Cuando se está en el foco mismo de la vida, es imposible reflexionar.
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Cuando se está en el foco mismo de la vida, es imposible reflexionar.
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Porque murió es la palabra, murió es el derrumbe de la vida, murió viene de adentro, trae la verdadera respiración del dolor, murió es la desesperación, la nada frígida y total, el abismo sencillo, el abismo.
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Tal vez no me apartaría ni un milímetro de mi centro de sinceridad, si le dijera que lo que estoy buscando denodadamente es un acuerdo, una especie de convenio entre mi amor y su libertad.
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... el tiempo corre, lo dejemos o no, el tiempo corre y la vuelve a ella cada día más apetecible, más madura, más fresca, más mujer, y en cambio a mí me amenaza cada día con volverme más achacoso, más gastado, menos valiente, menos vital...
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¿Qué he hecho de mi vida? es una pregunta que suena a Gardel o a Suplemento Femenino o artículo de Readers Digest
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Desde mañana hasta el día de mi muerte, el tiempo estará a mis órdenes. Después de tanta espera, esto es el ocio. ¿Qué haré con él?
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A veces me siento desdichada , nada más que de no saber qué es lo que estoy echando de menos .
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A veces hacíamos cuentas . Nunca alcanzaba . Acaso mirábamos demasiado los números , las sumas , las restas , y no teníamos tiempo de mirarnos nosotros .
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Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
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Acaso mirábamos demasiado los números, las sumas, las restas, y no teníamos tiempo de mirarnos nosotros.
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“La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.”