Cuidado con lo que deseas…, qué gran verdad.
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Cuidado con lo que deseas…, qué gran verdad.
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Si es bueno, no te ata. Si es para ti, quiere verte volar. Y si te quieres a ti misma, también. No tomes nunca decisiones por terceros. La vida es tuya y eres la única persona a la que debes dar cuenta de tus juicios.
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el ser humano nace para amar; la forma en que lo haga no puede ser motivo de juicio.
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Lloraba por las veces que me había sentido inútil, cuando todos estamos aquí para probar, fallar, aprender y acertar.
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nadie, sea quien sea, esté lo enfadado que esté, hayas hecho lo que hayas hecho, tiene derecho a empujarte, sacarte de tu casa, vejarte y tirarte al suelo como a un perro. Y da igual cuánto llore después, lo arrepentido que esté y todas las excusas que su lengua consiga conjugar. El monstruo, una vez da la faz, no puede seguir a tu lado, aunque no vuelva a salir de su guarida jamás. El hecho de que exista es más que suficiente.
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muchas personas llevan un monstruo dentro, tan dentro que pueden pasar años escondiéndolo.
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El amor no está bien ni mal, y no eres nadie para juzgarlo.
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—Ya, es que las cosas que se hacen porque uno quiere no tienen por qué hacer falta.
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«¿Qué más da quién soy si quiero serlo contigo?»,
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Cualquier historia de amor podría contarse solamente con un puñado de canciones
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El platillo llamado Duelos y Quebrantos (torta de huevos, jamón y chorizo) aparece en: