Sevilla, 1776. La ciudad se ve sacudida con la aparición de una serie de sacerdotes decapitados. En todos los casos, los cuerpos no presentan herida alguna ?salvo un corte limpio y preciso? y no hay rastro de sangre, sino tan solo una especie de líquido solidificado en torno a los cadáveres. El pánico comienza a apoderarse del clero y de toda la población. Gaspar de Jovellanos, juez de la ciudad hispalense, ayudado de Richard Twiss, un intrépido viajero inglés recié... >Voir plus