El sexo me gusta porque me clava en el presente. Tu muerte también.
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El sexo me gusta porque me clava en el presente. Tu muerte también.
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Nadie te avisa de que mientras se muere tu madre, te tendrás que convertir en su madre.
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Lo siento. Tal vez tú, en mi lugar, lo hubieses hecho mejor.
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los niños nunca mienten. —Eso es una leyenda urbana. Los niños mienten tanto como los adultos.
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Todos tenemos paraísos perdidos en los que nunca hemos estado.
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la vida en un hospital va más deprisa que fuera.
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Debe de ser intolerable tener todavía los ojos abiertos y pensar que hay lugares que ya no volverás a ver nunca, que se cierren las posibilidades antes que los ojos.
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Tal vez todos nos quedamos siempre con algún viaje pendiente, planeamos viajes cuando ya son imposibles, como si intentásemos comprar tiempo aun sabiendo que el nuestro se ha agotado y que nadie puede regalarnos ni un solo minuto más.
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Es totalmente distinto vestirse para un hombre en particular que para todos los hombres en general, o para nadie, que es para quien me visto yo últimamente. De todos modos, la gente más elegante suele ser la que se viste para sí misma.
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—Estás cerrada, dura como una piedra, como si tuvieses el corazón encerrado dentro de una jaula.
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Gregorio Samsa es un ...