_¿Quiénes somos nosotras en la Unión Soviética?¿Las putas?.Eso lo sabemos.Una trata de ganar al menos para comprarse una vivienda.¿Y los hombre qué?Todos se dan a la botella.
|
_¿Quiénes somos nosotras en la Unión Soviética?¿Las putas?.Eso lo sabemos.Una trata de ganar al menos para comprarse una vivienda.¿Y los hombre qué?Todos se dan a la botella.
|
Envidio a esa madre que tiene un hijo que volvió sin piernas...Qué importa que la odie cuando se emborracha.Que odie al mundo entero...Qué importa que arremeta contra ella como un animal.La madre le paga prostitutas para que no se vuelva loco...una vez ella misma le hizo el amor porque su hijo pretendía lanzarse desde un décimo piso.Cualquier cosa me parece mejor...
|
¿Realmente somos personas inteligentes? Francamente, ¿de verdad podemos considerarnos seres humanos cuando tratamos a patadas a las mentes que nos abren los ojos?
|
Ojalá hubiésemos abierto los ojos antes... Pero ¿a quién podemos culpar? ¿A que a un ciego no lo culpan por su ceguera? La sangre ha limpiado nuestros ojos...
|
Todos debemos pedir perdón a los muchachos que murieron engañados en esa guerra inútil, a sus madres engañadas por las autoridades, a los que regresaron con sus cuerpos y almas mutilados. Tenemos que pedir perdón al pueblo de Afganistán, a sus niños, a sus madres, a sus ancianos, por haber traído tanta desdicha a su tierra...
|
A menudo comentamos este doloroso tema: ¿realmente era necesario que nosotros, los soviéticos, estuviésemos en Afganistán? ¿Qué papel teníamos allí: el de ocupantes o el de los amigos "soldados internacionalistas"? Las respuestas siempre son las mismas: nadie nos había invitado, el pueblo afgano no quería nuestra "ayuda". Y por mucho que pese reconocerlo, éramos ocupantes.
|
No se le debe preguntar a una madre si su hijo ha matado o no. Ella solo recuerda un único hecho: han matado a mi hijo...
|
No se le debe
|
¿Quién les ha dicho que perdimos la guerra allí? La perdimos aquí, en casa. En la Unión Soviética.
|
Estuve ayudando al pueblo hermano de Afganistán. ¡Estoy convencido de ello! Los que estaban conmigo también eran chicos sinceros, honestos. Ellos creían que habían llegado a esa tierra para hacer el bien. No se veían a sí mismos como unos "guerreros erróneos" luchando en una "batalla errónea". Pero hay gente que quiere vernos como unos tontos ingenuos, como carne de cañón.
|
¿Con qué frase empieza esta novela?