Sobrevivir a Columbland

La esperadísima segunda parte de Los líderes del mañana por fin está aquí. Como siempre que traigo continuaciones de otras novelas, no me gusta decir demasiado para no destripar la primera parte.

En Sobrevivir a Columbland nos reencontramos con Mia, que comienza su vida universitaria, ya que su objetivo es estudiar Medicina para montar una clínica gratuita para personas sin recursos. Las normas y horarios en la universidad son mucho más estrictos que en el instituto y no están permitidas distracciones como la amistad o el amor. Pero Mia no va a sucumbir al sistema, como nunca lo ha hecho, aunque para lograr su objetivo tiene que ir con mucho cuidado.

Me ha encantado volver a leer sobre Mia y sobre la familia Parks sobre todo, y saber cómo han ido avanzando sus vidas. En esta segunda parte hay escenas dolorosas pero también muy emotivas, y un descubrimiento que me ha sorprendido mucho y que le da sentido a ciertas situaciones del pasado y del presente.

Esta distopía recoge ciertas similitudes con la realidad, como el hecho de querer siempre ser los mejores, de las ansias de poder, mientras dejamos atrás los sentimientos.

Si habéis leído Los líderes del mañana tenéis que continuar con la historia, y si no, no sé a qué esperáis para leer los dos.