observa las estrellas y sus movimientos. Tanto Killian como Elizabeth aprendieron a robar siendo muy niños: el primero para sobrevivir y poder costear las medicinas que sanaran a su padre; ella, para huir lo más lejos posible. Una noche, el rey Mikael, gobernador de Kharod, congrega a su pueblo para conmemorar el tercer cumpleaños del príncipe heredero y la llegada del nuevo mes. Entre bailes de salón se cruzarán sus miradas al posar la vista en la misma pulsera de una de las damas asistentes. El juego por ver quién de los 2 se quedará con ella, se ve interrumpido al ser detenidos y arrestados por la guardia real para suplicar clemencia. Ambos tienen 20 años. Ella es atrevida y altanera; él, meticuloso y perspicaz. Se ganan la atracción del rey, que les propondrá una misión a cambio de su salvación: encontrar el Orbe Estelar. de ladrones a corsarios. En el puerto al amanecer, comienza la travesía. Pero, ¿en serio? Tonto tirano si piensa que han aceptado su servicio... ¡Por Wiz! Un worldbuilding impregnado de belleza, leyendas, constelaciones, magia, negociaciones, batallas, criaturas fantásticas, folklore, carcajadas contagiosas, representación LGTBI, un romance que empieza con cierto aire enemies to lovers pero que se cocerá a lo slow burn... Reinos en los que la magia es aliento y reinos donde esta es esclavizada por el poder. Narrada a 2 voces, por los protagonistas, aunque los personajes secundarios serán claves, aviso, coged clinex para el final. La pluma de @adrianacriadox es un encanto, de las que no te dan todo de golpe, sino que sabe desgranar con chispa, despertando el interés en el lector, meciendo con calma la historia, como el vaivén de las olas del mar, y creando a la perfección esos momentos de tensión y mariposas en el estómago con ciertos encuentros entre los personajes, hay unas complicidades electrizantes. Te persuade desde el inicio, con la presentación de los personajes, donde hay cierto tinte de narrativa clásica en sus perfiles y contexto. En su literatura se puede ver el bagaje de su escuela, de los autores antiguos que le han hecho mella, además de hacer guiños a mundos mágicos y nombres emblemáticos de las novelas contemporáneas. No es un libro oscuro, al contrario, es una trama con luz, un viaje por el transatlántico de los sueños. En este libro relucen el valor por la familia que uno elije y por la búsqueda y creación del hogar de uno mismo, salir fuera para encontrarse. + Leer más |
Charlamos con Adriana Criado sobre sus novelas y mucho más.
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