De la misma manera que las hojas que se caen del árbol proporcionan alimento a éste, también estos muertos y estos días ya desaparecidos pueden hacer brotar otra cosecha de héroes, de gobernantes y de sabios.
|
De la misma manera que las hojas que se caen del árbol proporcionan alimento a éste, también estos muertos y estos días ya desaparecidos pueden hacer brotar otra cosecha de héroes, de gobernantes y de sabios.
|
Atesoren todo eso en su memoria y transmítanlo a sus propios hijos, porque el tesoro más valioso de una nación es el recuerdo de una época grande.
|
Era un veterano de bigotes grises, uno de los auténticamente fanáticos, y aquella última visión del emperador fue para él lo mismo que una revelación que le llegaba del Cielo.
|
¡De qué absurdas minucias dependen nuestros destinos!
|
Hay momentos en que la máxima sabiduría consiste en obrar con el máximo descaro.
|
Pero amigos míos, ésa es la suerte del soldado: hoy besos; mañana, golpes; vino de Tokay en un palacio; agua de charca en una cabaña; pieles y harapos; la bolsa llena de dinero y los bolsillos sin una moneda; siempre oscilando entre lo mejor y lo peor, con una sola cosa que nunca cambia: su gallardía y su honor.
|
Un hombre valeroso es capaz de hacer frente a los años y al Destino, de la misma manera que hizo frente a los cosacos y a los ulanos.
|
¡Una brigada de húsares y a paso de carga! ¡Oh, amigos míos, qué orgullo, qué magnificencia y qué belleza! ¡Centelleos y relampagueos, retumbo de cascos, tintineo de cadenas, crines flotando, cabezas majestuosas y oleadas de acero que saltaban!
|
Y de pronto se me iluminó el cerebro con el relampago de luz que le llega siempre al hombre valeroso que no se deja dominar por la desesperanza.
|
La suerte es mujer, amigos míos, y mira siempre con agrado a un húsar valeroso y gallardo.
|
¿En qué año nace este personaje?