Sobrevivir a Columbland

Hoy traigo un libro muy especial. En primer lugar, por ser de mi gran amiga Carmen. En segundo lugar, por ser la segunda parte de “Los líderes del mañana” que tanto me gustó. Y por último, por ser tan maravilloso como el primero.

Volvemos a Columbland con Mia, ese país que prepara solo a los jóvenes ricos para ser los futuros líderes, un país con la tasa de suicidios más alta del mundo. Pero esta vez volvemos con una Mia universitaria. Como no quiero contar nada que haga spoiler del primer libro diremos que se enfrentará a una serie de decisiones morales que definirán el rumbo de su vida. Que tendrá que elegir en muchas ocasiones entre lo personal y lo profesional. Y que empezará a entender más cosas de su pasado.

En la universidad conocerá nuevos “amigos”, aunque eso esté prohibido en Columbland. Pero no podrá distraerse ya que cada año un alto % de alumnos son expulsados, ya que solo los mejores pueden continuar. ¿Logrará Mia llegar hasta el final? ¿Qué será de su relación con Tim, Michael, Rose y demás? Si, estos últimos nombres pertenecer a una familia “pobre” que conoció en el primer libro y que son su “familia”. ¿Cómo seguirá su relación con su nueva familia? ¿Conseguirá cumplir su sueño de crear una clínica gratuita para ayudar a los que no pertenecen a la élite?

En conclusión, recomendadísimo. Imprescindible leer primero “Los líderes del mañana” para disfrutar de este. Distopía juvenil que se asemeja mucho a la realidad, cada vez más. No lo veo tan alejado de la realidad. Si alguien de la “élite” actual lo lee pienso que se sentiría muy identificado. ¿Qué pensáis?

Y como dice Rose: “No lo olvides: privilegio, inteligencia y corazón. Esas son tus armas para luchar”

La esperadísima segunda parte de Los líderes del mañana por fin está aquí. Como siempre que traigo continuaciones de otras novelas, no me gusta decir demasiado para no destripar la primera parte.

En Sobrevivir a Columbland nos reencontramos con Mia, que comienza su vida universitaria, ya que su objetivo es estudiar Medicina para montar una clínica gratuita para personas sin recursos. Las normas y horarios en la universidad son mucho más estrictos que en el instituto y no están permitidas distracciones como la amistad o el amor. Pero Mia no va a sucumbir al sistema, como nunca lo ha hecho, aunque para lograr su objetivo tiene que ir con mucho cuidado.

Me ha encantado volver a leer sobre Mia y sobre la familia Parks sobre todo, y saber cómo han ido avanzando sus vidas. En esta segunda parte hay escenas dolorosas pero también muy emotivas, y un descubrimiento que me ha sorprendido mucho y que le da sentido a ciertas situaciones del pasado y del presente.

Esta distopía recoge ciertas similitudes con la realidad, como el hecho de querer siempre ser los mejores, de las ansias de poder, mientras dejamos atrás los sentimientos.

Si habéis leído Los líderes del mañana tenéis que continuar con la historia, y si no, no sé a qué esperáis para leer los dos.

Mía tiene sueños.
Uno de ellos es montar una clínica gratuita y así poder ayudar a las personas que no tienen recursos.
Sabe que es un sueño muy difícil de cumplir por cómo son las cosas en Columbland, pero ella es muy inteligente y cabezona, así que luchará duro por conseguirlo.
Tendrá que enfrentarse a muchos retos y descubrirá algunos secretos.

Columbland es un lugar donde la sociedad es dura, muy estricta y con muchas reglas.
Donde lo único importante es ser el mejor para el día de mañana ser un auténtico líder a nivel mundial, aunque eso conlleve no mostrar sentimientos, a ser frío, no tener amistades, a ser competitivo...
La tasa de suicidio de los estudiantes es la más alta a causa de la presión en la que los niños y los jóvenes se ven sometidos.

🔸Se trata de la continuación de Los líderes del mañana.

🔸Me ha encantado reencontrarme con Mia y seguir sus pasos por la Universidad de Milgram.

🔸Es una distopía juvenil que bajo mi punto de vista, no se aleja tanto de la realidad.

🔸Lectura súper recomendada y en la que invita a la reflexión.

🔸Me ha resultado una lectura muy ágil, amena y que junto a sus capítulos cortos y la forma de narrar la autora, he devorado.

¿Conseguirá Mía hacer realidad sus sueños?, ¿qué le depararán estos años en la universidad?
Te invito a que lo descubras.

Este libro continua la historia de Los líderes del mañana, libro donde ya conocimos Columbland, un lugar donde el nivel de exigencia es extremo, donde la competitividad lo es todo, donde hay que ser el mejor para no quedar atrás y no perder oportunidad y donde las tasas de suicidio son bastante altas debido a todo ello, y aquí volvemos a encontrarnos en ese lugar y con también con Mía, después de todos los sucesos del libro anterior.

Una novela corta pero muy completa y con una gran crítica social, donde nos muestra de nuevo a una protagonista valiente, fuerte dispuesta a sacrificarse en muchos aspectos para ,desde dentro, hacer lo posible por ayudar a los demás y en la que también descubriremos secretos inesperados y nuevos aliados.

Leer a Carmen siempre es un placer y he disfrutado mucho de volver a Columbland y reencontrarme con algunos personajes y ver como avanza la historia, si os gustan las distopias que contienen una buena critica social, os animo mucho a darle una oportunidad a este libro y al anterior.

Ágil, entretenido y con cierto misterio nos trae Carmen con esta novela. Nos hace reflexionar, con un lugar dónde solo los perfectos tienen un futuro, el cariño y amor no está permitido para los mejores. Pero ella quiere y necesita algo más y gracias a la familia de Tim, puede y conoce el amor y como viven fuera de los tops.

Una brutal crítica social que podemos verla exagerada pero que es lo que ocurre en cierto modo en nuestra sociedad, en algunos lugares más que otros. Te hace pensar y sufrir, te hace querer luchar por esas injusticias y Carmen te hace sentir y empatizar tanto con la protagonista, como si vivieras con ella y lucharas con ella hasta el final.

Otra novela corta brillante de una autora que expone la realidad en forma de distopía para hacerte reflexionar siempre con sus lecturas. Un placer leerla.