El instinto

Desde que comenzamos la historia de Blythe sabemos que algo ya no va bien. Rememora en el tiempo cómo comenzó todo; la preciosa relación con su marido Fox, la ilusión que tenían de una vida en común y su futuro como familia. El proceso en el que todo gira alrededor de la nueva vida que está creciendo en su vientre. Y su momento del parto, ese fue el momento definitivo en el que todo empezó a ir mal. Blythe lo notó.
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Su duro proceso de maternidad y la relación con su hija Violet la hicieron dudar de su capacidad como madre y su equilibro mental. Temía repetir su historia familiar, primero con su abuela y después con su madre. Blythe quería ser una buena madre, necesitaba esa estabilidad. Pero su hija Violet tampoco le pondrá las cosas fáciles, no es como otros niños.
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No voy a contar más de esta historia vertiginosa en la que se relata la desesperación de una madre que lucha contra la genética de "mala madre" que recorre la sangre de las mujeres de su familia. El recuerdo de esas historias pasadas será continuo y perturbador para ella. Y a eso se le suma el hecho de que Violet no se lo pondrá fácil, hasta el punto de plantearse si su hija es malvada o son sus propias imaginaciones.
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"El instinto" se lee a ritmo de thriller pero va más allá, es una historia inquietante y reflexiva sobre la maternidad. Sobre el proceso, las expectativas y la realidad. Además toca de otros temas duros, que no mencionaré para no adelantar nada a su lectura.
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Yo, sin ser madre, me planteo, ¿Todo está justificado para una madre? ¿Las madres deben callar lo malo que hacen sus hijos?
Probablemente guarden silencio, pues ahí radica su instinto de protección, su instinto natural de madre.
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Buen thriller.

Con saltos temporales, enlazados para ir entendiendo el presente. Un presente complejo o sencillamente desgarrador, con una verdad que no es fácil de aceptar, que es mejor intentar obviar, maquillar, negar.

Porque en el ámbito de la familia, no es fácil mirar la realidad a los ojos. Porque la maternidad escuece, las expectativas, lo que está bien o mal, la transmisión íntergeneracional, el trauma infantil...

Un abanico amplio e incómodo de leer, la pregunta de si el psicópata nace o se hace, la influencia de los genes y la culpa materna, agitados y servidos con mucho hielo.

Eso es El instinto.

¿No os pasa que en ocasiones evitáis empezar un libro nuevo porque todavía no queréis abandonar del todo la anterior lectura? Eso es justo lo que me está pasando con El instinto; la historia había llegado a la última página, pero yo necesitaba doscientas más, quería seguir sabiendo de Blythe, Fox y Violet, y me encuentro durante el día pensando en los vericuetos de la historia. Me resisto a dejar atrás una novela y unos personajes que me han llegado tan adentro...

Cuando Blythe se queda embarazada, su marido se muestra exultante. Ser padre es la ilusión de su vida y está convencido de que Blythe será una madre maravillosa también. Blythe está ilusionada, pero no puede evitar un cierto nerviosismo, puesto que las mujeres de su familia (su madre y su abuela)... digamos que no se adaptaron bien a la maternidad. A través de flashbacks, conocemos a la abuela, Etta, una mujer desequilibrada que descargaba su ira en forma de maltratos contra su hija. Esta, Cecilia, la madre de Blythe, fue una mujer fría e insensible que abandonó a su hija cuando ella contaba 11 años. Y Blythe teme que esta tendencia al desequilibrio que parece correr por las venas de las mujeres de su familia la acabe afectando también ahora que va a ser madre.

Blythe intenta ser positiva, lucha por dejar atrás estos pensamientos inquietantes y confía en su capacidad para ser madre. Pero entonces nace Violet, que desde el principio es una niña difícil, y Blythe no acaba de conectar con ella. Además nota otra cosa, una especie de maldad innata; hay niños de la guardería que huyen aterrados en cuanto la ven... Su marido, Fox, adora a Violet y niega en redondo que haya ningún problema. En cierto modo, empieza a pensar que el problema está en su mujer... y esto poco a poco causa una fractura en el matrimonio. Blythe empieza a dudar de todo: ya no sabe si simplemente Violet es una niña difícil y con la que no conecta debido a su «herencia» familiar, o si realmente hay un punto de maldad en ella...

Como veis, este libro gira en torno a la maternidad, los vínculos entre abuelas, madres, hijas y nietas, la revolución hormonal que te asalta en el embarazo y primeros meses de tu hijo, la paranoia que sientes cuando todo el mundo a tu alrededor dice que te equivocas, lo que se siente con una posible depresión posparto... Blythe parece una narradora fiable, pero llega un momento en que, cuando todo el mundo pone en duda su visión de las cosas, el lector duda también. Y es que ¿cómo puedes llegar a ver maldad en tu propia hija? Este es el primer libro de Ashley Audrain, y sorprende lo bien que narra todos esos sentimientos confusos, el hecho de que tú veas una realidad y todo el mundo a tu alrededor te la niegue, el hecho de que llegues a dudar de tus propias impresiones y experiencias, y no saber ya si lo que llevas años pensando es real o mentira.

El libro también trata de cómo cambian los matrimonios después de tener hijos, en ocasiones reforzándolos y en otras haciéndolos añicos, como es el caso de este libro (no estoy destripando nada porque la escena inicial del libro es precisamente Blythe observando por una ventana la casa de su ex con su nueva familia, un lugar que ella ocupó una vez y del que se ha visto expulsada).

Es una novela tremenda, brutal, que da para mil lecturas, con un ritmo agilísimo, en capítulos cortos intercalados con flashbacks, y llega un momento en que no puedes parar de leer para ver dónde termina todo esto. En momentos me pareció un poco paralela a Tenemos que hablar de Kevin, salvando muchísimo las distancias, claro, y es bastante más fácil de leer que la novela de Shriver, pero las dos tratan de forma magistral las dudas que plantea la maternidad. al terminar la lectura de ambos libros me dije que menos mal que ya he sido madre y mi hija ha resultado ser «normal», jeje, porque, de lo contrario, no sé yo si me animaría a tener hijos visto el percal... Avisados estáis.

Por cierto, la traducción la firma Carlos Jiménez Arribas y me ha parecido muy conseguida, con unos giros muy buenos. La edición de Alfaguara también es muy cuidada (y eso que yo he leído una edición anticipada).

Mil gracias a Masa Crítica de Babelio y a Alfaguara por el ejemplar. de no ser por ellos, no sé si este libro se hubiera cruzado en mi camino y, la verdad, algo así ahora se me hace inconcebible, jeje.

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"Creíamos que nos conocíamos el uno al otro . Creíamos que nos conocíamos a nosotros mismos".

La idea preconcebida de ser la mujer perfecta a través de la maternidad , un viejo conocido para muchas mujeres. Un tabú en muchas ocasiones para muchas madres que ni quieren ni son perfectas.
Como se rompen y las consecuencias de estos falsos mitos es el resumen perfecto de este libro.

Un relato incomodo , intimista, feo .. brillante y perfecto. Hay que prepararse para leer ciertas partes que posiblemente nos angustien, no es una lectura fácil ni para todos los públicos y por supuesto si quieres sorprenderte no leas la sinopsis .

Las distintas maternidades y como se viven a través de varias generaciones de una misma familia.
Esta "denuncia " ficcionada sirve de base para una trhiler psicológico, incluso cerca de la novela negra , que te mantiene pegado a las letras de sus hojas . Hasta el final.

Un montón de conceptos que irrumpen con fuerza en la trama para explicarnos porque tener hijos , o mejor , no tenerlos , no tiene que marcar la vida de ninguna mujer ni a la inversa.

Personalmente , aunque se que la autora ya trabajaba en la industria, para ser su primera novela es brillante.

Es agil , es precisa , sin censura, hablando sobre la realidad de muchas mujeres , con mucha franqueza sin justificar, sin juzgar , presentando unos temas perfectamente hilados y conectados en una novela. Y de premio una historia que no va a dejar indiferente a nadie.

Cuando Blythe y Fox se conocieron, no hizo falta demasiado tiempo para hacerse inseparables. La relación que se estableció entre ambos era perfecta y la vida en común solo fue el siguiente paso. Él ve en ella a la mujer de su vida y ella tiene muchas ganas de no decepcionarle. Ser madre es una idea con la que Blythe no se siente muy cómoda, pero el miedo le parece insignificante cuando es Fox quien le dice lo buena madre que será por todas esas cualidades que ve en ella.

"Es normal que esperemos ciertas cosas de los demás y de nosotros mismos. Y lo mismo pasa con la maternidad. Todos esperamos tener una buena madre, y casarnos con alguien que lo vaya a ser, y serlo."
Ashley Audrain, El instinto

Blythe vive el embarazo con muchas dudas e incertidumbre, pero es cuando nace su hija Violet cuando más extraña se siente. No hay una conexión inmediata madre hija como la que se espera en esta situación y ella se siente muy cansada, desganada e indiferente ante la presencia del bebé. Son pocos los momentos en los que llega a disfrutar de ella y parece que la niña se siente mejor con cualquiera que no sea su madre. Si bien en un principio no parece más que una reacción a la nueva situación, al cambio que se produce en la vida de la pareja con la llegada del primer bebé, no siempre esa explicación encaja con los acontecimientos que se irán sucediendo y poco a poco la trama se oscurece.

"Yo tan solo me esforzaba por que siguiera viva. Me centraba en que comiese y durmiese, en las gotas de probióticos que siempre se me olvidaban. Me centraba en sortear los días que pasaban rodando como piedras ciclópeas unos detrás de otros."
Ashley Audrain, El instinto

La historia de las mujeres de la familia de Bythe la vamos conociendo a medida que avanza la novela. Su madre la abandonó cuando era pequeña tras una relación compleja cargada de tensión. La abuela de la protagonista y su madre tampoco tuvieron la mejor de las experiencias madre e hija y todo esto está alojado en la mente de la protagonista como una losa. Muy pronto la confusión se apodera de cada uno de sus pensamientos y no sabrá si lo que está viviendo es fruto de esa deficiente forma de relacionarse que experimentan las mujeres de su pasado o realmente está ocurriendo algo grave entre ella y su hija.

La protagonista cuenta en primera persona su experiencia, por lo que tenemos un palco privilegiado para conocer lo que ocurre, pero a la vez estamos confusos y desconocemos si Violet no es la hija que desearían todos los padres o si Blythe no hace más que proyectar sus miedos, inseguridades y traumas del pasado en su hija recién llegada. de lo que estamos seguros es de que ella lo está intentando.

"Siempre daba a entender que pensaba lo mismo que ellas. Pero luego volvía a casa con la vista fija en la cara de Violet en el carrito, sin dejar de pensar por qué no me parecía que fuera lo mejor que me había pasado nunca."
Ashley Audrain, El instinto

No os puedo contar si finalmente es Blythe quien está en lo cierto o si sus percepciones están distorsionadas. Os estaría desvelando uno de los secretos mejor guardados de la novela. Sí os puedo decir que me ha apasionado esta lectura. He estado enganchadísima y no pude pensar en otra cosa que no fuera qué ocurría realmente con Violet hasta que no la terminé. ¡Qué gran final os espera si os atrevéis a leer esta historia! Absolutamente estremecedor pero muy aclaratorio. No es hasta la última línea cuando vais a descubrirlo todo y a mí esos finales me encantan.

La autora nos obliga a asomarnos al oscuro abismo de la psique humana, explora la idea de la maternidad alejada de los clichés universales y nos obliga a reflexionar sobre la lealtad a nuestro instinto. La novela de Ashley Audrain se lee con un nudo en la garganta, con la constante sensación de que algo no marcha bien y con la duda de si la protagonista nos está contando la verdad o solo nos cuenta su verdad.

"Tenía una mente brillante, preciosa, y a veces me hubiera encantado estar dentro. Aunque me daba miedo lo que podría encontrarme."
Ashley Audrain, El instinto

Recomendada para los amantes del thriller psicológico más puro. Pero también disfrutarán de ella los lectores empedernidos de novelas de misterio e incluso los que no se sientan generalmente atraídos por estos géneros pero busquen una historia que les atrape y les mantenga en vilo hasta el final.
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Lo primero quiero agradecer a Babelio y a Alfaguara la oportunidad de haber podido leer este libro de forma anticipada.

El libro nos relata la historia de Blythe y lo hace de una forma muy especial, a través de un manuscrito ella le cuenta su vida a su marido, en primera persona, con un toque muy personal, sus dudas, sus miedos…. y también intercalan capítulos del pasado de su abuela Etta, de su madre Cecilia y de la misma Blythe de pequeña.

El manuscrito comienza cuando Blythe conoce a Fox en la Universidad, ella quiere ser escritora y el arquitecto, se enamoran y se casan y pasado un tiempo deciden tener un bebé, Blythe no está convencida ya que en su familia, tanto su madre como su abuela sufrieron de desapego hacia sus respectivas hijas.

Nace el bebé y es una niña, Violet, que es un bebé bastante difícil, y Blythe no se siente especialmente apegada a la niña, pasa el tiempo y vamos viendo como afloran los miedos de Blythe y como su relación con Violet no mejora, en cambio, Violet es la niñita de Fox.

Para descartar que sea como su madre y su abuela, Blythe decide tener otro hijo, y desde que nace adora a Sam….y hasta aquí puedo contar sin hacer spoiler.

La novela comienza lenta relatando la vida de Blythe y Fox, pero gracias a sus capítulos cortos se lee muy rápido, casi me la leí de una sentada, según avanza va haciéndose algo más dinámica y con algo de intriga que te hace querer saber que pasará a continuación y ya no puedes soltar el libro.

En esencia al comienzo y con algunos cambios la trama me ha recordado a otro libro. Y el final me ha decepcionado mucho, ya que deja muchas cosas al aire.

También quería comentar que este libro esta catalogado como thriller psicológico y para mi no lo es, para mí es un drama psicológico, el drama de una familia.

Blythe no ha tenido una infancia fácil. Su niñez ha transcurrido con total desapego e incluso maltrato por parte de su madre, la cual también lo sufrió con la suya, la abuela de Blythe. Es por esto que cuando Blythe y Fox se preparan para ser padres, a ella le asaltan las dudas. No sabe si ese desapego que sufrió tanto su madre como ella es genéticamente hereditario y tiene miedo de comportarse de esta forma con su propia hija.
“El instinto” es una novela fácilmente clasificable en varios géneros. Nos lo presenta Alfaguara Negra como un thriller, y realmente es un thriller, pero, la historia que nos presenta Ashley Audrain contiene muchos más elementos. Uno de ellos bien podría ser el drama. Así nos lo refleja la autora con Blythe, esa angustia que puede sentir una madre por creer que no está haciendo bien las cosas con su hijo. Esta parte de la novela es realmente dramática. Blythe se obliga a sentir, cuando lo más fácil es que, como madre se hubiera dejado llevar por esa pequeña criatura. Pero su relación con su propia hija está condicionada por su pasado, por su propia vivencia como hija.
Otro elemento a resaltar de “El instinto” es el misterio. Este tipo de novelas comienza con un primer capítulo muy potente. Vemos a Blythe observando a su marido y a su hija de lejos. Nos describe multitud de sentimientos que en esos momentos está sintiendo. Y el misterio está en que el lector piense qué ha llevado a esa madre a tal situación.
Me ha llamado la atención el tono en que está narrado. En primera persona, Blythe, nuestra protagonista habla dirigiéndose a una tercera persona durante todo el relato, más concretamente a su propio marido. al principio me costó adaptarme a este tono de lectura, pero fácilmente nos ponemos en situación. Es arriesgado para un autor crear un tipo de novela en la que el protagonista narre en primera persona, es como si nosotros fuésemos la persona a quien está dirigido, a su marido. Esto también limita mucho al escritor a mi forma de verlo, ya que solo podremos, como lectores, saber de la historia por la voz de la protagonista y en este tipo de novelas, a mí personalmente, me gusta que haya varios puntos de vista. Todo lo que sabemos viene de la mano de Blythe, así que podremos ser fácilmente manipulables al no conocer la versión de los hechos de otras personas.
Entre capítulos podemos leer algún episodio del pasado tanto de la abuela de Blythe como de su madre. Todo relacionado con esa falta de empatía hacia sus propios hijos. Sólo por este hilo podremos enterarnos de pinceladas de la vida y de la infancia de la protagonista, como de su madre y abuela.
La historia me ha parecido un tanto irreal. Sabemos de antemano que es ficción, pero me gusta leer novelas creíbles, aun dentro de esa ficción. Y que una madre pueda sentir ese desapego y falta de cariño, ni siquiera por un hijo, me parece un tanto irreal. Supongo que habrá casos en la vida real, pero serán los menos.
El final, aunque un tanto previsible, yo lo estaba viendo venir, me ha parecido justo para la historia. Un final que quien no sea ávido lector de misterio y thriller va a disfrutar mucho.
En resumen, “El instinto” me ha parecido una novela entretenida, cargada de misterio, con su puntito de thriller, narrado de una forma peculiar que me ha tenido pegada a sus páginas hasta el final.

«Una madre no cuenta con traer al mundo a un niño que sufra. No cuenta con tener un niño que se muera. Y tampoco cuenta con criar una mala persona.»

Ha resultado ser una lectura inquietante, un thriller psicológico donde nos mete de lleno en un doloroso y escalofriante drama familiar con temas relacionados con la maternidad.

Todo gira en torno al matrimonio formado por Blythe y Fox, una pareja como una de tantas que deciden tener descendencia y traen al mundo a la pequeña Violet, una niña que cambiará el mundo de ambos. Es sensacional como describe el momento previo al parto de un bebé tan deseado, así como el lado difícil del comienzo de la maternidad, con los agotadores primeros días por falta de horas de sueño.

Durante la novela conocemos la infancia traumática por la que pasó Blythe, tras tener una madre y abuela bastantes problemáticas. Ambas generaciones tienen un patrón en común como es la dificultad adaptarse a la maternidad, dejando a Blythe con poca confianza en su capacidad para ser una buena madre. A pesar de su pasado, intenta luchar por romper este ciclo y hace todo lo posible por vincularse con su nueva hija.

A medida que crece la pequeña Violet, Bltyhe considera que su hija es una molestia, y está convencida de que hay algo fundamentalmente malo en ella. No termina de conectar como madre, y se llega a cuestionar su propia cordura, hasta el punto de pensar que su hija se convierte en una niña violenta que parece deleitarse en lastimar a los demás.

La autora nos deja algunas sospechas sobre actos terribles que pudo haber cometido Violet, haciéndonos incluso partícipes y dudando de quién tiene la razón. Vemos a una madre angustiada con una lucha constante por no volver a repetir el patrón que vivió en su infancia y lograr ser una buena madre.

En resumen, una lectura inquietante, tensa y emocionalmente compleja, con una mirada muy cruda y brutal sobre el lado más oscuro de la maternidad, que invita a la reflexión con temas tan duros como la muerte infantil o la depresión postparto. Un libro que en una lectura conjunta daría mucho de sí, para analizar el comportamiento y acciones de los protagonistas.

Gracias además a Babelio y a Alfaguara por darme la oportunidad de leer este libro en edición anticipada.
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Gracias a la red social de lectores Babelio, he tenido la oportunidad de leer una novedad que se lanzará en España el próximo mes de febrero y que ha cosechado unas críticas estupendas en otros países y, la verdad, no les puedo quitar la razón. El Instinto es un drama psicológico con todas sus letras. No es un thriller al uso, sino más bien un drama familiar crudo y auténtico, de múltiples capas y escalofriante. Es un examen multigeneracional a la naturaleza disfuncional de muchas familias, rompiendo las expectativas sociales de la maternidad, las relaciones madre-hij@ y que plantea preguntas inquietantes sobre la naturaleza humana, la crianza de los hijos y cómo estos pueden no ser lo que uno espera y ocultar una verdad y una personalidad que nadie quiere para ellos.

El Instinto es la historia de la vida de Blythe, centrada en su vida como madre e hija. Aprendemos de su madre y de la madre de su madre. Aprendemos de su vida ahora y de su vida cuando conoció a su esposo y cómo fueron esos primeros años de vida de casados y, posteriormente como padres. La línea materna de Blythe no destaca precisamente por el premio a la mejor madre del mundo y Blythe teme que, como madre, siga el mismo camino y no sea capaz de darle a sus hijos todo el cariño, cuidado y atención que se merecen, pese a contar con un esposo al que ama y que la apoya en todo. Cuando tienen a su primera hija, Violet, Blythe no siente esa conexión especial madre-hija de la que toda madre habla por experiencia propia, y cuando el comportamiento de Violet se vuelve un tanto extraño, Blythe empezará a preguntarse si el problema es ella como madre o si hay algo malo en su hija. ¿Qué será?

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Blythe y, en mi opinión, ese ha sido el punto más favorable de la novela. Conoces a Blythe desde lo más profundo de su ser, pero también conoces a las personas que la rodean y, al mismo tiempo, hacernos preguntas constantes sobre las dudas que ella misma se va planteando, viendo si son imaginaciones suyas o no, entendiendo su postura y su miedo a que tenga razón, viendo la vida de los demás desde el parabrisas de su choche, etc. Nos presenta un cúmulo de emociones a través de un lenguaje claro y directo, y aunque la trama no destaca por ser un thriller de intriga y celeridad, logra atraparte y cuestionarte todo lo que pasa. Es toda una espiral de confusión, de dudas, de miedos, y se contagia fácilmente al lector todas esas emociones. Los capítulos se alternan también para permitirnos conocer a Cecilia, la madre de Blythe, y a Etta, su abuela, ambas madres problemáticas, lo que, como era de esperar, hace que Blythe se cuestione su capacidad para ser una buena madre y no confíe en su instinto.

Ashley Audrain ha desarrollado un drama fascinante y tenso que documenta los miedos de una familia que se desintegra de la forma más espantosa posible. Es una historia que invita a la reflexión, por lo que si esperar un thriller intenso y activo, no te recomiendo su lectura. En cambio, si buscas una historia inquietante y perturbadora, con personajes dañados, problemas de salud mental y una realidad familiar que se siente cercana y posible sobre el nexo de unión entre una madre y su hijo, entonces te invito a conocer a Blythe y su inquietante vida familiar.

En resumen, 'El Instinto' es una historia cruda y desgarradora sobre la maternidad intergeneracional y las acciones, omisiones y errores que separan a las familias y dejan heridas abiertas. Una novela que invita a la reflexión, por lo que si esperar un thriller intenso y activo, no te recomiendo su lectura. En cambio, si buscas una historia inquietante y perturbadora, con personajes dañados, problemas de salud mental y una realidad familiar que se siente cercana y posible sobre el nexo de unión entre una madre y su hijo, entonces te invito a conocer a Blythe y su inquietante relato.

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"Algún día lo entenderás Blyte. En esta familia las mujeres somos... diferentes"


Este libro me ha enganchado desde el primer momento, por la historia que cuenta y por cómo la cuenta.
La cuenta de una forma sencilla, con frases, párrafos y capítulos cortos que hacen que su lectura sea ágil y dinámica.

Y luego está lo que cuenta que me ha absorbido desde el principio, no es una historia fácil no es bonita y no es cómoda. Las historias de madres e hijas en las que el desapego, la falta de cariño y el maltrato están presentes no lo son, ni fáciles ni bonitas. Pero existen.

Blythe Connor tiene una hija, Violet y ya desde que nació sintió que algo no iba bien, no encajaban, no la quería por encima de todo, la maternidad no era lo mejor que le había pasado e incluso piensa que su hija es realmente malvada a pesar de su corta edad. Quizá por ello la relación con Violet es la que es y pasa lo que pasa.
Y por ello escribe esta historia, su historia, para su marido Fox, para contarle su verdad, para que la entienda y la comprenda.
Y contándoselo a él(que no conocía muchos aspectos de su vida) descubrimos su vida pero sobre todo descubrimos sus sentimientos, sus miedos, su angustia y su impotencia. Y quizá para justificar tanto sus actos como los de su hija nos cuenta como las mujeres de su familia han abandonado a sus hijas. Y el miedo que tiene a ser como ellas aunque en el fondo sabe que no es ella el problema.


Me ha gustado mucho y me parece un libro perfecto para debatir sobre muchos temas: familia, pareja, maternidad impuesta o autoimpuesta, cerrar lo ojos ante lo que tienes delante y no buscar solución , culparte o culpar al otro. Me ha hecho pensar si nuestros actos están condicionados por nuestras vivencias durante la infancia, si podemos justificarlos porque son producto de nuestra educación , pensar si determinados comportamientos
van en nuestros genes y son transmitidos por nuestras madres como el color de ojos o el de pelo.
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