Un amigo me dijo hace tiempo que Paul Auster hacía las historias más simples del mundo y que de ahí su éxito. Este es el segundo libro suyo que devoro y no estoy de acuerdo. Creo que en este en concreto, su gran mérito es crear una historia muy compleja (más incluso en la creación de personajes que en situaciones) y hacer que parezca sencilla. Crear unos personajes tan peculiares, hacerlos creíbles, forzar situaciones para describirnos sus vidas hacia un rumbo ya anunciado pero bastante inexplicable pasadas 100 páginas, no es nada fácil. Me ha gustado mucho y me ha dejado con ganas de más Paul Auster. |