El instinto

“Eran pensamientos que jamás consentí que salieran de mi boca. Pensamientos que la mayoría de las madres nunca tienen.” ~ El Instinto de Ashley Audrain.

Blythe narra la historia de su vida desde que conoció a Fox hasta su situación actual de divorcio. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? La vida de Blythe cambió radicalmente cuando nació su hija. A partir de ese momento, se debate entre el amor que se le presupone por ser madre y el temor que experimenta por no sentir ni ver las cosas como otras madres. Además, su hija es diferente y Blythe lo sabe.

Paralelamente a la historia de Blythe que muchas veces nos hace dudar de lo que estamos leyendo, conocemos también la historia de las mujeres que la antecedieron: su madre Cecilia y su abuela Etta; mujeres que ya vivieron la maternidad de forma diferente.

Menudo libro. Me ha encantado. Pedazo historia que me ha tenido en vilo de principio a fin y con un final que no me esperaba. No es un libro cómodo de leer porque no siempre es cómodo abordar las relaciones padres e hijos desde un punto de vista conflictivo.

Me ha gustado como se ha ido enlazando todo. He entrado en este libro sin tener muy claro lo que me iba a encontrar y ¡chapeau!, fenomenal.

Blythe arrastra traumas productos del rechazo y abandono de su madre y según vamos interiorizando en la historia, esto viene desde su abuela, madres disfuncionales que no encajan en su papel, por ello cuando ella forma una nueva familia, siente aversión a la maternidad debido a su nada favorable pasado familiar, a pesar de ello lucha entre lo que quiere y complacer a su marido, ya que considera y siente en lo más profundo que ella no podría ser una buena madre... Pero termina siguiendo las reglas de la sociedad y se convierte en madre, de una adorable o no? niña llamada Violet con la que vive una tormentosa relación de amor-odio, pues siente que ella solo tiene ojos para su padre Fox, compitiendo por el cariño de él de una forma enfermiza. Sin embargo su mundo cambia y adquiere otro matiz al volver a ser madre, esta vez de un niño, el pequeño Sam con quien tiene una inmediata conexión cercana, totalmente opuesto a lo que sentía por Violet y aquí comienza todo el drama pues ella alberga ciertas dudas y presentimientos que no la dejan vivir tranquila ni segura, ya que constantemente siente que una amenaza se cierne sobre el pequeño.

La protagonista está caracterizada de tal forma que se siente muy real y transmite todas sus inseguridades y frustraciones de forma vívida y palpable, sentí mucha empatía por ella y todo su sufrimiento a través de su etapa de madre.

La historia de cuatro generaciones de mujeres unidas por un factor genético que las condiciona y condena al mismo tiempo.

Blythe, hija de Cecilia y nieta de Etta (de ella solo sabremos gracias a los saltos temporales introducidos en la novela), reflexiona sobre su pasado, presente y futuro a través de las experiencias que vive con la maternidad y su hija Violet, el último eslabón en esta peculiar cadena. Blythe nos cuenta cómo fue su vida al lado de su madre y cómo esta puede repetirse en sus descendientes.

Su marido Fox, al que conoce desde la universidad, le anima a que vayan a por el bebé. En ese momento desaparecen en ella todas las seguridades construidas poco a poco y el cuidado de las acciones, expresiones, comportamientos y palabras que tenían por objeto esconder a su familia, guardar su secretos... con el único propósito de vivir por y para su marido, la persona que ama y por la que de alguna forma se hizo flexible y se adaptó a la vida que él tenía y le proponía, toda felicidad o una apariencia de la misma. Así hubiera podido seguir siempre de no ser por Violet, su preciosa hija.

El bebé llegó a sus vidas y con él la ruptura de su status quo, que desapareció de un plumazo. Además de adaptarse a la vida de su marido, Blythe también tuvo que hacerlo a la de su hija, a la que desde el primer momento le hizo saber cuál era su sitio en esa familia: ninguno. Vemos crecer a Violet gracias a los recuerdos que su madre nos narra, así como la incapacidad de ambas para acomodarse, amoldarse, quererse o simplemente tolerarse. Blythe la alimenta, la viste, la saca a pasear... pero siente que no la quiere, que no se quieren ninguna de las dos. Y aquí entra la figura del mediador, ese personaje que es pareja y padre: Fox, que deber cortar, apaciguar y resolver estos conflictos filiales.

A pesar del difícil y frágil equilibrio familiar los días pasan y se convierten en meses, años, y Violet va creciendo arropada por el amor incondicional de su padre y el resquemor y los recelos de la madre. Mientras su hija amplía sus horizontes en la guardería, los recelos de Blyhte se convierten en presunciones, presentimientos que alimentan aquellos temores primigenios que siempre han acompañado a las mujeres de su familia.

Esas suposiciones y conjeturas se convierten en presentimientos que se van cumpliendo sin escrúpulos por parte de unos y sin aparente preocupación por parte de otros. Y en medio de todo está la madre que lo ve, lo siente y sabe qué va ocurrir porque ya ha sucedido otras veces.

Ashley Audrain dibuja a una antiheroína que desde el primer momento se rinde y no se defiende a pesar de lo que sabe y de la información que tiene, pues de alguna manera no quiere asumir la realidad y la justifica igual que los demás... está a verlas venir, solo espera a que le den la noticia. Blythe es una mujer sin fuerzas para luchar, sin libre albedrío, condicionada y que condiciona, aferrada a un pasado que tal vez sí podría cambiar, más sabiendo como sabe que lo que le pasó a otra también le puede ocurrir a ella.

No hay más ciego que el que no quiere ver. Esta es la premisa que se repite en esta familia: hacerse el ciego y el sordo, no ver las cosas y no poner remedio. Pero por mucho que construyas una apariencia de realidad sobre lo que es objetivo y es verdad, esa realidad no va a desaparecer.

Un thriller psicológico donde los personajes culpan y son culpables porque no pueden, no saben o no quieren ver lo que tienen delante, quedándose atrapados en un círculo en el que solo les queda esperar a ver qué ocurre. Mientras, el lector no para de hacer conjeturas sobre lo que pasará, si encontrarán el modo para romper con esa realidad o los medios para asumirla antes de que esa realidad los rompa a ellos, a su pareja y a su familia.

Una novela que te desnuda ante el dolor, te coloca ante la materialidad de la existencia y la verdad de que lo que es, es, ya sean hechos, consecuencias o reparaciones imposibles.

Antes de empezar a presentaros nuestra nueva lectura queremos dar las gracias a Babelio y a Alfaguara por cedernos un título para una lectura anticipada antes de que saliera a la venta, ha sido un privilegio contar con la confianza de ambos.
El instinto de Ashley Audrian se nos presenta como un thriller psicológico sobre la creación y la destrucción de la familia, una historia que no es como yo me lo esperaba al pensar en un thriller pero también es cierto que me ha sorprendido para bien.
Su portada refleja a la perfección lo que nos explican “El lanzamiento más esperado de 2021 en más de treinta países. Una madre. Una hija. Una historia con dos caras.”
En ella podemos ver dos perfiles, cada uno mirando hacia el otro lado mostrando una distancia entre ambos personajes aunque sus cuerpos se unen recordándome un tronco que extiende sus raíces juntas pero que sus hojas se dispersan en diferentes direcciones.
La historia nos llega en forma de manuscrito, nuestra protagonista femenina Blythe lo escribe para su marido Fox. Ambos se conocieron en la universidad, se enamoraron y se casaron, todo iba bien hasta que Blythe se queda embarazada.
Recapitulemos un momento, las mujeres de la familia de Blythe no son el mejor ejemplo de madre, su abuela Etta maltrataba físicamente a su hija, su madre Cecilia era una mujer fría y distante quien acabo abandonándola y Blythe tiene miedo de repetir el circulo vicioso de sus antepasadas.
En este manuscrito conoceremos muy bien a Blythe, sus miedos, sus alegrías, sus sentimientos encontrados y el hecho real de que la maternidad no es fácil.
Nace Violet, un bebe difícil que despierta los miedos de Blythe mientras que su marido empieza a creer que el problema no es su hija sino su mujer transformando a Violet en la niña de papa.
Bythe quiere demostrarse que no es mala madre y queda embarazada de un segundo hijo, así llegará a sus vidas Sam…. Y hasta aquí puedo leer.
He de hacer un poco de autocrítica, al empezarlo no las tenía todas conmigo pero su prosa directa atrapa al lector, los personajes están bien definidos aunque los conoceremos a través de como los ve nuestra protagonista, así que en cierta manera no podemos empatizar mucho con ellos, aunque con Blythe hay momentos que la abrazaría y otros que me ha sacado de mis casillas.
Si le he de poner un pero a este thriller es su final, creo que quedan temas por cerrar, que un par de capítulos más hubieran cerrado algunas dudas y no dejado cosas en el aire o a la imaginación del lector, son pequeños detalles que nos dejan con ganas de más.

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Gracias a la red social de lectores Babelio, he tenido la oportunidad de leer una novedad que se lanzará en España el próximo mes de febrero y que ha cosechado unas críticas estupendas en otros países y, la verdad, no les puedo quitar la razón. El Instinto es un drama psicológico con todas sus letras. No es un thriller al uso, sino más bien un drama familiar crudo y auténtico, de múltiples capas y escalofriante. Es un examen multigeneracional a la naturaleza disfuncional de muchas familias, rompiendo las expectativas sociales de la maternidad, las relaciones madre-hij@ y que plantea preguntas inquietantes sobre la naturaleza humana, la crianza de los hijos y cómo estos pueden no ser lo que uno espera y ocultar una verdad y una personalidad que nadie quiere para ellos.

El Instinto es la historia de la vida de Blythe, centrada en su vida como madre e hija. Aprendemos de su madre y de la madre de su madre. Aprendemos de su vida ahora y de su vida cuando conoció a su esposo y cómo fueron esos primeros años de vida de casados y, posteriormente como padres. La línea materna de Blythe no destaca precisamente por el premio a la mejor madre del mundo y Blythe teme que, como madre, siga el mismo camino y no sea capaz de darle a sus hijos todo el cariño, cuidado y atención que se merecen, pese a contar con un esposo al que ama y que la apoya en todo. Cuando tienen a su primera hija, Violet, Blythe no siente esa conexión especial madre-hija de la que toda madre habla por experiencia propia, y cuando el comportamiento de Violet se vuelve un tanto extraño, Blythe empezará a preguntarse si el problema es ella como madre o si hay algo malo en su hija. ¿Qué será?

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Blythe y, en mi opinión, ese ha sido el punto más favorable de la novela. Conoces a Blythe desde lo más profundo de su ser, pero también conoces a las personas que la rodean y, al mismo tiempo, hacernos preguntas constantes sobre las dudas que ella misma se va planteando, viendo si son imaginaciones suyas o no, entendiendo su postura y su miedo a que tenga razón, viendo la vida de los demás desde el parabrisas de su choche, etc. Nos presenta un cúmulo de emociones a través de un lenguaje claro y directo, y aunque la trama no destaca por ser un thriller de intriga y celeridad, logra atraparte y cuestionarte todo lo que pasa. Es toda una espiral de confusión, de dudas, de miedos, y se contagia fácilmente al lector todas esas emociones. Los capítulos se alternan también para permitirnos conocer a Cecilia, la madre de Blythe, y a Etta, su abuela, ambas madres problemáticas, lo que, como era de esperar, hace que Blythe se cuestione su capacidad para ser una buena madre y no confíe en su instinto.

Ashley Audrain ha desarrollado un drama fascinante y tenso que documenta los miedos de una familia que se desintegra de la forma más espantosa posible. Es una historia que invita a la reflexión, por lo que si esperar un thriller intenso y activo, no te recomiendo su lectura. En cambio, si buscas una historia inquietante y perturbadora, con personajes dañados, problemas de salud mental y una realidad familiar que se siente cercana y posible sobre el nexo de unión entre una madre y su hijo, entonces te invito a conocer a Blythe y su inquietante vida familiar.

En resumen, 'El Instinto' es una historia cruda y desgarradora sobre la maternidad intergeneracional y las acciones, omisiones y errores que separan a las familias y dejan heridas abiertas. Una novela que invita a la reflexión, por lo que si esperar un thriller intenso y activo, no te recomiendo su lectura. En cambio, si buscas una historia inquietante y perturbadora, con personajes dañados, problemas de salud mental y una realidad familiar que se siente cercana y posible sobre el nexo de unión entre una madre y su hijo, entonces te invito a conocer a Blythe y su inquietante relato.

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"Algún día lo entenderás Blyte. En esta familia las mujeres somos... diferentes"


Este libro me ha enganchado desde el primer momento, por la historia que cuenta y por cómo la cuenta.
La cuenta de una forma sencilla, con frases, párrafos y capítulos cortos que hacen que su lectura sea ágil y dinámica.

Y luego está lo que cuenta que me ha absorbido desde el principio, no es una historia fácil no es bonita y no es cómoda. Las historias de madres e hijas en las que el desapego, la falta de cariño y el maltrato están presentes no lo son, ni fáciles ni bonitas. Pero existen.

Blythe Connor tiene una hija, Violet y ya desde que nació sintió que algo no iba bien, no encajaban, no la quería por encima de todo, la maternidad no era lo mejor que le había pasado e incluso piensa que su hija es realmente malvada a pesar de su corta edad. Quizá por ello la relación con Violet es la que es y pasa lo que pasa.
Y por ello escribe esta historia, su historia, para su marido Fox, para contarle su verdad, para que la entienda y la comprenda.
Y contándoselo a él(que no conocía muchos aspectos de su vida) descubrimos su vida pero sobre todo descubrimos sus sentimientos, sus miedos, su angustia y su impotencia. Y quizá para justificar tanto sus actos como los de su hija nos cuenta como las mujeres de su familia han abandonado a sus hijas. Y el miedo que tiene a ser como ellas aunque en el fondo sabe que no es ella el problema.


Me ha gustado mucho y me parece un libro perfecto para debatir sobre muchos temas: familia, pareja, maternidad impuesta o autoimpuesta, cerrar lo ojos ante lo que tienes delante y no buscar solución , culparte o culpar al otro. Me ha hecho pensar si nuestros actos están condicionados por nuestras vivencias durante la infancia, si podemos justificarlos porque son producto de nuestra educación , pensar si determinados comportamientos
van en nuestros genes y son transmitidos por nuestras madres como el color de ojos o el de pelo.
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Incertidumbre es una de las palabras clave en torno a la que gira este drama o “thriller” psicológico, publicado recientemente en inglés bajo el título de “The push” y en castellano como “El instinto”.
Y es que es la incertidumbre que siente Blythe, el personaje principal, respecto a su papel como madre, lo que nos mantendrá en suspenso a lo largo de cada una de sus páginas.
El instinto, es una controvertida novela escrita a modo de justificación, en forma de largo texto narrado en 2ª persona que dirige Blythe a su exmarido, Fox Connor, intercalando retazos de su memoria en 1ª y 3ª persona. La memoria de su línea materna y la memoria de su misma infancia, donde intenta buscar una explicación al rechazo que siente respecto a su propia hija, Violet.
A través de Blythe Connor vivimos toda la presión que ésta experimenta en relación a su papel como madre y que no siente como se supone que debería sentir. Y vivimos su lucha por intentar sentirse como una madre supuestamente normal, a pesar de todo, a través de un segundo hijo, Sam, que le devuelva el afecto y la comunicación perdida con su pareja y repare todos sus errores como madre de Violet, una hija de la que no sabe si pensar que está impregnada de maldad desde su nacimiento o no es más que un ser complejo como ella misma, incapaz de gestionar bien el mismo rechazo patológico que ella siente…
Lo que está claro es que Blythe vive sometida a una presión social, a la idea errónea de que debe esperar como mujer que brote de ella un instinto maternal natural supuestamente común a todas las féminas, como el que observa en la señora Ellington y no encuentra en su propia madre, Cecilia, ni en su abuela Etta. Una presión social que presiente que también deben sentir muchas otras mujeres, como Gemma, la nueva pareja de Fox, con la que establece una relación de amistad supuestamente basada en el lazo de la maternidad, en esa percepción errónea de la maternidad creada por la sociedad patriarcal, a la que muchas acaban sometiéndose, aunque eso las hunda en el más profundo de sus abismos interiores, mientras continúan aferradas a la imagen de familia nuclear supuestamente ideal.
A ese abismo es al que se asoma la canadiense Ashley Audrain en esta su primera novela, a través del personaje de Blythe, con el objetivo de que nos interroguemos acerca de esa idea de maternidad, o incluso paternidad, que tendríamos que reconstruir, partiendo de la base que no es lo mismo crear que criar y educar y de que no todo el mundo, por el simple hecho de tener la capacidad de crear, tiene por qué tener la capacidad ni el deseo de criar y educar, al menos no desde la idea limitada de la familia nuclear. Porque, en realidad, Blythe no rechaza la idea de maternidad en sí misma, sino la idea de enfrentarse a la maternidad ella sola, desde su diferencia, sin el auténtico apoyo de algo más que una limitada familia nuclear. A lo que se opone es a la idea de una maternidad que la cosifica, que absorbe todo su tiempo y la anula como profesional y como persona.
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Podríamos decir que nos encontramos ante un thriller "tranquilo", sin grandes sobresaltos pero que logra mantener la tensión y la duda hasta el último momento, logrando lo que algunos buscamos en un libro de éste género, como es tener varios sospechosos.

Así mismo, un libro para reflexionar acerca de un tema muchas veces tabú, como es la depresión postparto, y cómo ésta puede incidir tanto en la madre como en los familiares que la rodean.

Este libro aborda la temática tan de moda como es la maternidad, sus mitos acerca de ella, sus tabúes y sus oscuridades. Engancha desde la primera página y te hace reflexionar sobre las expectativas que se nos presuponen a las mujeres cuando somos madres.

Algo que quiero destacar es el poder mantener una narración en segunda persona tanto tiempo sin caer en lo aburrido o pesado, esto es algo que me parece tremendamente difícil.

También me gustaría resaltar que la autora se estrenó como escritora con este libro, por lo que su debut ha sido magnífico, es una lectura de 10👏🏻🥰

💓PROS💓

💬El libro está escrito en segunda persona, lo cuál al principio puede impactar pero para mí, esto lo convierte en una narración cuasi confesional y que apela al lector de una forma mucho más personal. La protagonista emprende la narración como una forma de explicar a alguien en concreto los hechos y eso, personalmente, me encantó.

💬La forma en que refleja el paralelismo intergeneracional en las relaciones entre madres e hijas de esa familia.

💬 Como explora de una forma desestigmatizante el vínculo entre madres e hijas y como puede resultar mucho más conflictivo de lo que parece.

💬El ritmo es absolutamente atrapante.

💬ESE FINAL!

CONS🖤
💬Non.

Os recomiendo que os acerquéis a él si tenéis la oportunidad.
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