Ignoraba porque te quería. El deleite frente al misterio, el goce frente a los inesperado, son sensaciones que aveces las módicas fuerzas no soportan
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Ignoraba porque te quería. El deleite frente al misterio, el goce frente a los inesperado, son sensaciones que aveces las módicas fuerzas no soportan
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... reconocí mi caligrafía, mi caligrafía de una etapa especial. Con la misma letra que escribí: Detalle de sueldos pagados al personal en el mes de agosto de 1930, con esa misma letra y en ese mismo año, había escrito dos veces por semana: Querida Isabel, ... Esa había sido, pues, mi letra de novio.
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Dios me concedio un destino oscuro, ni siquieracruel, simplemente oscuro, es evidente que me concedio una tregua
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Hay gente que entiende lo que está pasando, que cree que es absurdo lo que está pasando, pero se limita a lamentarlo. Falta pasión, ese es el secreto de este gran globo democrático en que nos hemos convertido. Durante varios lustros hemos sido serenos, objetivos, pero la objetividad es inofensiva, no sirve para cambiar el mundo, ni siquiera para cambiar un país de bolsillo como este. Hace falta pasión, y pasión gritada, o pensada a los gritos, o escrita a los gritos. Hay que gritarle en el oído a la gente, ya que su aparente sordera es una especie de autodefensa, de cobarde y malsana autodefensa. Hay que lograr que se despierte en los demás la vergüenza de sí mismos, que se sustituya en ellos la autodefensa por el autoasco.
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Que yo me sienta, todavía hoy, ingenuo e inmaduro (es decir, con sólo los defectos de la juventud y casi ninguna de sus virtudes) no significa que tenga el derecho de exhibir esa ingenuidad y esa inmadurez.
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"Padecen la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a si mismo"
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En realidad, los elemenos que él (¿o Él?) mismo nos ha dado (raciocinio, sensibilidad, intuición) no son en absoluto suficientes como para garantizarnos ni su existencia ni su no-existencia.
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Tenía veinte años y era joven; tenía treinta y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo cincuenta años y soy todavía joven. Todavía quiere decir: se termina.
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"Qué idiota,qué cursi, qué convencional me siento al escribir:. ¿Libre para qué? Acaso la esencia de mi inquietud sea haber comprobado esto, nada más: que ella puede sentirse muy cómoda con gente joven, especialmente con un hombre joven. Y otra cosa: esto que vi no es nada, pero en cambio es mucho lo que entreví, y lo que entreví es el riesgo de perderlo todo."
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Si alguna vez me suicido, será en domingo (...) A veces pienso que haré cuando toda mi vida sea domingo
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“La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.”