He visto muchísimas ciudades, amigos míos. No me aventuro a decir el número concreto de aquellas en que entré como conquistador, seguido del estrépito de cascos y de tintineos metálicos de mis ochocientos queridos malandrines peleadores.
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He visto muchísimas ciudades, amigos míos. No me aventuro a decir el número concreto de aquellas en que entré como conquistador, seguido del estrépito de cascos y de tintineos metálicos de mis ochocientos queridos malandrines peleadores.
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De la misma manera que las hojas que se caen del árbol proporcionan alimento a éste, también estos muertos y estos días ya desaparecidos pueden hacer brotar otra cosecha de héroes, de gobernantes y de sabios.
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Atesoren todo eso en su memoria y transmítanlo a sus propios hijos, porque el tesoro más valioso de una nación es el recuerdo de una época grande.
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Un hombre valeroso es capaz de hacer frente a los años y al Destino, de la misma manera que hizo frente a los cosacos y a los ulanos.
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¡Una brigada de húsares y a paso de carga! ¡Oh, amigos míos, qué orgullo, qué magnificencia y qué belleza! ¡Centelleos y relampagueos, retumbo de cascos, tintineo de cadenas, crines flotando, cabezas majestuosas y oleadas de acero que saltaban!
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Y de pronto se me iluminó el cerebro con el relampago de luz que le llega siempre al hombre valeroso que no se deja dominar por la desesperanza.
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La suerte es mujer, amigos míos, y mira siempre con agrado a un húsar valeroso y gallardo.
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¡Qué ensueños formábamos nosotros, jóvenes alocados y borrachos de éxito! ¡Qué iba yo a bsrruntar aquella noche, mientras cabalgaba pensando que había sido el elegido entre sesenta mil hombres, que me pasaría la vida plantando repollos y ganando cien francos al mes! ¡Ay, mi juventud, mis ilusiones y mis camaradas!
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Un instante después se oyó un inmenso retumbo de trueno, el cielo raso se vino abajo en pedazos y, dominando el alarido de los españoles aterrorizados, escuché el griterío terrorífico de los granaderos de la columna de asalto. Lo escuché como en sueños, como en un sueño beatífico, y ya no oí nada más.
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Era un veterano de bigotes grises, uno de los auténticamente fanáticos, y aquella última visión del emperador fue para él lo mismo que una revelación que le llegaba del Cielo.
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¿En qué año nace este personaje?