Supe de la enigmática desaparición de "Retrato del doctor Gachet" cuando el profesor de Arte Contemporáneo nos puso una diapositiva de este cuadro en clase y nos refirió, grosso modo, las diversas hipótesis sobre su desaparición. Por eso no dudé en leer esta nueva publicación de
Matilde Asensi, todo un referente de la novela histórica de aventuras, que está basada en hechos reales y en la que se entremezclan de forma elocuente las tradiciones de la cultura japonesa con la pintura impresionista de Vicent van Gogh.
Todo comienza en París, donde cinco desconocidos de distintos puntos del planeta han sido convocados por el empresario japonés Ichiro Koga para emprender, en equipo, una aventura que cambiará por completo su existencia. Deben dar con el paradero de una de las últimas obras que van Gogh pintó antes de morir y que lleva por título "Retrato del doctor Gachet". La pintura fue adquirida en 1990 en una subasta de Christie's por Ryoei Saito, un magnate japonés que pagó un precio tan desorbitado que convulsionó el mundo del arte. Desde su fallecimiento, seis años después de su compra, no hay rastro alguno del cuadro y son múltiples las conjeturas sobre su paradero. ¿Se lo llevó el millonario excéntrico a la tumba como venganza contra el fisco nipón por los elevados impuestos que lo obligaron a pagar cuando lo adquirió? Así comienza esta aventura que nos llevara desde Parías hasta Japón para hacer frente a la venganza del hombre muerto…
¿Por qué he disfrutado con esta novela? El motivo es simple, porque el foco sobre el que pivota todo su argumento es la obra pictórica y la figura del pintor impresionista
Vincent van Gogh. Y para una historiadora de arte esto es un buen acicate. La autora nos acerca, de manera amena y sin abrumar al lector con excesivos datos que pudieran ralentizar su lectura, hasta el mejor colorista de todos los tiempos. Un autor muy influenciado por el arte del grabado japonés, de obra atemporal, fresca y espontánea, muy expresiva, paradigma de pintor atormentado que no vendió ni una miserable obra mientras estuvo vivo. Una novela que me ha incitado a interactuar en google, tratando de hallar más información para complementar, buscando las diferentes obras que se mencionan a lo largo de toda la trama, tanto de van Gogh como de otros autores japoneses del grabado, grandes artistas en su tierra, pero unos desconocidos en Occidente.
Matilde Asensi repite la misma fórmula que ha utilizado en varios de sus libros, por lo que pierde su originalidad al continuar las mismas pautas en las que los personajes deben pasar una serie de pruebas perfectamente tejidas y que serán de lógica, guardando relación con otro famoso cuadro del pintor. Con una prosa exenta de artificios y fluida, una narración muy visual, frases de corta extensión y de la mano de un narrador protagonista, el de Hubert Kools, un holandés dueño de una galería de arte que está a punto de ir a la quiebra por las cuantiosas deudas que lo ahogan, la autora nos sumerge en una historia con un buen ritmo y agilidad narrativa gracias a que dosifica correctamente la tensión y el suspense en torno a los acontecimientos. El empleo de un narrador en primera persona, aún siendo muy arriesgado, es ideal porque permite un acceso completo a los pensamientos y decisiones del protagonista. pero también tiene una parte negativa al no ofrecer más puntos de vista que el de Hubert, de modo que muchos matices de la historia, a los que no tiene acceso, quedarán sesgados. En cuanto al resto de personajes, su construcción se ha atenuado, están esbozados sin muchas pretensiones y carecen de profundidad, por lo que no logran despertar emociones de ningún tipo y esto me ha impedido empatizar con ellos. Otro aspecto negativo que tiene este libro es que hay, entre sus páginas, una historia de amor que no me he creído en ningún momento. Me ha parecido demasiado superficial y vacía de contenido. Y su final es demasiado predecible, por lo que no me ha sorprendido. A pesar de estas objeciones, es una lectura adictiva a la que deberíais darle una oportunidad.
Queda patente la extraordinaria labor de documentación realizada por
Matilde Asensi y que se materializa en la facilidad con la que nos traslada hasta el Japón actual para mostrarnos algunas de sus costumbres y tradiciones, o la jerarquización que se da en la familia. Un país que adora a los impresionistas y por encima de todos a
Vincent van Gogh, ya que este movimiento artístico está muy influenciado por el arte del grabado japonés.
Sintetizando: "
Sakura" es una novela muy entretenida, que no defraudará a los lectores de la obra de
Matilde Asensi, en la que se entremezclan diferentes géneros como el histórico, el de aventuras y todo ello aderezado con las dosis justa de intriga para mantener al lector pegado a sus páginas. Una historia de lectura didáctica y fluida que echa por tierra algunos mitos sobre van Gogh y está repleta de rocambolescas pruebas a superar, con un sinfín de trampas que los personajes deben evitar si no quieren perder la vida. Un libro muy recomendable, a pesar de mis objeciones, para un público joven que quiera adentrarse de manera amena en la obra de este gran pintor o busque entre sus páginas acción y aventura a raudales.
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