Brook y Dan comparten casa, ya que la mitad es de cada uno por que sus tíos se casaron en segundas nupcias y compraron la casa. Cuando fallecieron los dos, ellos la heredaron a partes iguales. Dan es deportista profesional y por una lesión que lo retira de su profesión vuelve a su pueblo natal. Brook era la empollona del instituto. La soberbia, recelos, malos entendidos, miedo... es lo que lo hace un libro muy entretenido y ligero de leer. |