Leviatán

Auster tiene estas cosas. Comienza un libro en lo más alto, reclamando la atención del lector, y a las diez páginas desciendes en caída libre a un desierto de palabras e intenciones.

Convierte un thriller en la típica novela americana, de triángulos amorosos, vidas que no encajan e insatisfacciones varias; no hay problema, cuando te has aclimatado, vuelve a darle un giro a la historia, pero sin salirse de contexto y ahí está la magia.

Leviatán es una doble biografía, la del narrador Peter Aaron escritor e intimo amigo de Benjamín Sachs también escritor, lleno de ideales, que no termina de encajar en ningún sitio y personaje donde Auster descargara la esencia reflexiva y simbólica de la novela.

La prosa del norteamericano no es preciosista, pero sí elegante y precisa, expresa a la perfección lo que su mente ficciona y es muy tacaño en hipérboles y piruetas.

Leviatán te deja bostezar dos veces a pleno pulmón y a al tercero, confiado y al borde de la siesta con babas, te suelta un sopapo de nervio, incluso de tensión literaria...¡ahora que había cogido la postura!

Los personajes de la novela tiene una gran carga psicológica y una mochila a sus espaldas llena de cicatrices, son náufragos de una complejidad en la que disfrutan revolcándose.

No le falta al texto simbolismo yanqui, con unas réplicas de la estatua de la libertad, que forman parte de otro giro y del que no puedo desvelar más.

No es mal libro, pero tampoco lo considero merecedor de premio alguno, allá los franceses con su Medicis y sus conciencias.

Libro que gana mientras avanzas, si consigues no llenar de babas la almohada. Leer con el orinal cerca, por si acaso.

Con una prosa peculiar Paul Auster nos teje una historia intermitente en interés y sólida en personajes. Una experiencia gratificante que pone a prueba tu paciencia y se autoalimenta sin recursos externos a su forma.

Las virtudes de la obra son mayores y generosas.

Un libro inmensamente intrigante. Es primera vez que leo a Paul Auster. Me atrajo mucho su invitación misteriosa, lo que para mi siempre es un desafío para leer.
La historia es oscura en cuanto al carácter y la trama. No obstante, "Leviatán" me pareció un libro accesible y por sobre toda las cosas con mucho ritmo.
Auster narra magníficamente, me parece un buen escritor, al cual sin duda intentaré seguir. Cinco estrellas para Leviatán. Una obra magistral y virtuosa.

La explosión que detona la narrativa de la notable novela de Paul Auster acaba también con la vida de su héroe, Benjamin Sachs, y trae a dos agentes del FBI a casa de su más antiguo amigo, el escritor Peter Aaron.
Lo que sigue es el relato complejo y conmovedor de Peter sobre la vida secreta de Sach. Mientras Aaron intenta, a través del testimonio, dar sentido al desafío de su amigo, frente a la complacencia de la vida moderna.

Una construcción perfecta, un thriller al revés, que da la identidad del hombre muerto, y se remonta a su historia, contada por su mejor amigo.

Con un comienzo que atrapa, Leviatán es un relato maravilloso donde Auster, es uno de los personajes del libro (Peter Aaron); no solo el que narra sino que además forma parte importante de la trama, en la que se pasea por los meandros de la amistad, las pérdidas y la complejidad de las relaciones humanas. Historias dentro de una historia, una novela dentro de su novela. Creo que es la mejor novela que he leído de Auster, lo cual ya es mucho decir, porque Auster es uno de mis autores contemporáneos favoritos.

Quizás el libro que más me ha gustado del 2012. EL mejor libro de Auster leído hasta ahora. No la podía soltar; ni en la oficina, ni en la casa, ni en el bus. Lo tiene todo. Lo que empieza con los atentados a estatuas, prosigue con múltiples sucesos, el azar, la amistad, el amor y muchas cosas más.

Un amigo me dijo hace tiempo que Paul Auster hacía las historias más simples del mundo y que de ahí su éxito. Este es el segundo libro suyo que devoro y no estoy de acuerdo. Creo que en este en concreto, su gran mérito es crear una historia muy compleja (más incluso en la creación de personajes que en situaciones) y hacer que parezca sencilla.

Crear unos personajes tan peculiares, hacerlos creíbles, forzar situaciones para describirnos sus vidas hacia un rumbo ya anunciado pero bastante inexplicable pasadas 100 páginas, no es nada fácil.

Me ha gustado mucho y me ha dejado con ganas de más Paul Auster.