La profecía autocumplida

Obra ganadora de la octava edición del premio de Novela Corta La Verónica Cartonera 2020, y reeditada ahora por la autora para que pueda llegar a muchos más lectores.

Nos encontramos ante un thriller psicológico donde acompañaremos a Mathew en su camino y su obsesión de convertirse en escritor. Para ello, tratará de obtener todo el conocimiento de su escritor favorito, Edwin Wolf, del que leerá todas sus obras y conocerá a lo largo de la novela.

La historia está super bien ambientada en Salamanca, ciudad que conoce muy bien la autora, y por ello tan bien descrita. Como siempre que leo a Carmen, me encanta su forma de escribir, de transportarnos al lugar con suma facilidad. No es casualidad que gane premios literarios.

A pesar de que aparecen otros personajes a lo largo de la historia, Mathew es el que está más desarrollado, un joven peculiar, encerrado en sí mismo, y centrado en lo que le obsesiona, escribir su libro. Con la ayuda de personajes secundarios, iremos conociendo más sobre él y el escritor, Edwin Wolf, su ejemplo a seguir.

En conclusión, thriller psicológico que he disfrutado, que tiene muchos guiños hacia un escritor muy conocido y que no diré para no hacer ningún tipo de spoiler y que recomiendo para disfrutar en una tarde. Novela corta de las que merece mucho la pena. Y más con lo bonito que escribe siempre Carmen.

Obra ganadora de la octava edición del premio de Novela Corta La Verónica Cartonera 2020, al que se presentaron un total de 78 originales.

Opinión.

Nos encontramos ante un thriller psicológico donde acompañaremos a Mathew en su camino y su obsesión de convertirse en escritor. Para ello, tratará de obtener todo el conocimiento de su escritor favorito, Edwin Wolf, del que leerá todas sus obras y conocerá a lo largo de la novela.

La historia está super bien ambientada en Salamanca, ciudad que conoce muy bien la autora, y por ello tan bien descrita. Como siempre que leo a Carmen, me encanta su forma de escribir, de transportarnos al lugar con suma facilidad. No es casualidad que gane premios literarios.
A pesar de que aparecen otros personajes a lo largo de la historia, Mathew es el que está más desarrollado, un joven peculiar, encerrado en sí mismo, y centrado en lo que le obsesiona, escribir su libro. Con la ayuda de personajes secundarios, iremos conociendo más sobre él y el escritor, Edwin Wolf, su ejemplo a seguir.

En conclusión, thriller psicológico que he disfrutado, que tiene muchos guiños hacia un escritor muy conocido y que no diré para no hacer ningún tipo de spoiler y que recomiendo para disfrutar en una tarde. Además, esta edición hecha a cartón y a mano es preciosa. Una reliquia para mi estantería.

Mathew, hijo de salmantina y británico, nace en Oxford pero tras la separación de sus padres se va a vivir a Salamanca. Estudia Filología Inglesa y su sueño desde que tiene uso de razón es ser escritor. En su mente tiene todo planificado y empieza a escribir la que cree que será su gran novela, pero después de la primera corrección comprueba que lo que ha escrito no es tan bueno como pensaba. Decide dedicarse a leer y leer y encuentra en el autor Edwin Wolf a su ejemplo a seguir, por lo que lee todas sus obras.

Mathew comienza a apreciar en su vida diaria una serie de coincidencias con una novela en concreto de Wolf y esto hace que se forme en él la idea de que tienen una especie de conexión. Su admiración es tal que finalmente consigue conocerlo en una firma de su último libro y tener una conversación con él. En esta parte me ha parecido apreciar un guiño a un autor internacional, pero tendréis que leer la novela para averiguarlo.

Suceso a suceso y dato a dato se va tejiendo la trama del aprendiz de escritor que quiere ver su sueño hecho realidad. Es una historia impactante, un thriller psicológico que te atrapa desde la primera página y no puedes soltarlo hasta llegar al final. No me esperaba ese final, y a unas poquitas páginas del desenlace me he quedado con la boca abierta con lo que ha pasado. Simplemente, magistral. No es la primera vez que leo a Carmen y no será la última. Tiene el don de crear historias que, a pesar de ser cortas, pues esta en concreto tiene 126 páginas, teje los hilos de una forma limpia y va dando al lector pistas poco a poco para llegar al final y hacer que explote la cabeza.

Leedlo, por favor, no tengo ninguna duda de que os va a encantar.

Mathew siempre ha tenido claro que quería ser un gran escritor y que no escribiría nada hasta estar seguro de que sería bueno, pero cuando ese momento llega y finaliza su primer libro, Mathew no queda conforme y se da cuenta de que no es bueno, que algo le falta a su novela y tendrá que buscar una solución, para ello decide leer muchos libros y, en especial, de Edwin Wolf, un autor al que idolatra y con el que empezara a ver conexiones extrañas.

🔷 Hoy os traigo un libro cortito, de los que se leen de una sentada y no solo por su corta extensión, sino porque te mantiene enganchada desde su primer capítulo.

Un libro en el que nos situamos en Salamanca e iremos descubriendo ciertos sucesos que comienzan a ocurrir y que parecen extrañamente conectados con Edwin Wolf.

Leer a Carmen siempre es un placer, pues es capaz de hacer grandes histórias en muy pocas páginas y, como ya me paso con sus dos anteriores libros, este también me ha sorprendido y lo he disfrutado mucho.

Si os llama la atención, os animo a darle una oportunidad, tanto al libro, como a la autora.

Desconfío de las novelas breves, suelen saberme a poco y dejarme con ganas de un mayor desarrollo de algún punto. Así que, si no fuera que ya había leído a Carmen, no sé si me hubiera animado y hubiera sido un gran ERROR.

¿Se puede emplear cualquier medio para perseguir un sueño? ¿Conocemos verdaderamente a las personas? Son las dos preguntas que se me vienen a la cabeza al recordar este viaje literario.

No voy a hablar de la trama que para ello hay una sinopsis, pero sí de lo que me ha gustado su premisa, su ambientación, la complejidad de su personaje principal y su desenlace. Y, sobre todo, de lo tremendamente satisfecha que me ha dejado. Carmen ha tenido el talento de hacerme sentir que no sobra nada ni necesito más.

Totalmente recomendable para una de estas tardes que café y manta que nos quedan por delante.